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sábado, 6 de mayo de 2017

Chiqué

Los sábados tenemos esta cita milonguera en Madrid. El escenario apropiado es el salón de  baile de la Casa de Aragón -Pza. República Argentina nº6- y estamos dándole a las tabas y al cuore, desde las 21 hasta las 0.30 hs. Antes tenemos una hora de clases, pero sólo realizamos lecciones individuales, que es la manera de aprender rápido y bien, sin perder tiempo en figuras colectivas que retardan notablemente el aprendizaje. Y que luego generan esos dichosos y negativos  comentarios: "El Tango es muy difícil...".
                                           
                                   

Si nos lo tomamos en serio, si llegamos a sentirnos identificados con la música, si captamos la horma básica (Abrazo, postura, salida, ochos, compás de música, circulación), ya estamos en condiciones de adelantar e ir más a fondo en el aprendizaje, acelerando los tiempos. Así es cómo nos curtíamos  en la época de oro del baile de tango, y cómo Buenos Aires se pobló de milongueros de ambos sexos que llenaron clubs y salas de baile durante tantos años.

                                         



Y mientras te decidís a meterte de lleno en la práctica de esta danza única, que en estos momentos se ha convertido en una fiebre mundial, te invito a ver cómo las gastan algunas parejas, de esas que da gusto ver bailar tango. Y arranco con grandes maestros, como Sebastián Arce y Mariana Montes, que se lanzan a la pista con Roberto Goyeneche secundado por la Orquesta Típica Porteña dirigida por Raúl Garello, en el tango de Enrique Santos Discépolo y Cátulo Castillo: Mensaje. Un tema imbailable... si no se tuviera el arte y oreja de estos dos maestros. ¡Genial!

                             

Y ahora me vareo con la elegante francesa  Sigrid Van Tilbeurgh y el suizo Jens Krüger. Krüger, además de médico es maestro de tango y tiene su propia escuela en Basilea. Para Jens, el tango es una danza única, que conecta la interacción social, la emoción, las habilidades técnicas y la libertad artística. Es por eso que quiere dar a sus alumnos un claro consejo en términos técnicos, pero también libertad para encontrar su propio estilo y danza, con su musicalidad, energía y creatividad. Vemos a esta pareja en, Hamburgo, bailando la Milonga de los fortines, por la Típica Victor.

                                        
Y a Sigrid me encanta verla bailar con el turco Murat Erdemsel. Se entienden como si hubiesen bailando juntos desde siempre y tienen ese touch elegante que los distingue personalmente a ambos. Juntos son una delicia. En este caso, lo hacen en la milonga La Yumba, de Hamburgo. Y bailan el hermoso tango La madrugada, por la orquesta de Pedro Laurenz, cantando Carlos Bermúdez.

                                        

Si después de ver a estas parejas, no te animás, perdiste... ¡Dale, no te a-chiqué-s

                                        
                                         

                                         





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