Incluso Gardel fue en sus comienzos uno de ellos, como lo serían Magaldi, Corsini, Héctor Palacios y tantos otros que, vistiendo la camiseta del tango, supieron trajinar las diversas ramas del canto argentino.
En la foto lo vemos reporteado por Héctor Bates (derecha), quien junto a su primo Luis J. Bates llevaron al libro los numerosos reportajes que realizaran en radio, a grandes figuras del tango. Ese libro me lo regaló un coleccionista en mi primera juventud. Yo era demasiado tierno, estaba contestando en un famoso programa de Televisión, sobre la historia del tango y me seguían numerosos veteranos y algunos coleccionistas para alentarme. Y me invitaban a sus casas y me aportaban datos con una generosidad muy propia de la gente de tango. Era muy difícil conseguir ese libro que un día Aníbal Troilo me lo pidiera prestado y como decía Pepe Iglesias: "Nunca más se supo". Lógico, Pichuco lo dejaría olvidado en algún boliche.
Muchos años más tarde pude conseguir otro ejemplar, un poco de casualidad.
Ugarte comenzó, como tantos otros en un popular programa radial: Chispazos de tradición. Fue abrigado generosamente por Rosita Quiroga, y aunque lucía buena voz y entonaba con naturalidad expresiva, al no tener estudios de canto -era de familia muy humilde y debió trabajar tempranamente-, las afonías eran en él bastante frecuentes.
Grabó muy poco, pese a su permanencia en carteleras de tango, y por sobre todas las cosas su medio natural fue la radio. Especialmente Radio El Mundo que acogía este tipo de figuras y donde permaneció unos 20 años. Allí lo conocí en su etapa madura.
Para escucharlo les traigo un valsecito que grabó con la Típica Víctor el 26-7-1932: Sin amparo,del bandoneonista Miguel Padula y Nicolás Trimani. Y a la muerte de Carlos Gardel, el 13 de agosto de 1935, registró con las guitarras de Jaime Vila, en su homenaje, este vals de Jaime Vila y José Fernández: Unidos en la muerte.
Sin amparo.
Unidos en la muerte.
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