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miércoles, 28 de febrero de 2024

Tango y Goles

 

               







Reportaje a Cadícamo

 por Francisco "Paco" Urondo.

  En 1967 Francisco “Paco” Urondo y Enrique Cadícamo se cruzaron en una charla. Uno, Enrique, el hombre del esplendor de la bohemia «azul» -principesca- de los inicios del siglo XX. El otro, Paco, que observaba como “el viento de los tiempos modernos sopla bajo la ceniza” y arrasaba aquellas postales contadas por Cadícamo.

   El encuentro entre ambos es un encuentro de dos escritores de generaciones y recorridos distintos. Es, tal vez, el encuentro de dos tiempos y fervores. El de Cadícamo, con su porteñismo, el champán, los cabarets, el arrabal y París. El de Paco, el del arte y el combate que comprueba -en palabras de Cadícamo- como “la falda pobre” comienza a ser reemplazada por la minifalda.

   Pero Cadícamo sabía de la mirada en perspectiva. “Los tangos tienen que describir una época”, insistía el autor al que Gardel le grabó más de una veintena de tangos. Quería, en esa afirmación, decir que cada época debía tener su tango para “saber de qué locura estaban impregnados los días de ayer, de qué modo interpretábamos la vieja enfermedad de los hombres: el amor”.

                               

 

   Y agregaba hacia mediados de la década del 60: “No hay que hablar más del arrabal, de la mina que se escapó de la casa; eso era en el Buenos Aires de hace 20 años. El autor de ahora tiene temas a montones”. Años después, en otra charla y con otra óptica, dirá: “Al tango hay que dejarlo como está. Es una cosa nuestra, es un paisaje que quedó de antes. El tango ya quedó. Es imposible hablar de un tango que venga”. Quién sabe…

Cadicamo en 1967. 

  Autor de innumerables obras y clásicos como “Los mareados”, “Nostalgias”, “Che papusa, oí”, “Garúa”, “Apología tanguera” o “Rubí”, Enrique Cadícamo nació el 15 de julio de 1900 en General Rodríguez y murió, casi 100 años después, el 3 de diciembre de 1999. Su espíritu atravesado por el siglo XX, aún vigente en el cuerpo del tango, moldeó una parte importantísima de la musculatura poética del género.

   El siguiente extracto forma parte del texto que Urondo escribió en 1967 para la edición de octubre de la revista Panorama.

Paco Urondo pregunta, Cadícamo responde,

-Urondo- ¿Ganó mucho dinero con sus letras de tango?

-Cadícamo- Bueno, he tenido suerte, pero nadie se hace rico con estas cosas…

U- Si dentro de 1000 años sus poemas terminaran siendo anónimos, ¿a usted le importaría? 

C- De hecho sería una cosa que me seguiría, estuviera donde estuviera, hasta en la gusanera: siempre a uno le llega.

U- ¿Le tiene miedo a la muerte?

C- No. La verdad que, a la muerte, no; pero no me gustaría padecerla.

U- ¿Y a la decrepitud?

C- Me gustaría desaparecer de golpe. Cuando viajo en avión siempre pienso en estas cosas.

U- ¿Le gustan las cosas dramáticas?

C- No, no me gustan.

U- Pero la mayor parte de sus poemas son dramáticos.

C- Sí, pero duran un minuto y medio.

U- A usted le gusta el drama, pero que sea cortito…

C- Lo romántico me gusta mucho. Estuve viendo vez pasada Ana Karenina y me emocioné.
 

U- ¿Siente melancolía por las cosas perdidas, por las cosas del pasado? 

C- Si; a veces quisiera que no hubiesen desaparecido nunca. Por ejemplo, me trae mucha nostalgia el barrio de San Telmo. Es un barrio que tendrían que haber conservado como estaba; la casa de Sobremonte, la casa de Liniers. Que lástima, porque eso va a desaparecer. Uno cierra los ojos y ve pasar a la mazorca y a los grandes payadores con la guitarra colgada a la espalda.

U- Entonces, ¿Qué le gusta más, el pasado o el presente?

C- El presente.
 

U- ¿Cuántos años hace que se casó?

C- Seis. La verdad es que he formado un hogar un poco tarde. Pero estoy muy contento. Ella me contagia un poco la alegría de la juventud, porque es una chica muy joven.

U- ¿Cómo se mantuvo soltero tanto tiempo?

C- Bueno; es un poquito despatarrada la vida de un hombre cuando anda en estas cosas y, a veces, se olvida de formar su propio hogar.

U-¿Dudaba antes de casarse?

C- La verdad que sí. Uno es como esos potros a los que les tiran el lazo y se lo saca con las patas. Pero ahora estoy contento. Nos queremos, somos muy amigos. He encontrado el último amigo verdadero de mi vida.

U- ¿Por qué en la conversación se ha confesado amigo de Manzi y de Cobián? ¿Y de Discépolo?
C-Nos conocimos mucho. Amistad íntima no; porque la verdad es que yo retaceaba un poco la intimidad. Era amigo de todos, pero la parte íntima uno a veces la dosifica. Discépolo fue un gran poeta (lo he llamado “el Shopenhauer del tango”), es innegable la belleza y profundidad de sus versos.

U- Se dice que usted es el hombre culto, refinado, que llega al tango. En verdad, tiene el aspecto de ser un europeo, o un play-boy.

C- No quiero que me confundan con alguien que tiene una cultura que no le permite llegar al tango con orgullo. 

U- ¿No les tiene envidia a los interpretes de sus cosas que llegan a la fama, viven directamente el éxito, mientras usted queda- por así decirlo- arrinconado?

C- Soy retraído, un poco apático.

U-Es cierto, es retraído, pudoroso. No sé; escuchándolo, me acuerdo de la frase que dice: el calavera no chilla…

C- Uno se puede sentir orgulloso, y dar el frente y el perfil, cuando en realidad hay una obra profunda, un descubrimiento. El genio, a mí se me ocurre, es el que inventa, el que produce cosas raras.

U- ¿Y usted se considera un descubridor?

C- A mí se me ocurrió insistir en esto de las letras de los tangos, de la música popular, porque me sentía más libre que con la disciplina del estudio terrible de una carrera.

U- ¿Le hubiese gustado seguir una carrera?

C- Me gusta ser lo que soy.

U- ¿Y entonces por qué se queja?

C- No me doy importancia. Me parece que está bien. Este trabajo es una manera de hacer cantar al pueblo; puede hacer un mérito en esto de hacerlo cantar. Es un mérito, nada más; no es un galardón. 

(Recreado por "Fractura expuesta") 

 

domingo, 25 de febrero de 2024

Almanaque de ilusión

    Héctor Marcó fue cantor, compositor, poeta, y dejó un groso reguero de páginas porque su reto era el de reinventarse, y la imaginación la trasladó a partituras que viborearon en los atriles de orquestas y cantantes. Se inspiró tanto en  la interminable sustracción del amor, como en esas callecitas con olor de pizza y asado en que fue transcurriendo su vida tanguera. 

  Me he ocupado varias veces de este personaje con quien compartí lindos momentos en el Balneario "El Ancla", de Vicente López, donde actuaba con su orquesta y también en los hipódromos de Palermo y San Isidro, dado que era  muy aficionado a las carreras y apuestas con los pingos. Simpático a carta cabal, su trato fue siempre cordial y ameno. Y yo le tiraba sus temas que nos engolosinaban para bailarlos..

                                    



   Este que  traigo hoy a la página, no tuvo gran trascendencia pero la grabación de D'Arienzo con su cantor Alberto Reynal, sigue sonando en las salas milongueras y tiene mucho gancho. El violinista Alberto Tavarozzi le puso música  a los versos de Marcó, y D'Arienzo decidió utilizar solamente la segunda parte donde queda  reflejada esa semana de ilusión amorosa.

¡Ilusión!
Tuve el lunes de tu cita...
¡Tentación!
¡Viví el martes con tu beso!
Y al llegar ese miércoles, vidita,
deshojé una margarita
que en mis manos sollozó...
¡Fui feliz!
¡Al sentirte un jueves mía!
Y un temor
trajo en viernes mi quebranto.
¡Por tu amor!,
oyó el sábado mi llanto.
Y un... ¡domingo fatal!,
todo acabó...

   Realmente fue todo un acierto de D'Arienzo, que lo habló con el autor antes de tomar esa decisión, y lo cierto es que el resto del tema es bastante espeso y muy dificultoso para lucir en el pentagrama musical. Le vino de  perillas incluso a Reynal que no lució demasiado con la orquesta del Rey del compás, aunque dejó 16 registros discográficos en la orquesta, entre abril de 1940 y el mismo mes de 1942.

   Almanaque de ilusión fue llevado al disco por D'Arienzo-Reynal, el 26 de febrero de 1941 y lo podemos revivir una  vez más.

                        




jueves, 22 de febrero de 2024

PODCAST: La usina del tango

José María Otero: el gran difusor del tango en Madrid

El Debate
20/02/2024 

El periodista José María Otero visitó el programa «La usina del tango», conducido por el pianista Juan Esteban Cuacci y el periodista Hernán Dobry en El Debate para conversar sobre su vinculación con el tango en España.

En paralelo a su carrera profesional como columnista del diario El País y corresponsal de varios medios, se desempeñó como presidente de la Academia Hispano-argentina del Tango y como coordinador y musicalizador de milongas en Madrid.











Escuchar aquí 🔗 Podcast: La usina del tango



Así se expresa Horacio Salgán

 en el Prólogo de su "Curso de Tango" 2001:

                  Horacio Salgán en la opinión de sus colegas


-Escribir este Cusro de Tango es para mí una obligación y un gran placer.

-Es una obligación porque, como agradecimiento por haber tenido la suerte de haber podido formarme en las Orquestas, donde aprendí a tocar el Tango, quiero retribuir en algo (de lo mucho que debo) escribiendo este Curso.

-Las Orquestas eran un crisol donde las ideas de sus integrantes y/o de otros músicos, algunos de ellos verdaderos creadores, se experimentaban, se tocaban, y se sumaban para crear estilos de ejecución, formas rítmicas, etc. Estos aportes fueron los que, poco a poco llevaron al Tango al altísimo nivel musical al que ha llegado.

-Actualmente, no es nada fácil el pertenecer a una Orquesta, considerando el escaso número de ellas que subsiste. Esto dificulta, a quienes quieren formarse dentro del género Tango, la posibilidad de acceder al amplio conocimiento necesario para su ejecución e interpretación. 

   No olvidemos que las Orquestas han sido siempre las mejores escuelas para este aprendizaje. Y es un gran placer el poder transmitir y compartir lo que aprendí, tratando en lo posible de no omitir nada, (pues esa es mi real intención) recurriendo a mi memoria, que, para mi suerte, todavía me ayuda.


 


martes, 20 de febrero de 2024

Arrabalero

    Es bueno recordar este tango que lleva versos de Eduardo Souto Calvo, un gallego de Padrón, llegado con la familia y sus 13 años  a la Reina del Plata, que le daría todo el ornamento para que pudiera lucirse tempranamente como poeta. Es cierto que regentó cabarets en el centro porteño, tuvo el suyo, muy lujoso ("Imperio"), frente al Obelisco,  pero también desarrolló gran carrera en el ambiente teatral, donde mostró sus dotes de organizador, montando compañías que incluso realizaron giras por provincias y países vecinos. 

    Para esas obras de teatro concibió algunos tangos, como estaba de moda en la época, y algunos de ellos tendrían trascendencia. Su obra incluye temas de otros ritmos como pasodobles, rumbas, zambas y demás géneros, lo que muestra una ductilidad especial y adaptabilidad para su pluma poética inspirada y flirteando con la fantasía, incluso. La sentimentalidad del tango lo atrapa en la coctelera del texto.

   Y así firma obras como Bésame en la boca (con José María Rizzuti) que estrenaría Ada Falcón en el Cuarto Baile de los aviadores, realizado en el Teatro Ópera, en 1926, He visto en tus ojos (1928, con Francisco Canaro), Pinturita (con Fresedo, en 1926), Corazón callate un poco (con José María Rizzuti y César Ginzo), Amar a besos (con Rizzuti, 1926) y otras.

                         



   Hoy nos detenemos en Arrabalero, un tango que tuvo gran pegada, y es de los más exitosos de Fresedo. Lo grabó por primera vez en 1927, en forma instrumental y lo seguiría llevando al disco a lo largo de su exitosa carrera. En 1939 también instrumental y en 1959 con la voz de Blanca Mooney. Entre la grabación de Juan Maglio y la de Emilio Balcarce con la Escuela del tango, hay 26 registros del tema.

   La música de Fresedo es muy llegadora, incluso para bailarla. Pero son destacables también los versos de Calvo que en este caso usa una poética lunfarda, contrastante con el estilo fresediano. Y sin embargo encajan muy bien y le dan un tinte especial, que cuadran con la sentimentalidad del tango. Lo curioso es que, chocando con el título, el personaje del relato es una mujer. 

Soy la pebeta mas rechiflada
que en el suburbio pasó la vida;
soy la percanta que fue querida
de aquel malevo que la amuró.
Soy el orgullo del barrio entero,
tengo una efe que es mi ilusión,
pues soy criolla, soy milonguera,
quiero a mi hombre en de corazón.

   Gardel lo grabó en ese año 1927, acompañado por sus guitarristas José Ricardo y Guillermo Barbieri, dándole el toque definitivo. La dama relata en el texto cómo conoció al machito arrabalero que ganó su corazón para siempre, y pinta al malevo de Puente Alsina como el hombre de sus sueños. Aguantará incluso que la maltrate en algunos momentos pero lo querrá indefectiblemente a su lado para siempre.. 

En un bulín mistongo
del arrabal porteño,
lo conocí en un sueño,
le di mi corazón.
Supe que era malevo,
lo quise con locura,
sufrí por su ventura
con santa devoción.
Ahora, aunque me faje,
purrete arrabalero,
ya sabe que lo quiero
con toda mi ilusión,
y que soy toda suya,
que suyo es mi cariño,
que nuestro será el niño
obra del metejón.

Por ser derecho tengo un machito
arrabalero de Puente Alsina;
se juega entero por esa mina
porque la sabe de corazón.
Pero si un día llega a engañarme
como hacen otros con sus mujeres,
esta percanta que ríe y canta
llorará sangre por su traición. 

   Vale la pena escuchar la versión grabada por la orquesta de Osvaldo Fresedo, cantando Blanca Mooney. Lo grabaron el 28 de enero de 1959.

                                  

domingo, 18 de febrero de 2024

ROTISERÍA ARGENTINA

 (El entrepiso)

   En tus salas
se encendían arañas luminosas
y a tu comedor
llegaba lo mejor
de los dandys de ayer
con amigas lujosas..

Enfrente,
en los altos del café El Parque
-Lavalle y Talcahuano-
la baronesa Fontané
tenía su pensión en esa ochava
y desde su amplio balcón ella observaba
a las mujeres jóvenes de la vida galante
que llegaban de noche
en espejeantes coches...
...y la otoñal madama suspiraba.
 

Vieja rotisería
donde en tu comedor
la platina resplandecía
como alhaja de esplendente fulgor
Aquello podía ser André de Fouquières o Pocardy
o también el ostentoso comedor
del café dela Paix o chez Maxim's.

Los poderosos señores de antaño
y buenos goumets hacián pendant
con mujeres hermosas
y platos extraños:
poulardines trufées, ragut.
Corría el Cordón rouge,
el inefable Lanson 
y el buen Cliquot frappé.

Un Hors-d'oeuvre exaltado:
                  jambón glacé,
                  caviar rosado,
                  áspid de foie-gras
                  vitel toné,
                  paltas con camarones y paté.

Las burlonas coquetas de senos infernales,
de cuerpos modelados por la seda o el raso,
torturaban con crueles miradas pasionales
al galán que soñaba morir entre sus brazos.

Buscando ángulos íntimos del comedor
el pianista ponía un fondo musical ad hoc.
Cuando a una pareja besándose veía,
eran delicados preludios
y Schumann desde el piano sonreía.

En tus cordiales manteles
nuestro teatro supo tender 
sus ramos de laureles:
Pablo Podestá, Tallaví, Lliri o Panchito Aranaz
y el galán infaltable
de aquellos verdes años que hizo
suspirar más damas
que todos los poetas de antaño:
Alberto Ballerini, El Narciso.

Noches inolvidables
 con don Enrique Falbi,
en las que este fastuoso caballero
derrochaba el dinero
abonando adiciones memorables.

Y por este lente caleidoscópico
que es el recuerdo,
surgen imágenes en colores
de jóvenes pianistas,
bohemios trasnochadores:
Juan Carlos Cobián, el Chopin del tango
y señor de la noche
daba su recital,
ejecutando sus tangos primigenios:
El trino, El gaucho, El Orejano 
o aquel otro que nunca trascendió
y que se llamaba Mano a mano
muy anterior al de Celedonio
y Gardel-Razzano.

Maco Milani, caballero de rango social,
siempre le pedía que tocara Joaquina
porque ese tango lo ponía sentimental.

El gordo Roca,
pianista dilettante y habitué,
lo reemplaza a veces
para tocar su tango Ivette.

También Ángel D'Agostino
estrenaba sus primeros pantalones largos,
adolescente profesor
que desde el piano
hacía  lucir el arte de sus manos
en aquel increíble comedor.

Jóvenes de la élite porteña:
Varela Castex (Cacerola),
Carlos Aubone, Torres Agüero,
eran los infaltables niños piolas.

Rotisería de Lavalle y Talcachuano,
han quedado en tus muros
duendes emparedados
y a pesar de que estás
como una ochava más
frente a la incomprensión de Tribunales,
no podrán olvidarte jamás
los viejos porteños sentimentales.

ENRIQUE CADÍCAMO
                 


lunes, 12 de febrero de 2024

Moneda de cobre

    Este tango lo compusieron en 1942 el poeta Horacio Sanguineti y el cantor-compositor Carlos Viván. dos creadores de fuste que dejaron su marca en grabaciones de orquestas y cantantes. Entre ambos crearon también los tangos Amiga, El Barco María y la Milonga para Gardel.  Hay que tener en cuenta que la frondosa y exitosa obra de Sanguinetti la escribió en poco tiempo, dado que fallecíó a los 43 años.

   Cada vez que debo comentar un tema suyo, tengo que abravar en el laberinto de insatisfacciones que horadaron su vida y que lo llevaron a la autodestrucción, tempranamente, y en pleno éxito. Porque lo suyo es digno de alabanza, ahondar en cada verso para contemplar su derrumbe emocional, aunque en el caso del tango que traigo a la palestra tiene otros perfiles.  

                                 

    El hecho de que Moneda de cobre haya sido grabada por Tanturi-Castillo (1942, Demare-Berón (1943)  Héctor Varela-Argentino Ledesma 1953), Belussi-Requena (1960), Luis Cardei con el fueye de Antonio Pisano (1995) o  Ariel Ardit, entre otros, y que lo hayan instalado en su repertorio, da una pauta sobre la polenta de un tema que escuchamos reiteradamente.

   Los versos de Sanguinetti describen la historia de una muchacha morena producto de la esclavitud que sembraron los ingleses en Argentina y Uruguay, derivada de una ley que les permitió dicho tráfico, a partir de 1588. Y narra la trayectoria de la  humilde jovencita que nació en una zona pobretona, hija de padre rubio, madre negra y finalmente es ubicada para trabajar en un cabaret. Su belleza natural se irá despintando rápidamente.

Tu padre era rubio, borracho y malevo,
tu madre era negra con labios malvón.
Mulata naciste con ojos de cielo
y mota en el pelo de negro carbón.
Creciste entre el lodo de un barrio muy pobre,
cumpliste veinte años en un cabaret.
Y ahora te llaman moneda de cobre
porque vieja y triste muy poco valés.

   Las palabras tango y milonga tiene origen africano y la milonguera que luce su estampa en el Folies Bergère es descendiente de esclava y ha saltado al cabaret después de su paso triunfal por la milonga.. El constante tableau vivant, las madrugadas interminables en esos antros de perdición, la van destruyendo rápidamente, quedando atrás la familia, el barrio, y se va  reflejando su vida más allá del fulgor de la instantánea.

Moneda de cobre,
yo sé que ayer fuiste hermosa;
yo con tus alas de rosa
te vi volar mariposa
y después te vi caer...
Moneda de fango,
¡Qué bien bailabas el tango!...
Qué linda estabas entonces,
como una reina de bronce,
allá en el "Folies Berger".

Aquel barrio triste de barro y de latas
igual que tu vida desapareció...
Pasaron veinte años, querida mulata,
no existen tus padres, no existe el farol.
Quizás en la esquina te quedes perdida
buscando la casa que te vio nacer;
seguí, no te pares, no muestres la herida...
No llores mulata, total, ¡para qué! 

   Me gusta la versión de Lucio Demare con la voz de Raúl Berón. Lo grabaron el 1 de abril de 1943.

                          


   Y también, claro, la milonguera de Ricardo Tanturi con Alberto Castillo llevada al disco el 4 de diciembre de 1942.    

                                         


                                 

  

viernes, 9 de febrero de 2024

"Los arregladores...

 

 ...grandes olvidados del tango"
 
    Tal como sucede en la literatura, se ha señalado que la publicación de una obra representa un alivio para el autor, ya que cesará en la corrección constante con el fin de embellecerla. En la música, este proceso es similar, aunque con la particularidad de que la ejecución es un asunto individual, permitiendo que la obra sea interpretada de manera única en cada ocasión, según el intérprete. La insatisfacción y la búsqueda de la perfección llevan al artista a intentar mejorar tanto su propia obra como la de otros, guiados por su sensibilidad y criterio estético.
 
     El término "arreglo" se refiere a la intervención que se realiza en la composición escrita por el músico, mientras que la "orquestación" se vincula con la elección de los instrumentos o voces para llevar a cabo esta decisión.
En la música clásica, cada detalle está minuciosamente anotado por el compositor, y el intérprete respeta estas indicaciones de manera rigurosa. En cambio, en la música popular, a menudo solo se dispone de partes para piano que sirven como guía melódica, con algunos acordes básicos. Por tanto, es necesario darle forma y enriquecer musicalmente lo escrito mediante un arreglo.
Cuando el intérprete o el director de la orquesta no tienen la capacidad de realizar el arreglo, acuden a un músico arreglador. Este trabajo no solo embellece la obra según el gusto o la inspiración del arreglador, sino que a menudo es una necesidad cuando la partitura original es limitada.
 
   El arreglo permite introducir cambios en las melodías, en los acordes armónicos, establecer contramelodías, pasajes, solos de instrumentos, adornos, ligados y staccatos, inventar variaciones y crear acompañamientos para voces cantadas. En última instancia, es una recreación y embellecimiento del tema original, a veces necesario debido a las carencias de la partitura original o para imprimir un estilo particular.                            
Argentino Galván

                               
     Un buen arreglador logra todo esto sin perder la esencia de la melodía ni el espíritu de la obra original. No obstante, es común encontrarse con arreglos extravagantes en tangos clásicos que hacen que sea imposible reconocer la melodía original.
La orquestación implica decidir qué instrumentos o voces ejecutarán lo concebido en el arreglo. Esto incluye determinar si ciertas secciones serán interpretadas por bandoneones, violines u otros instrumentos, y si un pasaje será ejecutado al unísono o con voces separadas. La orquestación busca lograr equilibrio en el conjunto, así como un buen diseño y acabado de la pieza musical. 
                Es evidente que el arreglo y la orquestación son elementos clave que definen los estilos de los diferentes intérpretes, otorgándole a cada ejecución un matiz distintivo. Considero que sin un arreglo, la ejecución de una obra no sería posible.
Numerosos ejemplos demuestran la influencia de un arreglador en la interpretación de una obra. Un caso destacado fue el de Osmar Maderna en la orquesta de Miguel Caló; tras su fallecimiento, la orquesta continuó con el mismo estilo.
       
    Entre los arregladores, excluyendo a los grandes directores que realizaban sus propios arreglos, se pueden mencionar nombres como Julio Ahumada, Enrique Alessio, Celso Amato, Héctor Artola, Alfredo Attadía, Emilio Balcarce, José Bragato, Víctor Buchino, Gabriel Clausi, Edelmiro D'Amario, Martín Darré, Eduardo Del Piano, Mario Demarco, Jorge Dragone, Nito Farace, Argentino Galván, Carlos García, Juan Carlos Howard, Armando Lacava, Carlos Lazzari, Horacio Malvicino, Pascual Mamone, Mario Maurano, Osvaldo Montes, Máximo Mori, Miguel Nijensohn, Roberto Pansera, Juan Polito, Osvaldo Requena, Tito Ribero, Aquiles Roggero, Julio Rosenberg, Ernesto Rossi, Fulvio Salamanca, Federico Scorticati, Ismael Spitalnik, Luis Stazo, Orlando Trípodi, entre muchos otros.
 Marcelo Castelo Tango II   (Texto reformado del original de Daniel Lomuto)


lunes, 5 de febrero de 2024

De cada pueblo un paisano...

 Sí, hoy hablamos en términos milongueros y te voy a decir qué tema me gusta bailar de cada orquesta. O al menos de la mayoría que suenan en la milonga.Tomá nota.:

                 Qué necesito para poder ir a las milongas?                    

                                       D'Agostino Vargas:  Tres esquinas

                               De Angelis/Julio Martel:   Jirón porteño (Oro muerto)

                                Donato/Horacio Lagos:   Ella es así (M)

                                         Osvaldo Pugliese:  Suipacha

                                   Lucio Demare-Berón:   Se fue (V)

                                             Carlos Di Sarli:   Nobleza de arrabal

                                            Ricardo Tanturi:  Comparsa criolla

                                             Juan D'Arienzo   El simpático

         Enrique Rodríguez/Armando Moreno:   Con tu mirar (V)

                               Julio De Caro/Luis Díaz:  Sacachispas (M)

                                           Osvaldo Fresedo: Arrabalero

                      Rodolfo Biagi-Duval-Heredia:   Adoración (V) 

                              Aníbal Troilo/Fiorentino:   Te aconsejo que me olvides

                                           Pedro Laurenz:    Firuletear de bandoneón 

                Francisco Canaro/Roberto Maida:  El adiós

                              Miguel Caló/Raúl Berón:  Corazón no le hagas caso

               Ricardo Malerba/Orlando Medina:  Embrujamiento


(Si me preguntás mañana, lo mismo te hago otra lista... pero ésta, dejámela que se me van los remos...)

             

 

                                          

sábado, 3 de febrero de 2024

La cumparsita

    Anoche lo bailé una vez más a este tango inmortal de Gerardo Matos Rodríguez que te llega bien adentro. Tiene algo especial y por más que pasen los años seguirá haciéndole caricias a nuestros cuores y en la pista te llama de inmediato a formar... Cómo será su peso que las milongas cierran con el tango nacido en 1917, e interpretado por la orquesta de Roberto Firpo, en el café La Giralda, ese boliche montevideano que estaba ubicado en donde se levanta hoy el Palacio Salvo. 

                                

El café La Giralda donde se estrenó el tango de Matos Rodríguez

   Lo han tocado orquestas de todo tipo en el mundo, pianistas, bandoneonistas e incluso cantantes recreando sus versos, creados a posteriores, tanto los de Contursi y Maroni, como los propios que le adosaría el autor de la música. Troilo, por ejemplo lo grabó en cuatro ocasiones. D'Arienzo lo hizo en siete versiones incluso cantando Carlos Dante (1928) y Raquel Notar (1929).

   Como ejemplo de lo que representa esta pieza en el vademécum tanguero, valdría la pena repasar las orquestas típicas y cantores que lo llevaron al disco.

     La cumparsita

    • 118 GRABACIONES

1917-00-00 Roberto Firpo. 
1924 Alonso-Minotto. 
1924 Carlos Gardel. 
1925 Francisco Lomuto. 
12/5/1926:  Típica Victor. 
7/11/1926 Pedro Laurenz y Pedro Maffia
17/2/1927 Francisco Canaro
03/5/ 1927 Osvaldo Fresedo
17/2/1927 Carlos Gardel
00/00/1928 Juan D'Arienzo
00/00/1928 Carlos Gardel
00/00/1928 Juan D'Arienzo-Carlos Dante
11/01/1928 Roberto Firpo
00/02/1928 Juan Deambroggio (Bachicha)
17/04/1929 Francisco Canaro
27/11/1929 Agustín Magaldi con Donato-Zerrillo
00/00/1930 Julio De Caro
00/00/1931 Horacio Pettorossi
07/03/1931 Los Provincianos-Roberto Díaz
18/11/1931 Orquesta Típica Brunswick
06/05/1935 Edgardo Donato
00/00/1936 Oscar Roma (Orquesta Típica Argentina)
03/10/1936 Francisco Lomuto
04/07/1937 Cuarteto Roberto Firpo
14/12/1937 Juan D'Arienzo
00/00/1940 José María Lucchesi
18/11/1940 Ricardo Tanturi
15/04/1942 Rodolfo Biagi
10/09/1942 Rodolfo Biagi
12/11/1942 Carlos Di Sarli
28/06/1943 Osvaldo Fresedo
05/11/1943 Aníbal Troilo
23/11/1943 Juan D'Arienzo
03/06/1944 Alfredo De Angelis (Néstor Rodi)
24/07/1944 Antonio Rodio
08/02/1946 Ángel D'Agostino/Ángel Vargas
16/12/1946 Francini-Pontier - Alberto Podestá
26/08/1949 Feliciano Brunelli
17/05/1950 Osmar Maderna
23/08/1950 Edmundo Rivero (con Victor Buchino)
00/00/1951 Aníbal Troilo
00/00/1951 Astor Piazzolla
16/07/1951 Carlos Di Sarli
12/09/1951 Juan D'Arienzo
24/09/1951 Charlo
29/11/1951 Francisco Canaro-Mario Alonso
00/00/1952 Aníbal Troilo
13/06/1952 Alberto Mancione
20/08/1952 Ángel D'Agostino-Tino García
24/10/1952 Jorge Fernández
22/01/1953 Enrique Rodríguez
06/05/1953 Donato Racciatti
22/09/1953 Pedro Laurenz
25/11/1954 Héctor Varela
31/01/1955 Quinteto Pirincho (Fancisco Canaro)
20/06/1955 Carlos Di Sarli
06/07/1955 Alberto Castillo (con Ángel Condercuri)
13/09/1955 Armando Pontier
16/09/1955 José Basso
26/07/1956 José Basso
29/11/1956 Héctor Varela
00/00/1957 Ástor Piazzolla
00/00/1957 Mariano Mores
00/00/1958 Héctor D'Esposito
13/08/1958 Jorge Caldara (con Carlos Montalvo y Miguel Martino)
29/04/1959 Quinteto Pirincho
06/08/1959 Osvaldo Pugliese ( con Jorge Maciel, Carlos Guido y Luis Mela)
00/00/1960 Donato Racciati
00/00/1961 Domingo Federico (con Rubén Maciel)
28/04/1961 José Basso
29/08/1961 Alfredo De Angelis
26/12/1961 Francisco Canaro
01/06/1962 Enrique Alessio
09/04/1963 Aníbal Troilo
10/12/1963 Juan D'Arienzo
24/02/1964 Miguel Caló
00/00/1965. Reyaldo Nichele
00/00/1966 Mercedes Simone (Orq. Emilio Brameri)
21/03/1966 Florindo Sassone
00/00/1967 Fulvio Salamanca
00/00/1967 Leopoldo Federico-Roberto Grela
00/00/1968 Donato Racciati
02/05/1968 Héctor Varela
30/05/1968 Florindo Sassone
11/09/1968 Cuarteto Aníbal Troilo
00/00/1969 Osvaldo Manzi y Octeto Marabú
00/00/1970 Los Tubatango
16/04/1970 Florinco Sassone (con Oscar Macri)
07/12/1971 Juan D'Arienzo
00/00/1973 Francini-Pontier
00/00/1973 Florindo Sassone
00/00/1975 Los solistas de D'Arienzo
00/00/1976 Nelly Omar (con José Canet y Guitarras)
00/00/1977 Mariano Mores
00/00/1977 Enrique Francini
30/10/1979 Osvaldo Fresedo
00/00/1983 José Basso
00/00/1983 José Basso (b)
00/00/1986 Mariano Mores
00/00/1987 Nuevo Quinteto Real
00/00/1987 Los Solistas de D'Arienzo
00/00/1994 Jorge Arduh
00/00/1998 Orquesta  Forever Tango
00/00/2000 Orquesta Escuela de tango (Emilio Balcarce)
00/00/2001 Jorge Arduh
00/00/2001 Juan José Mosalini
00/12/2001 Salgán-De Lío
00/00/2002 Orquesta El Arranque 
00/00/2003 The Tango Group (en tiempo de vals)
00/00/2005 Orquesta Típica Silenci
00/00/2006 Juan José Mosalini
00/00/2008 Orquesta Forever Tango
00/00/2013 La Tubatango
00/00/2015 La Juan D'Arienzo
00/00/2022 Bandonegro
00/00/2023 Asato-Pais





jueves, 1 de febrero de 2024

Barrio de tango

...y a lo lejos la voz de un bandoneón....

   Alberto Castillo cantaba en aquel valsecito de Petit y Scianmarella: "Cien barrios porteños / cien barrios de amor...", aunque en realidad son 48, los barrios porteños. Y en todos ellos ha prendido el tango y en cada uno de esos barrios han nacido y han vivido personajes destacados del género musical nacido en Buenos Aires y que se ha extendido en casi todo el mundo, a lo largo de la historia.

                           Orquesta de Tango Franco Iturraspe - Artelista.com 

   Por eso pensaba destacar precisamente el origen barrial de tantos tangueros de peso, o el lugar donde se criaron. Porque, por ejemplo, yo nací en Villa Urquiza, pero desde niño viví con mi familia en Parque Patricios, al que considero mi barrio, aunque haya mudado, incluso de país. Porque allí me he formado, conocí de pibe el tango, lo bailo desde los 17 años y está implantado en mi cuore para siempre.

                         

 El tango y los barrios

                   Osvaldo Pugliese - Villa Crespo
                   Miguel Caló- Balvanera.
                   Ricardo Tanturi: Barracas
                   Ángel Vargas- Parque Patricios
                   Osvaldo Fresedo: La Paternal
                   Alberto Castillo: Mataderos
                   Héctor Mauré- Colegiales
                   Julio De Caro- San Telmo
                   Carlos Dante- Boedo
                   Aníbal Troilo- Abasto
                   Ángel Díaz- Nueva Pompeya
                   Ángel D'Agostino- Congreso
                   Armando Laborde- Palermo
                   Francisco Fiorentino- San Telmo 
                   Juan de Dios Filiberto- La Boca
                   Roberto Rufino- Abasto
                   Alfredo Gobbi- Villa Ortúzar
                   Ricardo Ruiz- Palermo
                   Oscar Larroca- Almagro
                   Rodolfo Lesica- Parque Chacabuco
                   Mariano Mores- San Telmo
                   Jorge Valdez- Villa Urquiza
                   Alfredo Del Río- Parque Patricios
                   Pedro Laurenz - Villa Crespo 
                   Lucio Demare- Colegiales
                   Juan D'Arienzo- Congreso
                   Emilio Balcarce- Villa Urquiza
                   Carlos Gardel- Abasto
                   Osvaldo Piro- La Paternal
                   Roberto Goyeneche- Saavedra
                   Roberto Mancini- San Cristóbal
                   Roberto Videla- Parque Patricios
                   Ernesto Famá: San Cristóbal 
                   Rodolfo Biagi: San Telmo
                   Jorge Casal- Villa Urquiza
                   Jorge Ortiz: San Cristóbal
                   Pedro Maffia- Balvanera
                   Andrés  Falgás- Caballito
                   Roberto Ray- San Cristóbal
                   Eduardo Del Piano - Barracas
                   Anselmo Aieta- San Telmo
                   Jorge Maciel - La Boca