Hoy habrá recordaciones en infinidad de lugares.
Y uno lo recuerda en sus propias composiciones:
Sueño con el pasado que añoro.
Me persigue implacable su boca que reía.
Verás como todo te esperaba ansioso.
Un final reñido ya no vuelvo a ver.
Lejana tierra mía bajo tu cielo quiero morirme un día con tu consuelo.
Que por mi amor hoy la vieron una lágrima derramar.
Es como el cantar de un manantial.
Pero el viajero que huye tarde o temprano detiene su andar.
Traerá quieta la brisa rumor de melodías.
Cuando se eleva tu canto cómo se aclara la vida.
Con las alas plegadas también yo he de volver.
Es un fantasma que crea mi ilusión.
Si arrastré por este mundo la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser.
Bandadas de recuerdos de un tiempo querido lejano y florido que no olvidaré.
Los recuerdos pasan con una estela dulce de emoción.
Y pa'su blanca garganta el criollo que canta tiene este cantar.
Que la amargura que siento está en mi pecho clavada.
Silencio en la noche silencio en las almas.
En tus muros con mi acero yo grabé nombres que quiero.
Pájaro herido lejos del nido eso soy yo.
Soy como un ave que en mi camino rompió las cuerdas de su cantar.
Por tus ojos negros que una tarde lloraron y que se iluminaron hoy te vuelvo a cantar.
Ahora que anochece ya en mi corazón.
Y un canto para arrullarte en mis noches de cantor.
Pues comprende que la vida fue tan sólo un metejón.
Tiempo viejo caravana fugitiva ¿Donde estás?
La horas que pasan ya no vuelven más
Yo adivino el parpadeo de las luces que a lo lejos van marcando mi retorno
Mi buenos Aires querido cuándo yo te vuelva a ver.
Sus ojos se cerraron y el mundo sigue andando...
Y encima, cada día canta mejor...
De la película "Melodía de arrabal", 1932, con Imperio Argentina
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