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lunes, 17 de abril de 2017

Copacabana

Este paraíso terrenal ubicado en la maravillosa Río de Janeiro, atesora en mi cuore numerosos y gratísimos recuerdos. Igual que le pasó a Julio De Caro en 1927, cuando actuó con su afamado conjunto en el Copacabana Palace, el lujoso hotel de Jorginho Guinle, integrante de la escudería aristocrática de dicha ciudad.

Con el conjunto viajó también Miguel Bucino, como bailarín acompañante. En una cálida charla que tuvimos en mi programa "Dialogando con swing" en radio Argentina, Bucino me contaba que dio clases de tango a muchas personas de la alta sociedad que concurrían al Copacabana Palace para escuchar a la orquesta de De Caro, y que había sido un éxito total la actuación del conjunto argentino. Incluso me hacía  gestos frotándose las yemas de los dedos, señalando el dinero que había ganado.

                                   
Julio De Caro


Sin embargo, y pese a todos los afectos que cosecharía en Río, a su hermosa y abacanada estancia en las instalaciones del imponente albergue, como la actuación en dicho lugar estaba establecida por contrato desde marzo a agosto de 1927, con el paso de los días, semanas y meses, al director de la orquesta lo comenzó a atenazar la nostalgia por su cercano país. Y las cartas de la madre realizaban un efecto punitorio para su morriña porteña.

Y entonces, Julio De Caro -que también pasó por ese micrófono y me regaló su libro autografiado "El tango en mis recuerdos", rememoraba así el nacimiento del tango cuyo nombre recuerda a la bella Copacabana que vivió un romance con el tango en aquellos meses de 1927, gracias a la actuación de la gran orquesta argentina en el hotel que lleva el nombre de la bella ciudad balnearia .

                                   



   -En cada carta de mi madre la nostalgia tremenda me invadía y doblé mi esfuerzo, no queriendo aparecer ingrato con los que, permanentemente, tenían conmigo en sus puertas abiertas, las más finas atenciones. Pero esta modalidad, de introvertida, me llevaba a recluirme, refugiándome en una correspondencia sin pausa, para así... acortar distancias.

   -Una de esas veces, atrapado  por el mal que "apretaba fuerte", recurrí a mi válvula de escape: el balcón de mi apartamento del Copacabana, cuya ubicación, mirando al mar, permitía admirar la costa enjoyada, de multicolores luces.

   -Respiré hondo... tan hondo como pude, impregnándome por dentro y fuera de aquel ambiente paradisíaco, obra de genio benéfico, para con su soplo mágico, disipar penumbras, donde me debatía... Nunca más propenso a la composición que esa noche, cuyo encuadre tan ajustadamente se prestaba. Primavera... luna llena... cielo diáfano... como si poco fuese, acarameladas parejas en el Boulevard Marítimo y, hasta mi balcón, llegando el atortolado susurro... ¿qué mayor inspiración?

                           
Copacabana Palace


   -En mi éxtasis, dieron las tres de la madrugada. Fue entonces cuando volví a sentir esa sensación, previa a algún acontecimiento. Algo o alguien guió mi mano hasta el cuadernillo de papel de música, escribiendo un título: Nido de amor, para luego continuar su cometido el fluido creador... Al día siguiente lo orquesté con mi hermano Francisco, agregándole Laurenz un solo de bandoneón (verdadera filigrana), y que estrenaríamos por la noche.

El Director del Hotel, señor Pinto, cenaría con los De Caro antes de la actuación de la noche, y allí luego de felicitarlo por el éxito, le sugeriría a Julio:
   -De Caro, ¿Podría usted componer un tango como recuerdo de su brillante estadía en Copacabana?
   -Naturalmente que sí, esta misma noche podrán escucharlo. se llama Copacabana y como subtítulo: Nido de amor...

                                     


Así nació este tango que sigue teniendo un encanto especial, más allá de las circunstancias que lo originaron. Al margen de las grabaciones que realizara de dicho tango la orquesta de De Caro, Hay una versión muy especial de Osvaldo Pugliese con la suya, que incluye un solo de piano del director, de 40 segundos, al inicio,  y un aire especial  en la interpretación, casi de música de cámara. Lo grabó el 26 de diciembre de 1985 y acá lo podemos recordar. Ben Molar, entre febrero y marzo de 1975 produjo un Disco Homenaje a Julio De Caro. En una de las interpretaciones, Luis Stazo y José Libertella convocaron a Horacio Salgán, Enrique Mario Francini y Leopoldo Federico, para dejar, juntos, esta versión de Copacabana.

Copacabana - Osvaldo Pugliese

Copacabana- Salgán, Francini, Federico, Stazo, Libertella


1 comentario:

  1. salute jose maria yo al escuchar la unica version cantada de este tango quede medio descolocado ya que la misma no hace la mas minima alusion a copacabana y ahora me entero por vos que el subtitulo era nido de amor veo que condice con la letra que canta farrel -que linda melodia tiene este tango. a proposito de la grabacion de pugliese, habian ensayado ya el tema y al otro dia los musicos no daban con las notas y el troesma se chivo,y les dijo si se habian olvidado de lo ensayado el dia anterior y uno de los muchachos le dijo : bueno maestro echenos...... y pugliese le contesto- no ,yo no los quiero echar... solo les pido que toquen bien.....te digo en esos ultimos años la orquesta no sonaba muy afiatada que digamos ,oero,,, pugliese como pichuco en un simbolo del gotan bien interpretado saludos juan de boedo

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