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domingo, 12 de mayo de 2019

Armando Laborde

Pese a que cantar con la orquesta de Juan D'Arienzo no era una tarea fácil, tuvo sin embargo varios intérpretes destacados, como lo fueron Héctor Mauré, Mario Bustos, Jorge Valdez, Alberto Echagüe y otros que supieron adaptarse perfectamente al estilo eléctrico, restallante, del Rey del compás. Armando Laborde no sólo fue uno de los que pudieron lucirse en esta orquesta que congregaba multitudes, sino que además, terminó siendo el que dejó más registros discográficos con D'Arienzo. Nada menos que 145 temas.
Armando Laborde

Se llamaba José Atilio Dattoli, era un muchacho de barrio, de esos que abundaban entonces, que cantaban en la calle con los amigos, en el café de la esquina, mientras transcurría su adolescencia y temprana juventud. Tenía linda pinta, alto, sonrisa abierta de par en par y las muchachas lo admiraban por esas dotes naturales, mientras que la barra lo instaba a cantar. En aquellos conjuntos espontáneos que se armaban en su barrio de Palermo, con músicos empíricos pero entusiastas, alternaban en algún club social o en fiestas improvisadas.

Laborde no tuvo escuela, no fue a ninguna academia de canto, lo suyo fue algo natural, surgido del apogeo del tango en aquellos años en que abundaban los cantores, futbolistas y boxeadores en todos los rincones porteños. Y los amigos lo alentaban para que llegara a alguna orquesta de las muchas que había entonces. Tuvo pequeñas oportunidades: con Manuel Buzón y cuando estuvo a punto de ingresar a la de Ricardo Tanturi, al marcharse Alberto Castillo de la misma.

Un amigo habló con el pianista de la orquesta, Armando Posada, y le comentó que Laborde podía ser el reemplazante ideal. Ëste lo comentó con Tanturi y lo convocaron para una prueba. Parecía que podía ser, pero justo llegó de Montevideo Enrique Campos (en ese entonces cantaba como Enrique Ruiz en Montevideo), y el director decidió que era el reemplazante ideal de Castillo.

Su destino, empero,  estaba escrito, sería cantor. Y Alberto Tavarozzi, violinista, director, compositor, al que Gardel le grabó 4 temas: Esta vida es puro grupo, Gotas de veneno, Media Noche y Te fuiste hermano, lo escuchó cantar a Laborde en unn encuentro casual y le prometió un encuentro con D'Arienzo. Éste ya le había grabado un tema suyo "Almanaque de ilusión". Pasaban los días, no había novedades, hasta que un día lo llama y le comunica que D'Arienzo, le va a tomar una prueba.

La orquesta de Juan d'Arienzo en 1945 con sus cantores Laborde y Echagüe

En el momento que Tavarozzi habla con D'Arienzo y le insiste en que lo pruebe al "muchacho que promete", el director lo tenía casi comprometido a Carlos Bermúdez, para reemplazar a Héctor Mauré. Pero aceptó la sugerencia de Tavarozzi y lo citó a  una prueba en radio El Mundo, a ese "muchacho pintón y de muy buena voz", del que le hablaba. Y fue un mal trago para el nervioso aspirante porque D'Arienzo no apareció a la cita. Aunque al día siguiente lo llamó por teléfono y quedaron en hacer esa imponente prueba.

 Laborde entonces era un desconocido en el ambiente y por más que se le notaban las buenas condiciones, D'Arienzo dudaba mucho y el aspirante debió cantar durante más de una hora, recibiendo finalmente el beneplácito de Fulvio Salamanca y del propio director. Su estampa y el hecho de que fuera todo un descubrimiento, una voz nueva, bien modulada, melódica, lo ayudaron en el trance. Lo mandó a ensayar dos temas con el pianista Juancito Díaz, a la casa de éste. Y sobre la marcha,  carcomido por los nervios del debutante, deja en el disco con D'Arienzo sus dos primeros registros: Color cielo y Magdala, dos tangos que fueron toda una pegada y que grabó con la orquesta el 26 de diciembre de 1944, un día después de la Navidad.

Lo curioso del caso es que a D'Arienzo no le gustaba el nombre de su nuevo cantor y no había pensado en un seudónimo artístico. Estaba ya en Montevideo para las actuaciones de fin de año y del sello grabador lo llamaban para saber el nombre del cantor y poder imprimirlo en las etiquetas del disco. Iban en el autobús que los transportaba desde Carrasco a Montevideo, D'Arienzo se para, le pregunta al conductor su nombre.: "Armando Laborde", responde éste. Y dándose vuelta le dice a su nuevo cantor: "Listo, te llamarás así". Bien a lo D'Arienzo.
                                                  
El dúo Osvaldo Ramos-Armando Laborde con D'Arienzo
Lo cierto es que Laborde tenía muy buenas condiciones y las supo aprovechar. El ritmo de D'Arienzo no permitía demasiados lujos y eso pudo conspirar en su contra, pero a cambio de eso, dejó su marca en los éxitos de la orquesta y logró una cantidad impresionante de registros ganadores. Estuvo con D'Arienzo desde 1944 a 1950. Se va con Héctor Varela, que deserta y forma su propia orquesta, y completaa 24 temas grabados. Retorna a las filas del Rey del compás en 1952. Luego forma rubro con Echagüe (constituyeron un excelente dúo), retorna con Varela y en 1964 vuelve una vez más con D'Arienzo y permanecerá en la orquesta hasta el 74.

Dejó numerosos y merecidos sucesos con la orquesta  que llenaba clubes, salones, vendía discos a rolete, realizaba giras impresionantes, sus presentaciones en radio El Mundo o Splendid tenían una tremenda repercusión y en venta de discos fue insuperable. Algunos de los temas de Laborde siguen llenándonos la oreja y el cuore cuando los bailamos: Yuyo brujo, Color cielo, Pájaro sin luz, Se apagó una estrella, Lenguas de fuego, Una y mil noches, Cruz Maidana, El vino triste y tantos otros. Incluso sus grabaciones y actuaciones en dúos con Alberto Echagüe y Osvaldo Ramos fueron de muy buen nivel.

Podemos recordarlo en este tango de Carlos Waiss y Benamín García: Yuyo brujo.

                  
                     


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