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lunes, 31 de octubre de 2016

Juan Baüer

Nació en España pero fue uruguayo hasta la médula, por haberse criado en la ciudad de Salto, adonde se trasladó su familia, cuando era pequeño. Su padre fue músico y le inculcó al pequeño la afición. Progresaría rápidamente con dos profesores y el tango se le metió en el alma del niño, sobre todo cuando, ya muchachito, escuchó a la orquesta de Roberto Firpo en el Café La Giralda, de Montevideo, y los primeros discos de Gardel.

Se empapó de la atmósfera de su época y comenzaría tocando en las llamadas pensiones, que también fueron frecuentadas por músicos argentinos como Eduardo Arolas, el Negro Quevedo, bandoneonista, Tito Rocatagliata y otros músicos que saltaban el charco. A Baüer le engancharon rápidamente el apodo, que perduraría en el tiempo, de Firpito que lo identificaba claramente con el pianista que estrenó La cumparsita en  Montevideo.

                           
Juan Baüer, al piano, con su orquesta


En 1920, Baüer forma un trío con Héctor María Artola, bandoneonista-  y el violín de Roberto Zerrillo. Instalado ya  en las carteleras de la capital uruguaya, tiene su propia orquesta en la que debutará como cantor y violinista Romeo Gavioli, en 1929. Curiosamente nunca pasó a tocar en Buenos Aires, pero se justificaba con modestia, diciendo. "No voy porque ahí está el maestro verdadero", refiriéndose al pianista de quien había heredado su apodo de Firpito.

Éste último lo apreció mucho y lo alentó. Sobre todo cuando entró a destacar como compositor con temas como No te quiero más, Juventud o Adiós arrabal, sus éxitos más sonados. El primero, lo conoció Carlos Gardel por una  casualidad y le pidió permiso a Baüer en Montevideo para grabarlo, cosa que hizo a su regreso a Buenos Aires, en 1927, acompañado por las guitarras de José Ricardo y Guillermo Barbieri. Los versos del tema son de Juan Estapé, que le cedería los derechos del mismo a su amigo Baüer.



Este tango tendría un largo recorrido en el repertorio de orquestas y cantantes. Como Adiós arrabal, que lleva letra de César Lenzi, lo grabó Julio De Caro con su orquesta, cantando Pedro Lauga,  y sigue firme en las milongas, en la interpretación magistral de D'Agostino-Vargas. También llevaría al disco Gardel, el hermoso tango que Baüer compuso con versos de Roberto Aubriot Barboza: Juventud. Lo hizo el 20 de marzo 1930, con las guitarras de Aguilar, Barbieri y Riverol.


El violinista Reynaldo Nichele, que comenzó su carrera en Montevideo, donde estuvo radicada su familia, tocó con Baüer, en la orquesta de éste y hablaba elogiosamente de su persona y como músico. Cuando Nichele se mudó a Buenos Aires, encontraría su sitio en la orquesta de Troilo durante más de veinte años.  En 1937, Mario Soffici dirige la película: Cadetes de San Martín, en la que se estrena el tango de Baüer: Veinte años.

Quiero recordarlo a  Firpito Baüer (1897/1952), en esta grabación  de Julio De Caro: Adiós arrabal, realizada el 15 de marzo de 1930. Y también me gustaría que escuchen otro tango suyo: Amor ciego, que grabó la Típica Victor el 12 de diciembre de 1927.

Adiós arrabal - Julio De Caro - Pedro Lauga

Amor ciego - Típica Victor 


3 comentarios:

  1. saludos jose maria buenos datos juan de boedo

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  2. jose maria recien despues de muchos meses descubro el bolonqui que hay que hacer para dejarte mensajes saludos juan de boedo no entendis un joraca

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  3. No lo sabía, ni sé cómo se hace. Lo mío es más fácil. Te extrañaba....

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