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lunes, 19 de junio de 2017

Julio Ahumada

Con sus flamantes veinte años llegó a Buenos Aires, instalándose en la famosa Pensión "La Alegría", de la calle Salta 321, donde convivió con un lote de músicos que harían roncha en los años cuarenta, cincuenta y más adelante. Toda gente procedente de provincias, con capacidadaes instaladas en sus quehaceres, estudios y dedicación. Ahumada traía las enseñanzas bandoneonísticas y musicales que le había transmitido Abel Bedrune.

Sería junto con otro alumno de aquel maestro, Antonio Ríos, la dupla de fueyes que en Buenos Aires supieron mostrar sus credenciales y ocupar puestos importantes, gracias a sus respectivas jerarquías. El mismo Ahumada había debutado en la orquesta del Canaro rosarino, como le llamaron algunos a Abel Bedrune, siendo un pibe, igual que Ríos. Con su fraseo afiligranado y pureza de sonido, Ahumada mostraba rasgos de parentesco artístico con Pedro Maffia, fundador de un estilo que seguiría el rosarino.

                                         


Así iría pasando por las orquestas de Roberto Zerrillo, de Miguel Caló y la de Alberto Soifer, dejando en las mismas su sello de calidad. Ocupó su atril en el atildado conjunto de Lucio Demare. Emilio Balcarce lo reclutaría en la orquesta que formó para acompañar al triunfante Alberto Castillo, y allí dejaría sus filigranas para el recuerdo, en algunos temas grabados.

El muchacho ya había ganado con creces su lugar en el tango y Aníbal Troilo no dudó en señalarlo como un bandoneonista de lujo, cuando asistió a verlo y escucharlo en un par de oportunidades. Lo contrataron para la Orquesta estable de radio El Mundo, pero a la vez siguió alternando en otros conjuntos, como el de José Basso, pero también en las formaciones gigantes de Argentino Galván  y Héctor Artola.

Una muestra indudable de su categoría queda graficada en el hecho de que el maestro Juan José Castro lo llama para formar en la orquesta que, que en el Teatro Alvear, da vida a la Ópera de dos centavos. Y es el único bandoneonista que integra esa orquesta clásica. Transcurría la década del cincuenta cuando recala en los conjuntos de Joaquín Do Reyes o la de su gran amigo Enrique Mario Francini, como primer bandoneón y arreglador.

                                   


Radio el Mundo contrata a la orquesta Ahumada-Bonano, donde muestra sus dotes de co-director y más tarde dará otro paso importante con Los cuatro del tango, donde funge con su fueye junto a las guitarras de Marsilio Robles-Juan Mehaudy y el bajo de Eugenio Pró. Con este conjunto llega al disco, en el sello Espacial.  Nélida Rochetto lo alía con el contrabajista Hamlet Greco para unos conciertos de bandoneón y bajo que tienen mucho éxito en el teatro Apolo.

No destacó mayormente como compositor. Sus temas más conocidos fueron El gurí, A Anselmo Aieta, Hasta el último tren, Un grillo cualquiera, Amor de golondrina (estos tres últimos con Julio Camilloni), Otra copa más (con Nicolás Pellegrini), Tangueando en el contrabajo (con Rafael del Bagno), Cuando escucho un tango (Con Ernesto De La Cruz y Julián Centeya). También compuso con Carlos Figari y otros.

                                        
 "Los astros del Tango". Mario Lalli, Julio Ahumada (el más alto arriba), Jaime Gosis, Galván y abajo, en la foto de 1959 en Radio Belgrano: Rafael Del Bagno, Enrique Francini, Elvino Vardaro y José Bragato.

En 1974 viajaría a Japón como primer bandoneón de la orquesta de Carlos García y allí sedujo a los aspirantes japoneses aspirantes a  bandoneonistas. Precisamente un sello de aquel país le solicitó material para imprimirlo en un disco y formó entonces una orquesta de apuro en Buenos Aires para cumplimentar tal petición y ensayar los temas escogidos.

La misma estaba integrada por Ahumada como director y junto a Leopoldo Federico, Néstor Marconi, Alberto Príncipe y Julio Pane, en fueyes. Antonio Agri, Emilio González, Mario Arce, Simón Broitman, Alberto del Bagno, Aquiles Aguilar, Mario Abramovich y Nathan Melman en violines. Adrián Pucci: viola. Enrique Lannoó: violoncello. Kicho Díaz: contrabajo. Alberto Giaimo al piano y Gabriel De Lío en bajo eléctrico.

                                         


Registraron 12 temas en 1983, que fueron grabados en Japón y llegarían a Buenos aires un año más tarde. Justo cuando el bueno de Julio Ahumada se había despedido de este mundo en marzo de 1984.  Vale la pena volver a escuchar un par de temas de este elepé llamado Pa'que sepan como soy. Y entonces los invito con el tango de Agustín Bardi: La racha. Y de Osvaldo Pugliese: Recuerdo. De paso, podemos escuchar una grabación de Los cuatro del tango, citados arriba, que realizó en México el sello Eco, con el título: Ecos de Buenos Aires.. En este caso escojo La cumparsita.

La racha- Julio Ahumada

Recuerdo- Julio Ahumada

La cumparsita - Los cuatro del tango



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