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miércoles, 18 de noviembre de 2015

Tita Merello


Es un pedazo grande de la historia del tango, del cine, del teatro,de las revistas porteñas y de la televisión. Su historia personal resume fracasos y logros, amores y desencuentros y una tremenda frustración sentimental que arrastró durante muchos años. Su infancia no fue muy agradable tampoco y quizás estas circunstancias hace que su triunfo artístico, en todas estas facetas citadas, no le alcanzase para disfrutar de la revancha que su alma necesitaba.

                                           


Yo la traté brevemente, cuando compartimos distintos trabajos periodísticos en revistas de la Editorial Abril. Un día coincidimos en la cafetería de la Editorial. Se la veía mal anímicamente. Y recuerdo el dolor con que me dijo estas palabras.

 -¿Vos me imaginás a mí dando consejos amorosos a las jóvenes en esta revista? Justo yo que simbolizo todos los naufragios del amor y me moriré sóla... Sola como anduve casi siempre, aunque a veces aparentemente acompañada. Es cierto que el cariño de la gente, de colegas, del público, existió siempre, pero es muy triste ser una total desafortunada en el amor y eso es una carga muy, pero muy dura.. Y ahora doy consejos.... imaginate.

Me mató. La tristeza flotaba en sus ojos. Y sí, respondía cartas de lectoras que tenían esos problemas que tienen todos los seres humanos en los hermosos y brumosos caminos del amor.

                                           


Tita hizo de todo, casi siempre bien y en muchas ocasiones brillantemente. Como cantante de tango tenía una voz pequeña, de diseur, que se quebraba. Orillaba el estilo de Sofía Bozán, aunque con sus propios modus. Debutó en cine con la Película Tango (1933). Cantó en  1932 con la orquesta asociada de Ernesto Ponzio y Juan Carlos Bazán. Grabó con Héctor Varela y se ganó los fervores del público en los Sábados circulares de Pipo Mancera,  acompañada por el conjunto que dirigía el pianista Oscar Sabino.

La entrevista toca momentos políticos, que siempre irritan a los argentinos, pero acá lo que interesa es la figura de Tita de Buenos Aires y por eso traigo esta larga entrevista que le realizó Julio Maharbiz, la última que concedió Tita- en su propia casa-. Allí Mahárbiz la visita  para su exitoso programa Argentinísima, en 1994.

Un documento, que a mi juicio, vale la pena revisitar por el peso artístico que se ganó a pulso Tita.


                                        

                                             

1 comentario:

  1. hola jose maria y.... nosotros tambien tuvimos una ana magnani pero mas completa que la tana tita es un simbolo de la porteñidad saludos juan de boedo

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