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viernes, 13 de noviembre de 2015

El abrojito

Este tango de Jesús Fernández Blanco y Luis Bernstein fue el tercero que grabaría Alberto Morán con la orquesta de Osvaldo Pugliese y le permitiría ganar un sitio importante entre la excelencia de cantores de los años cuarenta. Se trata del flaco Morán que sentía una profunda admiración por Fiorentino, y canta en un medio tono distinto al que lo caracterizaría poco tiempo más tarde, cuando se había convertido en todo un ídolo de los seguidores de Pugliese, especialmente de las muchachas.

El abrojito lo había grabado Julio de Caro con su Sexteto el 13 de octubre de 1925 en forma instrumental. Realizaron una excelente versión de entre las muchas que registraría este pequeño conjunto de maestros, y a la vez muy bailable, por lo cual llegó a trascender en su tiempo, aunque se fue apagando por la llegada de nuevos y hermosos tangos que plantarían su bandera ganadora en la historia del género.

                                         


La letra le pertenece al prolífico Fernández Blanco, autor de infinidad de temas de distintos géneros, y aunque fué más importante el acierto en unos cuantos tangos que alcanzaron gran popularidad, que  el volumen de toda su obra, es evidente que acertó en los matices y sobre todo en una hornada de temas camperos y gauchescos que reflejaban aquella Buenos Aires vecina de la gran pampa. La que poco a poco, y gracias a las grandes edificaciones y trazadas de barrios, constituirían la ciudad porteña.

Curiosamente Fernández Blanco fue un letrista acriollado, dado que había nacido en Cuenca de Campos, un pequeño pueblo castellano de unos 48 kilómetros cuadrados de extensión, que está a algo más de 60 kilómetros de distancia de Valladolid. Sus padres se fueron a la Argentina como inmigrantes y él se adaptó rápidamente a su nueva vida.

                                                         


Carlos Gardel lo conoció y le grabaría un par de temas suyos: Calor de hogar (con Eugenio Carrere) y El barbijo (con Andrés Domenech). Llegó incluso a ponerle letra a dos tangazos de Eduardo Arolas:  Catamarca y Suipacha, aunque lo que predominó fué la música del Tigre del fueye. Con otro prócer: Agustín Bardi escribiría Tierrita. Con Julio De Caro harían Chicharra, con Francisco Canaro, Corazón de oro (el valsecito que Pirincho le dedicó a su madre). Con Augusto Berto crearon La payanca y La biblioteca. Con Juan Canaro realizaron numerosos temas, entre los cuales destacaría el vals Lo que vieron mis ojos, que grabarían Ada Falcón, Francisco Lomuto y Francisco Canaro.

Luis Bernstein era hermano de Arturo Bernstein el famoso bandoneonista y maestro,nacido en Petrópolis (Brasil), que fue tal vez el primer instrumentista que leía música e iba dejando atrás a los orejeros. Luis era guitarrista y cuando este instrumento fue desplazado de los conjuntos que iban incorporando nuevos elementos, pasó a tocar el contrabajo, y actuaría con su hermano y con  músicos como Arolas, Aieta, Matino, Serivido y otros. Como autor destaca con sus temas: Don Goyo, El vazquito, Flor de tango (con Horacio Sanguinetti), Ojos maulas (con Alfredo Roldán), Mar del Plata, La casita está triste (con José De Grandis), El apache porteño, o el que trato hoy.

                                             


Osvaldo Pugliese rescataría El abrojito, después de veinte años de oscuridad, Había conocido y tratado a Fernández Blanco, que fue uno de los fundadores de la primera Sociedad de autores y ocupó cargos importantes en SADAIC, siendo muy respetado por sus colegas debido a su defensa de los derechos autorales. Éste le pasaría la partitura y la letra a Pugliese y sería la tercera participación de Alberto Morán con la orquesta, despúes de Yuyo verde y Maleza. Un éxito que le depararía enormes satisfacciones al cantor y lo lanzaría al estrellato.

                                           

Lo grabó Pugliese con su orquesta y el Flaco, el 24 de julio de 1945 y se nos quedó como abrojito prendido en el cuore. Igual que esos abrojitos que recogíamos entre los cardales y los yuyos verdes de la maleza y nos los arrojábamos para que quedaran prendidos en la ropa o el cabello entre los chicos de la barra.

                               


¿Lo escuchamos?

El abrojito - Sexteto Julio De Caro

El abrojito - Osvaldo Pugliese-Alberto Morán


2 comentarios:

  1. se cuenta que moran que arranco en su primera grabacion con yuyo verde ,luego continuo con maleza cuando vino la tercera grabacion que es el abrojito,le dijo en joda a pugliese-maestro saqueme del pantano-..... que hermosa media voz en ese entonces del flaco y poco la cuido por falta de estudio el faso las copas y las namis no obstante alcanzo todavia mas popularidad en su etapa solista por algunos años que con pugliese entre el 55 y los sesenta era dificil contratarlo por la seguidilla de bailes que hacia un grande saludos juan de boedo

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  2. Cuando se fue de la orquesta de Pugliese y estaba con Armando Cupo en la Confitería Montecarlo, yo iba prácticamente todas las noches. No cabía un alfiler. El flaco me premió alguna noche invitándome a la salida con un par de muchachas... ¡Que ídolo fue, sobre todo de las mujeres que lo adoraban!

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