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jueves, 18 de septiembre de 2014

Tiempo de Fiore

Su nombre siempre permanecerá unido al de Pichuco. Esos seis maravillosos años en la orquesta de Troilo sirvieron no sólo para edificar una idolatría, sino también, para que setenta y pico de años más tarde, esas obras que fermentaron juntos, iluminen las pistas de baile de todo el mundo, y el corazón emocionado de los tangueros. .

Porque Francisco Fiorentino era bandoneonista, músico, y su voz, sus interpretaciones, eran absolutamente musicales, aunque en algunos casos sonaran farragosas. Al fin de cuentas también Pichuco en ocasiones embarraba un poco la cancha para emerger en pinceladas  gloriosas que ponían la piel de gallina a los músicos de la orquesta y a los oyentes. El tono era lo que importaba, ése tono.

                               


Séptimo hijo de tanos inmigrantes, todos los hermanos tuvieron que salir tempranamente a trabajar para contribuir a parar la olla en la humilde casa del barrio porteñazo de San Telmo, donde vio la luz. También el barrio le dió el baño de tango que fue creciendo en su sangre. Ayudante de sastre y bandoneonista de afición, su hermano Vicente le daría las primeras lecciones del instrumento que completaría el afamado Minotto Di Cicco, primer fueye de la orquesta de Francisco Canaro.

Pensar que lo ví siendo un chico, en Radio Belgrano, a la que me llevaba cada tanto un muchacho del barrio que conseguía entradas. La imagen que me quedó para siempre fue su interpretación de Tabernero con José Basso, esa tarde-noche, y el hecho de que antes y después de cada tema se introducía una pastilla en la boca que luego, al intervenir, expulsaría.

La percha de Fiore junto al Toto Rodríguez. Orquesta de Troilo en Radio Splendid
                                                  
Yo pienso que Fiore es Troilo y que esa media docena de años que estuvo en la orquesta la gozan y gozaron muchas generaciones de tangueros/milongueros. Son inseparables. ¿A quien le puede importar que haya cantado con Canaro, con D'Arienzo, Cobián, Julio Pollero, con Fogelman-Gorrese en Europa, con Maffia, con Roberto Zerrillo, con Vardaro-Pugliese, o con los Poetas del Tango, o con Ricardo Malerba o Daniel Álvarez. O que haya tocado el fueye con Canaro o con la Típica Fiorentino que dirigía su hermano Vicente. Ése no era el tano Fiore, era otro tipo. Nada que ver. No hay más que escucharlo en grabaciones.

                                             


Fue Fiore desde el 1º deJulio de 1937, cuando debutó con la flamante orquesta de Aníbal Troilo en el cabaret Marabú de la calle Maipú. Esa orquesta a la que además asesoró en la vestimenta aprovechando su antiguo trabajo de aguja, tijera y el centímetro de tomar medidas. Pichuco le prestó su voz pequeña y su sentimiento al nuevo vocalista. Fue un trasvase mágico que lo reconvirtió cuando le faltaban tres meses para cumplir 32 años de edad. Y Fiore pasó a ser como el fueye de Pichuco, el piano de Goñi, el violín de Sapochnik o el contrabajo de Fazio (o el de su sucesor: Kicho Díaz). Por algo Raúl Garello, que fuera primer fueye de Troilo comenta: "Pichuco fue un cantor frustrado. ¡Cómo cantaba! El decía que si no fuera por esa voz de papel de lija, se hubiera dedicado a ser cantor. Por eso hacía cantar todo lo que tocaba!..".

                                  
Fiore de blanco junto a Pichuco en Montevideo. Ya estaba Piazzolla en la orquesta

Y Fiore dió cuatro años de ventaja de cara a la posteridad. Porque después del primer disco de la orquesta en Odeón, en 1938 -dos instrumentales- , recién comenzaron a grabar en la RCA Víctor el 4 de marzo de 1941. Dos temas grabado con la voz de Fiorentino: Yo soy el tango y la milonga Mano brava. Orillaba entonces los 36 años, o sea, nacía como cantor para los que escucharían sus gorjeos entre el lujoso swing de Goñi al piano, y el contracanto del fueye de Pichuco. Grabaciones que con el tiempo servirían para llenar el currículo de Pichuco y su llamada: Orquesta de los cantores.

Alberto Morán, en aquellos descansos de la Confitería Montecarlo, donde yo decía presente varias noches a la semana, cuando se desvinculó de Pugliese me hablaba de Fiore con una real emoción. "Fue todo un maestro -me decía-, al principio yo cantaba en su estilo. Luego, lógicamente fui encontrando el mío, pero me tenía atrapado. Cada vez que lo escuchaba en temas como Te aconsejo que me olvides o En esta tarde gris, se me volaban los pajaritos...".

                                                       
Troilo-Fiore. Una dupla para la leyenda del tango


El tango inicial que cantó Fiore con Troilo en el Marabú, fue Sobre el pucho, de Piana y González Castillo y el último: Adiós Pampa mía. Ninguno de los dos fue grabado. Pichuco mismo se emocionaba cuando le hablaban de su primer cantor y recordaba que sus hinchas juntaron muchas firmas para que lo reintegrara pero el Tano ya volaba hacia el olvido, que iría haciendo parada en su orquesta que dirigía Piazzolla y luego Spitalnik, con Basso, Mancione,  o Puglia-Pedroza...

Ya nunca más fue ese Tano Fiore que cantó con Troilo. El que se mordía el pañuelo en los ensayos porque no enganchaba la entrada a tiempo o se trabucaba y obligaba a la repetición. O sanateaba en algún momento para seguir a la orquesta. Nada importaba. Su voz era otro instrumento de la Típica de Troilo. Incluso había dejado atrás la etapa de los estribillistas y con Pichuco inauguró la era de las letras cantadas enteramente, o al menos la primera y segunda parte. También fue protagonista de la dupla de vocalistas definitivamente consolidadas. Si hasta Troilo fue cambiando para dejar atrás aquellos años de Fiore. Era otro Pichuco siempre creciendo, pero el principio nunca pudo olvidarlo.

                       
Ensayando en Radio El Mundo
                 

Murió en un accidente del auto en que viajaban, en Mendoza, en setiembre de 1955. Al día siguiente yo estaba en la sede de SADAIC, de la calle Lavalle, con mis amigos, el Gordo Draggi y Osvaldo Bregaglio, sobrino de los Pizarro que triunfaron en Francia, para recordarlo. Infinidad de gente del ambiente e hinchas suyos, llenaron incluso la calle. Con él se nos fue toda una época inolvidable del tango, que sobrevive genialmente en esos discos eternos.

Puedo poner cualquiera de los temas que grabó con Pichuco, aunque por esta vez, acudo a dos inéditos de la dupla que quedaron como él, en la cuneta. De José María Contursi y Pedro Laurenz: Vieja amiga.  Y del mismo Contursi, Enrique Francini y Héctor Stamponi: Bajo un cielo de estrellas.

Sí, tienen algo de ruido, pero ¿a quién le importa eso hoy?

2- Vieja Amiga - Troilo-Fiorentino

1- Aníbal Troilo- Bajo un cielo de estrellas - Fiorentino


3 comentarios:

  1. pichuco y fiore tango quimicamente puro mientras quede un solo bailarin en el mundo estos dos estaran vivos en el recuerdo juan zuchelli comenzaba su aydicion nocturna con un tango de ambos era a las once de la noche y yo un purretito que tenia que madrugar a las siete de la matina para ir al cole me bancaba el sueño para escuchar esa version y pensar que todo esto paso alguna vez por buenos aires y yo no estaba la pmqlp salute

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  2. No estábamos, pero los tenemos.... El Loco Zucchelli me invitó a la radio cuando yo estuve en "Odol pregunta", y contestaba sobre tango. Mi hermano escuchaba todos los programas de tango y mi oreja se fue afinando ahí. Te confieso algo: Como Discjockey, cuando pongo las cuatro de Troilo, siempre son de su primera época y casi todos cantados por Fiore. Es la época más bailable del Gordo. Me gustan muchos, pero el más genial es "Te aconsejo que me olvides". La entrada ya es milonguera al mango. Después Goñi con el piano los lleva en volandas y Fiore da un concierto. Cuando termina l primera parte del cantor, hay un contrapunto entre Goñi y el Gordo que me vuelve dloco. Y después de ese raje fabuloso, vuelve Fiore con su chamuyito musical y es una delicia bailarlo y escucharlo.

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