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miércoles, 6 de agosto de 2014

Ataque Pugliese

Hoy me dió un "ataque Pugliese". Pongo varios temas del troesma de Villa Crespo y los cables que conducen la sangre al cuore comienzan a alterarse y a nostalgiar vivencias de esas que se atascan en el alma. Además estuve chamuyando con Beba, la hija de Don Osvaldo, Roberto Mancini, gran cantor me mandó unas fotos y comienzo a desclavar de las paredes los recuerdos que me acercan a esa orquesta que sigue vivita y coleando en todas las discotecas del mundo que huelan a tango.

Los padres del pianista, Adolfo Pugliese y Aurelia Terragno, ambos de 25 años de edad,  recibieron a su tercer hijo el 2 de diciembre de 1905, y declararon su nacimiento cuatro días más tarde, bautizándolo como Osvaldo Pedro. Adolfo era flautista y cortador de cueros del calzado. La herencia musical la recibirían sus tres hijos: Adolfo, Alberto y Osvaldo. En esta foto lo vemos al feliz padre en su época de músico.


Adolfo Pugliese, arriba en el centro, con la flauta traversa, detrás de la cantante.


Alberto, hermano de Osvaldo, fue quien hizo de puente para que éste ingresara en la orquesta de la bandoneonista, tempranamente desaparecida, Paquita Bernardo, que también pertenecía a ese barrio de Villa Crespo por el que corretearían los hijos de Adolfo. Después vendría el debut en el centro, alistado en la orquesta de Enrique Pollet, y el salto inmediato, nada menos que al conjunto de Pedro Maffia, con quien militó cuatro años.

El famoso sexteto Vardaro-Pugliese, se forma en 1929, y debuta en el Café Nacional. Se deshizo por falta de trabajo y al año siguiente estaban otra vez en la cancha. Debutaron  el 1 de diciembre de 1930 en el Cine Metropol, con estos nenes: Elvino Vardaro y Alfredo Gobbi en violines, Miguel Jurado (reemplazado por Aníbal Troilo) y Ciriaco Ortiz en bandoneones, Pucherito Adesso en contrabajo y Pugliese al piano. ¿Te imaginás lo que serían?

Después de toda la etapa de formación, el 11 de agosto de 1939, Osvaldo Pugliese debuta -¡por fin! al  frente de su propia Orquesta, en el Café El Nacional, de la calle Corrientes y Carlos Pellegrini. Al mes siguiente, se corrieron unos metros y pasaron al palco del Germinal. Este afiche muestra lo que significaba el tango en aquella bulliciosa Buenos Aires del centro que presagiaba la gran década del cuarenta que se venía con todo.

                                       
                                     
La orquesta inicial estaba formada por Enrique Alessio, Osvaldo Ruggiero y Luis Bonnat en bandoneones, Enrique Camerano, Julio Carrasco y Jaime Tursky en los violines; Aniceto Rossi al contrabajo, Osvaldo Pugliese y en el piano y Amadeo Mandarino era el cantor.

El maestro comenzaba su viaje hacia el corazón de los tangueros, en los cuales quedaría instalado para siempre por la categoría de sus músicos, por los  arreglos y orquestaciones, sus cantores y un afán de progreso, que no decayó jamás, aunque fueran cambiando los integrantes de la orquesta.

Además, por sus convicciones políticas que jamás abandonaría, por su línea de conducta, sufrió prohibiciones y cárceles, que no lograron el objetivo perseguido, aunque atravesara con su esposa, María Concepción Florio y su hija Beba, época de graves dificultades económicas. Entre los muchos recuerdos tangueros conservo este programa de su orquesta, en el que se ve a Osvaldo Manzi, en tono gris, impreso de apuro, reemplazando a Pugliese que estaba encarcelado en esos momentos.



Y esta situación de Pugliese con la policía persiguiéndolo,  la viví con la barra cuando acudíamos a bailar al Club Atlético Huracán, donde vino tantas noches. Veladas inolvidables, milongueando hasta las cuatro de la mañana, y su fervorosa hinchada terminaba saliendo en formación a la calle, en la madrugada cantando: "¡Ese...ese...ese...La barra de Pugliese..!" Llevaban siempre una tirita en el rostro y el yuguiyo (cuello) de la camisa bien alto. La corbata con nudo filipino.Inconfundibles.  En la imagen se ve al Negro Miguel Montero que debutó como cantor precisamente en una velada en Huracán y su última actuación en la orquesta fue también en la Sede social de la Avenida Caseros 3159.

                                

Y para que se tenga una idea aproximada de lo que era el tango en esa época y la gente que arrastraban orquestas como la de Don Osvaldo, en la parte posterior de este recuerdo que conservo en mis archivos, puede verse el calendario de un mes en bailes. Sin contar las actuaciones en radio,  ni las grabaciones, ni tampoco en boites o confitería bailables.

                                     




En ese sábado 9 de noviembre que marca el calendario, ahí estuvimos con la barra fiel en los hermosos salones de Huracán, bailando Pugliese, que era una manera muy especial de milonguear. Y nada mejor que seguir evocándolo con un par de grabaciones de ésas que dejan poso y un buraco en el cuore. Si dan ganas de amasijarse bailando...

Son todos impagables pero saco dos para colorear aún más esta página. El tangazo de Eduardo Arolas: Suipacha, grabado el 26 de octubre de 1956 y Qué pinturita, del bandoneonista de la orquesta, Esteban Gilardi. Lo llevó Pugliese con su orquesta al disco, el 6 de agosto de 1958.

¡Chapeaux!

 Osvaldo Pugliese - Suipacha

Osvaldo Pugliese - Que pinturita                                                                        




4 comentarios:

  1. mamma mia que recuerdos y que epoca irrepetible abrazo

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  2. É vero muchacho. Menos mal que la viví a fondo y me queda el regusto de esa época maravillosa. Abrazote.

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  3. Muy interesante como siempre, lindos recuerdos, muchas gracias. Que interesante el afiche del Bar Germinal. 20 septiembre fue un miercoles en 1939, entonces el afiche debe que ser de 1940, no?
    Un abrazo

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  4. Hola Michael. No estoy seguro. Puede ser de fines del 39 o principios del 40. Pero ya estaríamos en pleno verano y enero-febrero se descansaba o salían de gira... Abrazote.

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