Cantor: esporádicamente en el 35 Ricardo Ruíz –quien luego volvió en la década del cuarenta-. En esta ocasión grabó solo un tema, la rumba de Lecuona “Canto Siboney”, disco Victor Nº 37751 del 5 de abril de 1935. También intervino ese año Roberto Díaz, dejando impreso el tango de José María Rizzuti y Santiago Giordano “Retazo”, disco Victor Nº 37733 del 22 de marzo del mismo año. En las restantes grabaciones, el estribillista fue Roberto Ray.
Escisión y nueva orquesta
En 1937 la orquesta de Fresedo con su estribillista Roberto Ray viajó al Uruguay, para presentarse en la ciudad de Montevideo en el cine Ariel y en programas de Radio Carve.
De nuevo en el país se presentó en Radio Belgrano, al frente de la cual se hallaba Jaime Yankelevich.A principios de 1939, el elenco de Fresedo pasó a revistar nuevamente como artista de Radio El Mundo.
Yankelevich para llenar el vacío dejado por el cotizado maestro, logró convencer a varios de sus músicos para que se independizaran formando una orquesta que presentaría por su emisora; así, de este desprendimiento surgió el rubro “Rizzuti-Ray”, al que se adhirieron el violinista Adolfo Muzzi y el contrabajista Humberto Costanzo.
Fresedo dejó de lado su tarea de ejecutante para ceñirse a su labor directriz, reorganizando su conjunto con el concurso de músicos de destaque que se asimilaron con rapidez, sin producirse fracturas en la línea estilística; por el contrario, se intensificó con el refuerzo de la cuerda, conforme al predominio de lo melódico en el estilo fresediano.
He aquí su integración:
Bandoneones: Luis Petrucelli, Pascual Storti, Ulderico Panella.
Violines: Victor Felice, José Lorito, Pedro Desrets y Mario Perini
Viola: Demetrio Rizzeti, luego Do Reis.
Batería y vibrafón: De Luca. Además debe agregarse guitarra eléctrica.
Arpa: Nélida Gianneo
Piano: Eduardo “Lalo” Scalise Regard
Contrabajo: Hugo Baralis (padre) por breve período y luego Tito Colom (“Ray Nolan” en el jazz)
Cantores: Ricardo Ruíz y Carlos Mayel y un fugaz paso de Carlos Roldán (que grabó “Negra María”).
El 1º de febrero de 1940 se produjo el debut de Ricardo Ruíz en Radio El Mundo.
Posteriormente se registraron continuos cambios en la fila de bandoneones:
Al fallecer Petrucelli en 1941 entró Héctor María Artola como primer bandoneón y arreglador y Federico Scorticati ingresó por Panella, quenado en consecuencia constituida la fila por Artola, Scorticatti y Storti.
En el verano 1941-1942, Fresedo viajó nuevamente a Montevideo, donde el público siempre mostró su adhesión a la modalidad de esta orquesta. Allí se presentaron en el Casino de esa ciudad.
Alejamiento de sus músicos y otra orquesta
Ulteriormente a esta presentación se produjo un conflicto entre el director y sus músicos, quienes se desvincularon en masa para constituir “La Nueva Orquesta Argentina”, que fuera encabezada por el pianista Scalise y el cantor Ricardo Ruíz, junto a los violinistas Felice, Desrets y Lorito, y el contrabajista Tito Colom.
El maestro Fresedo se vio en la necesidad de constituir una orquesta totalmente nueva, que el tiempo consagraría como una de las mejor que haya dirigió, marcando una de las etapas artísticamente más valiosas de su carrera como director.
La nueva formación fue esta:
Bandoneones: Ángel Ramos, Félix Lipesker y Anselmo Esmella.
Violines: Elvino Vardaro, Simón Blech, Antonio Casanova y Augusto Frediers.
Piano: Emilio Barbato
Violoncello: Nerón Ferrazzano
Contrabajo: Raúl Muñoz
Vibrafón: De Luca
Arpa: Nélida Gianneo
Cantor: Oscar Serpa
Es de señalar la gravitación de la descollante labor del nuevo pianista Emilio Barbato y de los primeros atriles, Elvino Vardaro en el sector violinistico y Ángel Ramos en la fila de bandoneones, menos evidente en este caso, dada las pocas oportunidades de lucimiento que Fresedo daba a los bandoneones, ante la preferencial devoción del director por las cuerdas y el piano. Barbato, un músico de sólida formación académica, concitó la admiración unánime de sus pares, por su acabada técnica y la amplitud y brillantez de su sonido.
Elvino Vardaro, a juicio de la mayoría el mejor violín del tango de la historia, opinión que comparte el autor, contribuyó a darle “cachet” a la orquesta con su inconfundible vibrato y su peculiarísimo sonido de una incomparable belleza.
No se registran cambios estructurales, sino enriquecimiento de los esquemas preexistentes, a lo que contribuyen generosamente los hermosísimos trabajos de orquestación de Héctor María Artola y el “Negro” Argentino Galván.
El vocalista Oscar Serpa, de refinada modalidad, encuadró perfectamente en los planes interpretativos de Fresedo, junto a quien permaneció hasta 1946, interviniendo en el 52, en el recordado suceso del programa radial “Ronda de ases” emitido por LR1 Radio El Mundo- Precisamente el tango homónimo de Fresedo y Manzi alusivo a esta audición fue una de sus creaciones más logradas, junto a “Noches largas”, “Te llama mi violín”, “Hermana” y muchas más.
En 1945 grabó con Fresedo el cantor melódico mexicano Pedro Vargas, registrando el tango “Vida mía”, lo que hizo nuevamente en el 47 para grabar el bolero de Lecuona “La última noche”. Por entonces se habían producido nuevas modificaciones en la integración del plantel, que en 1946 alineaba estos elementos:
Bandoneones: Ángel Ramos, Julio Ahumada, Hamlet Calise
Violines: Domingo Varela Conte, Antonio Casanova, José Amatriain y Oberti.
Piano: Emilio Barbato
Violoncello: Nerón Ferrazzano
Contrabajo: Raúl Muñoz.
Vibrafón: De Luca
Arpa: Nélida Gianneo
Cantor: Oscar Serpa
No abundan en el período que van de 1942 a 1948 las versiones instrumentales, y cuando las realiza, Fresedo recurre a temas consagrados como “El Entrerriano” (26/04/1944), “La cumparsita” (20/06/1943), “Griseta” (31/07/1944), “La mariposa” (21/06/1945) o “El choclo” (11/09/1947) y otras.
En 1948 ingresó como vocalista un valor de notables aptitudes, cuya carrera se vio truncada por problemas de salud, que de no ser por ellos, habría sido dado esperar su encumbramiento entre los grandes cantores de todas las épocas: Osvaldo Cordó, el inolvidable “Mocito”, quien a pesar de lo fugaz de su paso dejó creaciones perdurables como “Por las calles muertas”, “Cafetín de Buenos Aires”, “Volverás” y “Motivo de vals”.
Ese mismo año tuvo lugar el retorno del vocalista dilecto de Fresedo, Roberto Ray.
En 1947 Ángel Ramos se alejó de la hilera de bandoneones de Fresedo, pasando Ahumada a primer atril e ingresó Mario Rodas para ocupar su plaza, en tanto Calise siguió en su puesto. Actúan por entonces en boites, Radio El Mundo, discos Victor y Casino de Mar del Plata. Se presentaron de manera permanente en el local nocturno “Rendez Vous”, de propiedad del maestro Fresedo.
En 1948 se alejó el pianista Emilio Barbato, retornando Eduardo Scalise a su antiguo puesto.
OSCAR ZUCCHI - (Continuará.)

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