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lunes, 18 de febrero de 2013

Los dos ángeles del tango

Este binomio talló fuerte entre las huestes milongueras, en la época dorada del tango porque aportaba todos los nutrientes necesarios para el lucimiento del bailarín. Y a tantos años de la desaparición de la orquesta y el cantor, sus grabaciones siguen embauladas en un rincón del cuore, recuperando el sabor de aquellas épocas.
                                                                                                           
El tango pausado pero a la vez dinámico de D'Agostino  encontró en Angelito Vargas la capacidad necesaria para hacer interesante una línea melódica con contenido literario y expresarlo con un donaire y una personalidad distintas a las de todos los cantores. Llevaba el barrio puesto encima y en esta ceremonia reiterada del regreso a través de las grabaciones, descubrimos como en el caso de Gardel, que aquella acertadísima metáfora, afirmando que cada día canta mejor, le sienta como anillo al dedo también a él. 


La identificación entre orquesta y cantor era absoluta. Pero además, Ángel D'Agostino había sido bailarín, y no concebía la música de su orquesta sin ese ritmo que acompaña la cuidadosa medición de los pasos milongueros.

-Yo creo que el tango es ritmo y compás, un recuerdo invertido en melodía -decía-.

Empezó de niño con la música pero también bailó siempre, incluso en el escenario con La Portuguesa, que así llamaban a la compañera del célebre Mocho (Bernardo Undarz), el carrero que para muchos fue el mejor bailarín de su tiempo.Ocurrió en el Teatro Esmeralda (Hoy Maipo) en un espectáculo que compartíamos con Adolfo Mazzeo y esa pareja de baile.-según recordaba.

-Fíjese que a Ángel vargas lo hacía cantar en compás para que la gente pudiera bailar. Bailarlo a Vargas. Cuando él decía: "...Qué lindo es bailar" (El 13- Alberico Spátola), estaba marcado así para el baile-, le explicaba a mi compañero, el alemán Gotling.

Ya comenté que a veces cuando venía a buscar a La Razón a su sobrino Coco D'Agostino, nos íbamos los tres a tomar una sidra helada con amarettis, a La Real, junto al periódico y luego caminábamos por Florida. Como yo era milonguero de toda la vida, una noche me preguntó, cuáles eran los temas de su orquesta que más me habían gustado para bailar. Y sin dudarlo le dije de carrerilla: "Tres esquinas, Adiós arrabal, Caricias, Rondando tu esquina y Ahora no me conocés". Éste último con esos violines que salen de repente acompañando al abrazo de la pareja en la pista, me conmueven los deseos y las ansiedades que están latiendo por dentro. Como las florcitas que el director, a su vez, le arrancaba al piano, y los fueyes de Attadía y Spitalnik batiendo la justa.

Esos elementos han de reverberar, como los círculos de la piedra en el agua. D'Agostino movía la cabeza asintiendo y acompañando con un pa-pa-pa..que sugería el compás. Me miraba y sonreía. Después me palméo y confirmó: "Sí, sos milonguero".

                  
Angelito Vargas le cantó al corralón, al empedrado, a la fabriquera, al arrabal, con los gestos de sensibilidad contenida, dibujando con su vocecita pequeña el acechante poder del pasado, que emerge e interfiere con el presente. Entonces, por medio del verso, el pensamiento viaja más allá de la música y las connotaciones inmediatas.

La dupla D'Agostino-Vargas encontró la homeostasis perfecta entre el músico y el bailarín. En las notas de esa música y esa voz, arde un fuego que no se apaga nunca.

Y ya es hora de escucharlos. Los bailé mil veces, los saborée de en oreja en dos mil ocasiones, pero me siguen movilizando con una compinchería absoluta.

Vamos con Ahora no me conocés, de Armando Baliotti y Carlos Giampé (Giampetruzzi), y Adiós arrabal de Juan Baüer y Carlos Lenzi, grabados ambos el 9 de setiembre de 1941. El arreglo del primero lo escribió Alfredo Attadía y D'Agostino el de Adiós arrabal. Parar la orejita y bailarlos, aunque sea con la escoba.

19 - Ahora no me conocés - D'Agostino-Vargas

06 - Adiós arrabal - D-Agostino Vargas


1 comentario:

  1. Muchas gracias José María, como sabemos de quien viene los arreglos? El de "Adiós arrabal" es una joyita...

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