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sábado, 23 de enero de 2021

Discépolo, el viajero (II)

   En el viaje con sus compañeros, por Mallorca, cuando deciden volver comprueban que se han quedado sin dinero para los pasajes y deben ir a Valencia para algunas presentaciones. Entonces a Discépolo se le ocurre ir actuando por ciudades por la costa, para recibir como compensación lo necesario para los pasajes. Y así van desfilando por pequeños pueblos, así como porAlicante, Cartagena, Cádiz, Sevilla...

                                       

Tania y Discépolo paseando por Madrid

    Y como recordaba poéticamente en sus charlas por radio Belgrano: "Sevilla es la fiesta del sol, del cielo azul y del perfume. Un perjume a jazmines que inuda las calles, que parece olerse en las manos, en la sábanas, en las paredes... Un perfume que sale de las ventanas enrejadas, de una de esas ventanas enrejadas, de una de esas ventanas misteriosas en la que una noche, emocionado, me detuve a escuchar un tango mío..."

                                    

   Le encanta realizar esos paseos visitando la Giralda, los jardines del Alcázar. Y alternar de paso con la gente que tiene esa simpatía característica de los andaluces, charlando. 

   En Sevilla me sucedió algo raro. Yo, que en la Argentina jamás había soñado con escribir una zamba, la pensé y la escribí allá lejos. fue entonces que hilvané los primeros compases de "Cascabel prisionero". Parece absurdo, ¿verdad?, pero lo hice porque los recuerdos me empujaban y porque de esa manera, inconscientemente, me acercaba a mi tierra, a esa Argentina cuya presencia volvía siempre a manotearme..."

   Y seguirán actuando en Portugal para volver luego a España con sus acompañantes (Tania, Lalo Scalise, Andrés Romeo, Luis Gandolfo y Carlos Vidart con su esposa e hijos). Deciden entonces saltar el estrecho y pasear por Marruecos a la que Enrique definirá como un cielo muy alto y unas estrellas muy bajas....

  

 Discépolo dirigiendo a la orquesta en "El patio" de México

 

    A la gente no la pude ver porque iba envuelta en ropa. Es una ciudad que parece una enorme tienda de ropa vieja en la que de pronto los trajes se han echado a andar por su cuenta. La mayor emoción del viaje la tuve en Tetuán un día que salí a comprarme unas babuchas y me fui al barrio morisco dde los mercaderes. En un tugurio subterráneo,  un viejo babuchero me ofreció su mercadería. Mientras yo elegía entre las chinelas bordadas, un gramófono destartalado, de aquellos con bocina que se usaban hace 20 años, empezó a moler las notas de "Yira... yira"

   Y mientras el gramófono tocaba, el babuchero  -viejo judío sefardita-, se puso a tararear la letra en su media lengua hebreo-hispanoamericana: "Cuando la suerte que es grela / fayando y fayando / te largue parao..." Al oír estas palabras que yo había escrito hace tiempo y a varios miles de kilómetros de distancia, al oírlas en Tetuán y en boca de aquel anciano babuchero, sentí una emoción extraña que me hacía un nudo en la garganta. Y al salir de allí , dí por bien empleados los desvelos que me habían costado mis tangos. Todos eran poco para pagar aquel momento que me había conmovido hasta las lágrimas.

      Después volverán a Madrid, de allí a París para algunas actuaciones y... otra vez Buenos Aires, en noviembre de 1936, donde lo espera el cine, el reencuentro con los viejos amigos y sus tangos. En 1944 estará instalado en  la vecina Uruguay. En el Teatro Solís montevideano  presenta su "Wunder Bar". Posteriormente se van a Punta del Este donde decide abrir una boite, con el nombre de la obra teatral., que terminará administrando Tania. Regresarán a Buenos Aires a mitad de año.

En casa de Cantinflas: Luis Aldás, Benard, Cantinflas, Manzi y Discépolo
               

    El siguiente viaje es un gira breve por varios países de América Latina representando a SADAIC, la entidad de la cual pasa a ser vicepresidente. Y así arrancan por Chile, saltan a Bolivia, Perú... y Cuba. Es la época en que los norteamericanos acuden a la isla para sus placeres de apuestas y sexo. Cuando Discépolo ve la enorme cantidad de boites y cabarets lujosos, con grandes luces, comentará: "Este es un pic nic con presidente".La gira termina en México y a mediados de diciembre regresan a Buenos Aires.

                    
     Justo un año más tarde, después de dirigir una obra de teatro (Rosa de Argel), se apresta a volver a México, para dar cumplimiento a  un contrato. Viaja solo, en barco como único pasajero del vapor de carga "Río Dulce". Allí, actuará en teatro y también en la célebre Boite "El Patio". Artistas y músicos argentinos estaban entonces por allí: Chupita Stamponi, Amanda Ledesma, Alfredo Malerba, Agustín Irusta, Tita Merello. También estaban Canaro, Lomuto y Mariano Mores que venían de un Congreso de Autores en Estados Unidos. Sigue la gira por Cuba y regresan a México. Discépolo entabla gran amistad con Cantinflas.Lo visita seguidamente en su casa donde también acuden Luis Aldás, Homero Manzi, que viaja por SADAIC y otros.

1947. Los colegas reciben a Discépolo y Tania al regreso de México
                        

    En México, Discépolo vive un romance con una muchacha (Raquel Díaz de León), con la cual tendrá un hijo. Tita Merello y Luis Sandrini, que están en ese momento trabajando allí, serán los padrinos del niño. Cuando Tania se enteró, fue a buscar a Enrique, lo amenazó y se volvió con él a Buenos Aires. Discepolín no volvería, la tristeza lo perseguiría muchas veces y moriría el 23 de diciembre de 1951, sin haber reconocido al hijo. 

(Algunos datos extraídos de "Discépolo y su época"- Norberto Galasso)

               

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