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domingo, 9 de agosto de 2020

La mariposa

Este tango ya tiene un siglo de antigüedad, pero se resiste a pasar a las amplias zonas del olvido. Es evidente que contiene ese linaje artístico-poético musical que, gracias a la destreza y sensibilidad de sus autores, en su cocreación, nos dejaron un tema que late con fuerza en nuestras memorias cuando lo escuchamos. cantado o en forma instrumental.  Celedonio Flores sabe jugar con las palabras y Pedro Maffia crear la música y atmósfera que fermenta el relato.

El eximio bandoneonista recordaba como se produjo el encuentro entre los dos protagonistas:
-En 1921 compuse La mariposa, con letra de Celedonio Flores, a quien un amigo me presentó en un bar de Villa crespo. Cele ya había escrito Mano a mano, antes de 1920. Yo le dí el título de mi tango: La mariposa. Tenía ya hecha la música y él hizo la letra. Lo estrenó Francisco Canaro en el Royal Pigall. En el mismo año 1921 lo grabó Gardel para el sello Odeón. 

                                    
Celedonio, en sus versos insiste en los desgarros de la época, con la traición de la mujer. Pero en el artificio de la ficción y el relato de la desventura amorosa, la lucidez de su imaginación trajina sobre esa mariposa que le indicó Maffia, como título y protagonista. Y la utiliza en forma de trampolín emocional para instalarla en el andamiaje formal de sus versos tangueros, con esa pericia que lo haría famoso. 

Después de libar traidora
en el rosal de mi amor,
te marchas engañadora,
para buscar
el encanto en otra flor...
Y buscando la más pura
la más linda de color,
la ciegas con tu hermosura
para después
engañarla con tu amor. 

La mariposa tiene esa doble versión musical-poética que ha sido valorada e interpretada por igual, ya sea en forma cantada o instrumental. Gardel  la grabó por vez primera en 1923, con las guitarras de José Ricardo y Guillermo Barbieri.  En 1930 lo lleva por segunda vez al disco, acompañado por Aguilar, Barbieri y Riverol. Y ese mismo año realiza una tercera  grabación, pero en esta ocasión es la orquesta de Francisco Canaro la que le sirve de lucimiento como acompañante, lo que da una pauta sobre el éxito y llegada de esta página tanguera. 

                               
Celedonio Flores y Gardel

Numerosos cantores mostraron su capacidad interpretativa con La mariposa. Entre otros, podemos señalar  versiones destacables de Hugo del Carril, Edmundo Rivero, Ángel Vargas, Roberto Rufino, Raúl Lavié, Miguel Montero... Lo da la pauta de esa suerte de detonante que tienen los versos de Celedonio y las tribulaciones del personaje. 

En 1966, Osvaldo Pugliese piensa que en el lenguaje musical que florea el pentagrama, puede encontrarle esa veta que tiene la música de Maffia y le encarga a Julián Plaza (completaba su fila de bandoneones con Ruggiero, Penón y Lavallén.) el arreglo pertinente.  El olfato de Pugliese no imaginaba el suceso que acarreaería este tango interpretado instrumentalmente por su orquesta. Y Julián Plaza le contaba así su trabajo a Oscar del Priore e Irene Amuchástegui:

-En el comienzo hice una base rítmica bien de tipo Pugliese, un marcado de su estilo, y fui intercalando la melodía del tango, la primera parte un poco cambiada pero fácilmente identificable. Cuando retomo la primera parte, una vez expuestas la primera y la segunda, decidí que debía jugar una parte importante el piano, y es donde se destaca el maestro. Después entra la tercera parte, cargada con una armonización más pesada, más profunda. Y vuelvo a la primera parte, que ahora hace el bandoneón, y a un pianísimo donde juega la cuerda, para pasar a la sonoridad amplia, variada, a toda orquesta, del final.

                                          

Al principio, el maestro director quiso cambiarle algunas partes. Victor Lavallén era quien lo recordaba:

Cuando yo estuve en la orquesta, la cosa era más bien grupal. Ruggiero podía proponer algún cambio en los arreglos; Pugliese también borraba. Un ejemplo gracioso de esta situación pasó con el tango La mariposa, de cuyo arreglo se ocupó Julián Plaza. Escribió un solo de piano que Pugliese empezó a borrar. Y Plaza le pidió especialmente si lo podía dejar como estaba porque había un contrapunto con la cuerda muy lindo. Finalmente quedó y fue un éxito extraordinario.Tenía que ser muy fuera del estilo de Pugliese para que no sea aceptado. Y todos estábamos compenetrados en cómo era su estilo, en su forma, aunque yo escribía diferente de Ruggiero, y él a su vez de Balcarce, de Plaza o de Penón.

Me ha gustado muchísimo, lo he bailado, se lo pedí a la orquesta en Madrid y me complacieron y una noche que estuve con la orquesta en el Café de los Angelitos y a continuación en Michelángelo. (Pugliese, gracias a nuestro amigo común Piraña, me invitó a ir con ellos). No me perdí la ocasión de insistir con el pedido. Yo había llegado ese día a Buenos Aires y estuve hasta las 4 de la matina disfrutándolos y en ambas ocasiones tocaron La mariposa.

¿Lo escuchamos?

                                  



1 comentario:

  1. Estimado, el arreglo de Julián Plaza es algo insuperable!
    Para mi gusto, la mejor versión cantada es la de Alberto Gómez con la
    orquesta de Maffia.
    Quiero destacar también la interpretación del cantor uruguayo Tabaré Leyton: www.youtube.com/watch?v=AhVds8pRuBc

    Cordial saludo tanguero!

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