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sábado, 12 de abril de 2025

Bailarín compadrito

Ya hablé en otras notas de mi estimado amigo Miguel Bucino, con quien compartí tardes turfísticas en el Hipódromo de Palermo y también en diálogos tangueros. Porque en el programa radial "Dialogando con swing", que yo compartía con Osvaldo Papaleo, lo tuvimos toda una mañana y ahí aproveché para sonsacarle la entraña de muchas de sus creaciones que tuvieron notable repercusión.

Bucino era bailarín milonguero y también tocaba el bandoneón aunque sus ilusiones con el fueye fracasaron cuando Canaro lo probó y le dijo que fuera a aprender con Minotto, que le daría algunas clases. Y así lograría luego logró convencerlo como bailarín y estaría varias temporadas teatrales luciendo su arte en las comedias musicales de Canaro-Pelay. 

                                                 

                                                Con El Tango En Las Venas - Durante 1927, cuando Julio De Caro viajó a Río  de Janeiro contratado para actuar en el Copacabana Palace Hotel, incluyó a  Miguel Bucino entre sus                                                                                                                                    
Estuvo en Brasil con la orquesta de Julio De Caro en 1927 y allí dio clases de baile a muchas personas. Con la compañía de revistas de Luis Bayón Herrera y Manuel Romero se presentaría en Madrid y París, luciendo su prestancia milonguera. Volvería a Europa con Canaro, y ya hacía de una especie de secretario suyo, y de paso daba las clases. Pero también había comenzado a componer tangos.   

Entre los primeros temas que dio a conocer estaba el que lo consagraría, y en el que reflejaba su pasión: "Bailarín compadrito". Lo compuso en 1929 y se lo llevó a Gardel, su ídolo. Pero Razzano, que era entonces el representante de su ex compañero, lo leyó, no le gustó y lo guardó. Mario Pardo (cantor-poeta-compositor) se lo llevaría luego al gran cantor, contándole lo que había hecho Razzano -cosa que molestó  mucho a Gardel- quien lo cantaría y llevaría al disco.

Gardel y Bucino frecuentaban mucho el Hipódromo e incluso el galán-cantor le entregaba el dinero para que sacara los boletos de los caballos que apostaba. "Me tenía de mandadero...", contaba luego Miguel. Pero tenía una deuda moral muy grande con el gran cantor porque la grabación que hizo éste de "Bailarín compadrito", le sirvió de palanca de arranque para el futuro compositor.

                                                      Tangos al bardo: Miguel Bucino

Ese mismo año -1929- Francisco Canaro, cantando Charlo, también llevó al disco "Bailarín compadrito" y le dio otro importante empujón. Incluso lo grabó 14 días antes que Gardel. Miguel Bucino tenía 24 años de edad y ya mostraba cartas ganadoras como poeta-compositor de temas de éxito. Fue realmente un impacto y un cheque en blanco para el futuro creador de tangos-milongas y valsecitos que harían historia.

Podría citar algunos de esos temas que prendieron en el cuore de los tangueros: Lo pasao pasó, Tedio, Que me quiten lo bailao, No va más, El corazón me engañó, Olvídame,  Amarroto, Una carta, Decile que vuelva. El valsecito Cuatro palabras. Las milongas El viento me cuenta cosas, La mañana, Mucho mucho, Milonga del corazón....

 

Y escuchamos su tango "Bailarín compadrito" en la versión de D'Arienzo-Laborde, grabada el  14 de diciembre de 1973.

                       



 


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