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viernes, 3 de julio de 2015

A una mujer

Elegí este valsecito de Horacio Salgán y Antonio Volpe por el hecho de que fuera la orquesta  de Juan D'Arienzo, quien grabara en primera instancia el tema, con el cantor Alberto Reynal, el 17 de mayo de 1940. Y claro, los estilos de Salgán y D'Arienzo, eran tan disímiles, e incluso marcados como tal por público y críticos, que era natural que el disco sorprendiera a la gente especializada.

De todos modos, aunque el maestro Salgán, que estudió con profesores de categoría y admiraba a Troilo por su musicalidad, a Di Sarli por su enorme personalidad como compositor y ejecutante y también a Arturo de Bassi, Francisco De Caro o a Roberto Firpo, en su faceta de fecundísimo compositor, como Delfino, también decía: "al final, lo que trasciende, lo que obtiene una permanencia, es lo que auténticamente sirve y vale. Y no hay que olvidar que la vaca no es todo lomo...".


Incluso en esta imagen en que se ve a D'Arienzo, entre Carmen Duval y Horacio Salgán (El mes pasado cumplió 99 años), es por demás llamativa. El propio maestro Salgán, autor del valsecito, decía que "no fuí un compositor muy prolífico. Mi máxima ambición desde chico, fue tocar el piano. Y sin embargo tuve la suerte de que algunos de mis temas gustaran...".

Carmen Duval sería la primera esposa de Salgán. Un pedazo de cantante mayúscula. Había nacido en Entre Ríos y vino a Buenos Aires a completar sus estudios universitarios. Se llamaba Carmen Leonor Simone  y en su provincia había trabajado con profesores de canto porque realmente tenía unas condiciones maravillosas de contralto, naturales. Y una personalidad que le daba gran fuerza artística.


Como el apellido Simone ya estaba muy en boga por Mercedes, a raíz de un concurso de cantantes que organizó Radio Stentor, se presentó en el mismo como Carmen Duval, con 18 años, y lo ganó. Era una época de renombradas cantantes femeninas pero Carmen era distinta  y su estilo impactaba, ganándose numerosos seguidores. Por tal motivo la contrató Radio El Mundo y allí la acompañaría Horacio Salgán que terminaría casándose con ella.

Incluso entre las escasas grabaciones que dejó esta intérprete, figura precisamente el valsecito de Salgán. Y en el disco lo acompaña el propio Salgán al piano, con Gregorio Sariff en el violín y Marcos Madrigal en el bandoneón. Lo registraron el 1 de julio de 1940, después de la grabación de D'Arienzo y es, lamentablemente, uno de los pocos discos que dejaría Carmen Duval, que, años más tarde vería roto su matrimonio con Salgán.

                                          
La elegante Carmen, con Argentino Galván, Vicente Demarco y otros

Se haría solista, y como tal recorrió con éxito varios países de América, secundada por músicos como Héctor Artola, que estaría con ella en Radio El Mundo, acompañándola en horario estelar, porque el afamado músico era director estable de la orquesta de la emisora. Y también Argentino Galván, Sánchez Gorio  y José Colángelo, entre otros. Carmen también destacaría de otras cantantes, en que elegía piezas difíciles para la interpretación, que resolvía exitosamente.

Dicen que dicen ... y se comentaba hace años en el ambiente que este valsecito se lo había dedicado Salgán a su flamante esposa. Y una parte del mismo pareciera indicarlo. Pero en realidad los versos le pertenecen a Antonio Volpe, y es difícil creer que el maestro Salgán le hubiese sugerido la letra. Lo cierto es que lo grabó en forma instrumental el Quinteto Pirincho el mismo año cuarenta;  en 1961 lo hizo Rivero con la orquesta de Salgán, y también Rufino realizó una buena versión  acompañado por el conjunto dirigido por Raúl Garello.

                               
Carmen Duval en 1936, con Cayetano Puglisi y Emilio Vardaro
     
Pero yo les dejo las versiones de la entrañable Carmen Duval -que murió en el el 2012, con 93 años-, el acompañamiento citado, y la ya comentada de D'Arienzo con Reynal.

083- A una mujer - D'Arienzo-Reynal

A una mujer - Carmen Duval



                                                 



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