HORACIO SALGÁN
-Hablemos del tango en el exterior. Con la mejor intención, sin duda, se han hecho tentativas para adaptar el tango en su instrumentación, para complacer al público extranjero, agregándole saxofones, acordeón, trombones y otros elementos.
Sin perjuicio de que apoyemos todo intento de renovación con bases serias para dar variedad al tango, creo que hay que aspirar a que se toque y se conozca en el exterior de la manera a que estamos acostumbrados. es decir, con la inclusión del bandoneón y conservando en todo lo posible un sabor porteño.
Que yo sepa, jamás nos han enviado fox-trots instrumentados para bandoneón y han hecho bien. Los que quisieron ejecutar jazz tuvieron que aprender saxofón y tan cierto es, que este instrumentos era muy poco conocido hasta que comenzó el auge del género jazzístico.
Por consiguiente, todo aquel que tenga interés en tocar el tango, como es, que aprenda bandoneón. No significa esto que una ejecución en la que no haya bandoneón no pueda ser un tango. Pero en principio y para hacerlo conocer bien, es de desear su inclusión.
En etapas sucesivas se podrán hacer todas las modificaciones posibles. Y que no andamos desencaminados en esta idea del bandoneón, es que en Japón y en Francia, por ejemplo, existen ya muchos amantes del tango que han aprendido este expresivo instrumento.
Tratemos pues, de hacer llegar al resto del mundo expresiones genuinas de nuestra música popular y tengamos fe en el tango que tiene méritos de sobra.
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