Arrancó tocando en Radios y debutaría al frente de una orquesta típica en el Cine París. Comenzaría temprano su faceta de compositor que le daría grandes satisfacciones. Carlos Gardel le grabaría nada menos que siete temas: Los tangos Cicatrices, Desolación, La borrachera del tango, Micifuz y Tesorito; el foxtrot La canción del ukelele y las zambas Los rosales se han secao y Los ojazos de mi negra. Incluso mantuvo una buena amistad con el gran cantor.
Adolfo Rafael Avilés |
Hombre culto, de buen parlamento y muchas inquietudes, montó una casa de música en la calle Rioja, en la cual aprovechaba para hacerle escuchar a los clientes las novedades que le enviaban de la Editorial Perroti. Sus continuas intervenciones en radio le permitieron hacerse un hueco y gracias a su afición por el cine, se dedicaría tempranamente a exhibir sus cualidades en ese sentido, con comentarios que buscaban estimular a los aficionados.
De este modo se fue abriendo camino tempranamente y consiguió en 1935 la corresponsalía en Hollywood -la meca del cine- de El Diario. Allí alternaría con famosos, conseguiría grandes reportajes y crecería su fama. Pero al tango no lo abandonaría nunca. Estuvo estrechamente vinculado a SADAIC (Sociedad de Autores y Compositores), peleó por los derechos de sus compañeros y también ocupó puestos en la Comisión Directiva de la entidad.
Carlos Gardel y Adolfo R. Avilés en Radio Splendid |
Uno de sus éxitos fue el tango Mirando la lluvia, con versos del cineasta Leopoldo Torres Ríos, que grabó Osvaldo Pugliese con su orquesta y la dupla de cantores Chanel-Morán. Juan D'Arienzo le grabó en 1942 su tango instrumental: El amasijo, que había compuesto a los 19 años. Con Enrique P. Maroni hicieron: Nunca más te olvidaré, Sabañón, Mirando el humo, La borrachera del tango El poncho del olvido, Micifuz, Entre sombras, Centinela, Al pasar, Caricias de mujer, Fruto bendito, Como buscando tu vida, La carreta.
Tuvo programas de radio dedicados exclusivamente al tango, en los cuales entrelazó reportajes muy seguidos por los amantes del género. En todas sus actividades prevaleció el buen gusto, la cultura y el acercamiento al público. Escribió en periódicos y revistas de buenas tiradas, donde también supo lucir su fértil pluma. En el mundo del tango siempre fue muy respetado y sus composiciones lucieron en los atriles de orquestas y cantantes.
Cuando era corresponsal en Hollywood, con Catalina Bárcenas y G. Martínez Sierra |
Con el historiador Luis Sierra, Lito Bayardo y Mauri Rubistein compartió un ciclo de audiciones sobre el tango en Radio Belgrano que tuvo mucha audiencia, por los comentarios y sapiencia de sus conductores. Adolfo R. Avilés tiene méritos más que sobrados para figurar en la galería de los hombres importantes del tango, en sus facetas de músico, compositor y divulgador del género. Así fue siempre reconocido y respetado en el ambiente y es un gustazo evocarlo en estas páginas.
Y lo recordamos también en dos de sus composiciones exitosas. La borrachera del tango (debido a la censura existente en ese momento se le llamó La embriaguez del tango). Lo grabó Aníbal Troilo con su orquesta, cantando Floreal Ruiz, el 27 de marzo de 1945. Y el citado Cicatrices, por el Sexteto de Carlos Di Sarli, con la voz de Santiago Devin, que llevaron al disco el 24 de enero de 1930.
La borrachera del tango- Aníbal Troilo-Floreal Ruiz
Cicatrices - Sexteto Di Sarli-Santiago Devin
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