Translate

jueves, 9 de octubre de 2014

Firuletear de bandoneón

Hoy tengo este tango metido en la oreja, en el cuore, y de paso cañazo, me lo bailo solo en el salón, porque me parece una belleza y la versión que hiciera de este tango la orquesta de Pedro Laurenz con la voz de Juan Carlos Casas, es de prima. El fueye de Laurenz te arrastra , te lleva, te empuja. Me parece un tema que debió tener más llegada y mereció figurar en las partituras de otras orquestas.

La música del mismo  le pertenece al bandoneonista Ángel Domínguez y la letra al uruguayo -y peluquero- José Rótulo, que tantos éxitos cosechó escribiendo para la orquesta de Alfredo De Angelis. Esta dupla produjo otros temas que tuvieron largo recorrido. Uno de ellos: Como tú, fue un golazo en la interpretación de Edmundo Rivero con la orquesta de Pichuco, y de Raúl Berón con Francini-Pontier. También hicieron en colaboración Santa mía, un tango que grabarían Francini-Pontier, cantando Alberto Podestá, y Juan Sánchez Gorio con la voz de Osvaldo Bazán.

                                         


Le letra de este tango no es nada del otro mundo, apenas una simple apelación a los desamores comunes que se insertan en las letras de las canciones, pero la música de Domínguez, y sobre todo la vibrante interpretación de esa orquesta maravillosa que brilló a finales de los treinta hasta  mediados del cuarenta, le da un tono brillante que lo exprime y le saca toda la esencia. Y acaba permeando en el alma de la pareja de bailarines, cuando el bandoneón de Pedrito ejerce de instrumento obbligatto.

                                     
La orquesta de Pdro Laurenz. A su izq. Bermúdez y Domínguez

Ángel Domínguez fue un excelente bandoneonista, que entró en la orquesta de Pedro Laurenz, reemplazando al saliente Armando Blasco. Por su capacidad, estilo y polenta, se complementó fenomenalmente con Laurenz y esa etapa que duró hasta el año 1944 fue de gran relieve para la orquesta. Luego pasaría a la formación de Francini-Pontier, marcando otro mojón importante en su carrera, apuntándose en la formidable dupla que hizo con Armando Pontier en la fila de fueyes y destacando con Juan José Paz, al piano, en algunos arreglos realmente notables.

                              
Ángel Domínguez en la Orquesta Francini-Pontier, a la derecha de Pontier

Domínguez, nacido y criado en el barrio porteño de San Telmo,  estudió bandoneón con Alejandro Scarpino y posteriormente armonía con el malogrado Roberto Peppe. Comenzó de niño y pantalones cortos tocando en la orquesta de Antonio Polito, y su foja de servicios lo muestra como integrante de orquestas de pedigrí: Ángel D'Agostino, Osvaldo Pugliese, Elvino Vardaro, Joaquín Mora, Florindo Sassone, Alberto Mancione, Ástor Piazzolla y Osvaldo Manzi.

Dirigiría su propia formación para acompañar al cantor Roberto Chanel, y seguiría viaje por las suyas en un nivel destacado, incluso como Director musical estable de Radio Splendid. Fue muy apreciado en el ambiente por su capacidad como arreglador y acompañante de diversos antores y por los temas que llegó a grabar con su orquesta. Algunos de ellos como El embrollo, de Gilardi, o Si sos brujo, de Balcarce alcanzan un hermoso vuelo lírico. Falleció joven, con 56 años, y curiosamente este hermoso tango que hoy me ocupa, fue el primero que compuso.

FIRULETEAR DE BANDONEÓN



Firuletear que tienes la dicha
de llevar en tus notas mi canción
-como si fuera un murmullo de amor-
a la pebeta que espera.

En tus caricias llevas prendido
los acordes de un tango compadrón
para decirle al oído que yo
estoy muriendo de amor.

Junto a tu lado fui feliz,
-¡más ciego un día!-
Por unos ojos olvidé que te quería.

Hoy, ni el amor de aquellos ojos me queda…
Pagué, ya ves, con la traición que te diera.
Sueño de amor, que convertí en llanto…
¿Por qué me fui y te quería tanto?
¡Vuelvo a buscar en tu pecho nuevamente
calor de nido para mi corazón!

Yo sé corazón
que vas a llorar…
Tal vez, porque no supe quererla,
más hoy, estoy penando por verla,
ya ves corazón, ¡que hoy voy buscando tu perdón!


Pedro Laurenz lo grabó con su orquesta el 2 de diciembre de 1942, cantando Juan Carlos Casas.  Lo escuchamos y no resistimos la tentación de mover los remos al compás de esta maravilla.


El Negro Miguel Montero lo llevó al disco el 12 de marzo de 1970, acompañado precisamente por la orquesta de Ángel Domínguez. Lo hizo en otro tempo más lento y acá lo podemos apreciar.







2 comentarios:

  1. si bien en mediados de la decada del cincuenta era muy jodido perfilar un estilo con cuatro fueyes idem violines piano y contrabajo yo escuchaba a la orquesta de dominguez cuando era la estable de splendid donde tambien acompañaba a los distintos cantantes de la emisora y me gustaba mucho habia perfilado un estilo troileano con un timbre pugliesero pero bueno ya no eran etapas propicias para el tango saludos

    ResponderEliminar
  2. Yo le nota un aire a Alfredito Gobbi. En El embrollo hay color Pugliese y en las variaciones. Pero en general, me incluso por las cositas de Gobbi. Anche Pichuco. Muy linda orquesta.

    ResponderEliminar