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martes, 21 de octubre de 2014

Hugo Rivas

A este musicazo joven, pero para quien la guitarra ha venido a ser como una prolongación de su cuerpo, es un orgullo contarlo en las filas del tango desde siempre. Porque lo mamó en casa con su padre y tío, guitarreros y cantores de aquellos  que destilaban serenatas o mostraban su calibre junto a Adolfo Berón o en escenarios y micrófonos radiales. Se lucieron en teatros, en festejados programas de televisión, en Radio El Mundo y Splendid y viajaron con sus guitarras por casi toda Sudamérica.

De casta le viene al galgo, y Hugo es ya un músico maduro que hace las delicias de todos quienes acuden a sus conciertos. Lo curioso e increíble es que ante todo, el hombre se gana la vida como peluquero en su barrio de Boedo, prolongando una tradición familiar. Pero en cuanto tiene un ratito sin clientes la guitarra lo espera y el encuentro deriva en una serie de creaciones propias que surfean en tangos, valsecitos y milongas. Aunque incluso ha compuestos canciones y boleros.

                                         


Este año le he dedicado unas líneas en este blog,  y lo he mostrado en acción con su instrumento, pero es que,  según avanza el calendario lo vuelvo a ver y me asombra aún más. Mi hijo es músico, un amigo suyo estudia guitarra y se los he hecho escuchar para que se quedaran asombrados. Y así se quedaron.

Maravillados.

                                      

                                       

Hace un tiempo estuvo en el Torquato Tasso y uno de los presentes le pide a gritos La trampera, esa milonguita de Aníbal Troilo. Y enseguida Hugo ataca con su cuarteto (Diego Dipi Kvitko -2a. guitarra-, Felipe Traine en Guitarrón y Manuel Gómez - contrabajo). Dipi le dice que "no la tenemos en  el repertorio", pero a Hugo le da igual y ataca con la milonga. En el viaje musical aclara que se la escuchaba a Grela. Increíble.
                                       
                                 


Hugo toca con púa, es de la escuela de Grela, a quien admiraba profundamente, e incluso éste último, el guitarrista más reconocido del tango, le explicaba que le gustaba tocar la púa desde arriba porque salía mejor sonido. Pero a veces, Rivas, como no tiene problemas en hacerlo con los dedos, toca con ellos y su música sigue siendo genial.

Acá lo escuchamos interpretando el tango de Juan CarlosCobián y Enrique Cadícamo: Nostalgias, con arreglo propio. Parece que hubiera más de una guitarra, pero es él solito con todo su talentazo.

                                        

Y para terminar la matina a puro tango, los dejo con ese excelente bandoneonista que es Julio Pane y el propio Hugo, deleitándonos con ese tangazo de los geniales Pedritos,  Maffia-Laurenz: Amurado.

Y menos mal que seguimos teniendo a esta gente para que el tango siga vivito y coleando...

                                                
                                                                                    


2 comentarios:

  1. acertado comentario jose maria para uno de los mejores guitarristas del momento que conserva en sus interpretaciones la tanguidad que a todos los tangueros nos gusta hace un tiempo me dio un cd ya que somos vecinos de barrio que suelo difundir pos la radio toca la viola con sumo buen gusto y se nota que tiene escuela yo solamente pasaba a grela pero este muchacho me encanta y cuando quiero meter algo de otros ritmos bueno al negro oscar aleman...salute y justa recordacion para este gran guitarrista juan

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  2. Si es un CRACK. Me emociona verlo y escucharlo. Un groso!!!
    jm

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