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miércoles, 22 de octubre de 2014

El último de Pugliese

Los que tiramos unos cuantos almanaques después de usados, sabemos mucho sobre las vicisitudes que atravesó Osvaldo Pugliese a lo largo de su carrera. Hoy que es una orquesta admirada en el mundo entero, y las interpretaciones y arreglos de su orquesta constituyen un modelo, un ejemplo de lo que puede llegar a ser el tango cuando se lo encara con mucho respeto y sabiduría, nos cuesta entender las persecuciones y prohibiciones que debió soportar. .

Con los muchachos de mi barra fuimos testigos de las veces que se lo llevaron detenido, cuando venía a tocar con la orquesta al Club Atlético Huracán de Parque Patricios. Y Huracán fue uno de los reductos donde más veces actuó, con sus distintos músicos y cantores.: Chanel,  Morán, Vidal, Cobos, Maciel, Montero, Belussi. La anécdota del clavel rojo sobre el piano, viene de aquella época y soy testigo. A veces lo reemplazaba Osvaldo Manzi, pero cuando el piano estaba cerrado y con el clavel o la rosa sobre el mismo, los muchachos de la orquesta golpeaban el piso con sus pies mientras tocaban, para acompañar la música y disimular la falta del piano.


Osvaldo Pugliese con sus cantores Alberto Morán y Roberto Chanel

Desgraciadamente, Pugliese no es el único caso de la intolerancia de autoridades, dictaduras o democracias y de la gente incluso. Muchos artistas sufrieron prohibiciones de todo tipo, revanchismos estúpidos por pensar politícamente de diferente manera. Hugo del Carril, Nelly Omar, el mismo Discépolo que murió de tristeza, Héctor Mauré, Libertad Lamarque, Rodolfo Scianmarella y tantos otros.

Y parece que no escarmentamos los argentinos porque el que piensa distino es señalado como si tuviera que haber  un código de conducta y pensamiento que sea uniforme. El caso de Pugliese es paradigmático porque le pasó con gobiernos democráticos: Perón, Frondizi, o con las dictaduras que asolaron el país a partir de los años treinta. Esa intransigencia sintómatica con las ideas que no compartimos, revelan inmadurez, y nos llevaría a profundas reflexiones para evitar su propagación en el tiempo. Y a ver si algún día aprendemos la lección de la historia.

                                
                               
Beba Pugliese y Luis Alposta dialogan en presencia de Ricardo Horvath

El último tango que compuso Osvaldo Pugliese, revela un estado discepoleano de la sociedad en general y en cualquier parte del mundo. Lo refleja muy bien, la letra escrita al efecto por el estimado Luis Alposta, médico, poeta, tanguero y lunfardista, en este tema que  escribiera y que acá transcribo.

HOY POR HOY
       (Tango)

En un boliche de barrio
-como si fuese a rezar-
un cofla leyendo el diario
se puso a reflexionar.
Páginas pares e impares...
el drama siempre en acción.
Pensando en los titulares
entró a escribir de un tirón.

¡Minga de amor!
¡Minga de paz!
El mundo de hoy
ya no da más.
Mundo que mucho padece.
Que crece
entre miserias y lucha.
¡La pucha!
Batime Dios
porqué razón
tanto dolor y destrucción.
Hoy todo va a contramano
-de afano-
y apuntan al corazón.

Tanta noticia fulera
al cofla causó terror.
Pero igual, y a su manera
pensó en un mundo mejor.
Y desechando tristezas
para su casa rumbeó,
dejando sobre la mesa
los versos que hoy canto yo. 

¡Minga de amor!
¡Minga de paz!
El mundo de hoy
ya no da más.

    5 de febrero de 1989.

Osvaldo Pugliese no llegó a grabarlo con su orquesta, pero sí lo haría su hija, Beba Pugliese, con su orquesta y la voz de Darío Vitale.

Y es la versión que acá podemos escuchar. Muy buena por cierto. Puede ser una radiografía de hoy mismo sobre un  mundo muy injusto.

Beba Pugliese - Hoy por hoy (canta Darío Vitale)





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