Aquellos años de radio

El receptor radial era lo que unía a las familias en su torno. Había programas que tenían una enorme llegada. Las grandes emisoras: El Mundo, Belgrano, Splendid se afanaban en tener los mejores radioteatros, las orquestas más populares, los grandes actores cómicos. Pero  también los locutores y locutoras que eran un pilar importante en las presentaciones de programas, emisiones en los mensajes publicitarios, en la lectura de los boletines informativos y demás.

Algunos de estos últimos descollaron a tal punto, que con la llegada de la televisión, tendrían un papel importante en distintos programas, como Antonio Carrizo, Cacho Fontana, Fito Salinas, Brizuela Méndez, Aguirre Mencía y muchos otros. Pero la estela de la radio los dejaría para unidos para siempre a ese micrófono mágico que iluminaba la vida de la gente.

                                     

Tres grandes locutores: Aguirre Mencía, Cacho Fontana y Jaime Font Saravia con Horacio Salgán

Tuve muchas y largas charlas con Carrizo, con quien trabajé en radio El Mundo y nos veíamos a diario en Madrid, cuando ocupó un cargo en la parte cultural de la Embajada Argentina, y se sentía fuera de su territorio. Entonces me recordaba infinidad de anécdotas sucedidas en la inmediatez del mensaje de las emisora y algunos de aquellos furcios o errores verbales,  que sirvieron para pasar momentos divertidísimos. Incluso cuando comíamos con otros colegas o viajábamos por distintos países, en algún momento salían a relucir los furcios inolvidables.

Mi compañero Carlos Ulanovsky recogió algunos en un libro sobre la radio y hoy tengo ganas de traerlos acá, para pasar un buen rato. Como el de aquel famoso locutor, Iván Casadó,  que tenía que decir brevemente, el anuncio de un talco: "Señora, después del baño, Polvo Lysoform". Y vaya uno a saber porqué, le salió: "Señora, después del polvo, baño Lysoform".... O cuando Jorge Thaler, en el programa de Backie, arremetió con el primer aviso: "¡Cague nafta YPF!" Se había comido la erre...

               

María Félix en el estudio A de Radio El Mundo con Jaime Font Saravia

Y no eran gratuitos algunos de esos furcios. Muchas veces costaban una suspensión de varios días o un duro llamado de atención por parte de la dirección. Siempre recuerdo al relator deportivo que dijo que el jugador que pateó el penal lo había tirado al primer palo... Carlos Ulanovsky en un capítulo del citado libro,  recordó furcios de aquellos. Como estos breves ejemplos:

. Transmite LS 11 Radio Gimnasia y Esgrima La Plata.
. Solín violista.
. Han escondido el escuchado de los Hermanos Abalos.
. A continuación difundiremos el comunicado de las 15 y 60.
. Boñedos y videgas Giol.
. Doce de octubre, Día de la rata.
. Escucharemos ahora a Juan Pianito en el polo,...perdón, a Juan Polito en el piano.
. En medio del dramático incendio en aquel rancho, el perro salió convertido en una tea humana.
. Se está corriendo la carrera de 9 de Julio. La prueba se largará luego a las 11.
. Las mujeres hasta el quinto año de gestación deberán presentarse...
. El público está inevitablemente especiado (especialmente invitado, en realidad) al acto.
. Dentro de 25 kilómetros más noticias.
. Dentro de 25 noticias, más minutos.

Las de fútbol, infernales.

. Entra a la cancha el kiseniólogo...perdón el kinelogo, el ki-ne-sio-lo-go, eso...
. Disparó al arco desde 35 mil metros.
. El árbitro es un inecto. Se lo digo con todas las letras: i-nec-to.
. Estamos en la cancha de Comunicaciones, en Avenida San Martín y coso.
. Este gol tiene nombre y apellido: Bo-chini.
. Kempes abrió la apertura del marcador.

                                  

Francisco García Jiménez, Cátulo Castillo y Ariel Ramírez, con Antonio Carrizo.

 Cuando yo era chico, mientras mi madre cosía, por las noches, y con mi hermano hacíamos los deberes del cole, la radio nos acompañaba siempre. Y luego los bailables del sábado a la tarde con las orquestas en vivo, antes de salir para las veladas danzantes de los clubes, eran imperdibles. Radio Belgrano las transmitía directamente desde los salones de Les ambasadeurs, el sitio en que años más tarde estaría Canal 9, donde trabajé hasta que me harté de la televisión.

 Iván Casadó, fue en su época un locutor, presentador, conductor, muy celebrado. No llegué a conocerlo, pero dicen que era robusto y enfático. En un popular programa de preguntas y respuestas que él conducía, la participante de ese momento tenía que contestar sobre determinada pregunta cuya respuesta era: La nuez de Adán. La mujer no atinaba a encontrar la solución, y para ayudarla, Casadó le dijo: -Es algo que tiene el hombre y no tiene la mujer...- -¡La banana!-, soltó feliz la mujer... Al día siguiente, todo Buenos Aires hablaba de esa anécdota y el programa fue levantado inmediatamente.

                                         

Dos grandes: Pinky y Cacho Fontana. Y amigazos que quiero.

El citado locutor tuvo un apasionado romance con una estrella en ascenso. Ella decidió terminar repentinamente con la historia y le produjo al hombre una tremenda herida pasional. La misma la descargaría en un par de letras de tango, en la que expresa su dolor. El primero se llamó: No quiero pensar más, al que puso música el excelente violinista José Nieso (Niesow).

Lo grabó Julio de Caro con su orquesta y el cantor Héctor Farrel, el 30 de mayo de 1940.

El segundo es un vals: Miedo, que tiene música de Eladio Blanco, bandoneonista de Juan Darienzo, que éste grabó con su orquesta y la hermosa voz de Héctor Mauré, el 31 de diciembre de 1940.

Aguzando orejas.

05- No quiero pensar más- Héctor Farrel con Julio De Caro

091- Miedo- D'Arienzo-Mauré