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lunes, 2 de septiembre de 2013

Ritornello

Volvemos de asolearnos en la arena levantina, bañarnos en el Mediterráneo y adquirir un tono mate y pocas ganas de laburar. Pero, al menos, sí para escuchar unas tanditas de tango poniendo al día la oreja y el cuore.

Lo cierto es que el abanico tanguero es tan groso y tan lleno de vida que no sé por donde arrancar, tratando de retomar el contacto con los amigos que se arriman al Blog para escuchar algún tema, o releer alguna historia que quedó entredada en las telarañas de este género, que se ha extendido por el mundo con la polenta de su compás milonguero.

Miguel Caló, su orquesta y sus cantores Arrieta e Iriarte. Julián Plaza está junto a Iriarte.
Mientras escucho diferentes temas para templar el ánimo, acompañando el mate amargo, recuerdo precisamente algunas anécdotas que se alojan en mi cerebro y en el tic tac de la zurda. Y este valsecito del poeta peruano César Miró que grabara Miguel Caló poco antes de su muerte, Todos vuelven, con las voces de sus antiguos cantores Raúl Iriarte y Roberto Arrieta, simplifica un poco lo que estoy imaginando.

                              

A Iriarte lo conocí en Bogotá, donde había radicado luego de sus grandes éxitos con la orquesta de Miguel Caló, y el suceso que lograra en giras por México, Cuba y la misma Colombia, donde era ídolo. Siempre pintón y sonriente, Rafael Fiorentino (su verdadero nombre) viajaba cada tanto a Buenos Aires para visitar a la familia y amigos, pero era feliz en la hermosa tierra colombiana.

Roberto Arrieta también triunfó en la orquesta de Caló y anduvo por el mundo con su gola y su escracho de cantor de tango. Compartí mesa con él frente a Radio El  Mundo allá por los cincuenta. Era muy gracioso, se llamaba Pedro Rosa Arrieta y le gustaba incrustarse una flor en el ojal de la chaqueta, como Julio Martel. Cuando le agarró el gustito a los viajes se enganchó en cuanta gira pudo. En 1972 volvió con Iriarte a grabar con Caló y dejaron este valsecito del peruano César Miró que comentaba, simbolizando mi regreso a la city madrileña.

Roberto Caló. Cantor y Director
 De paso cañazo, sigo un ratito con Miguel Caló y les dejo este tango de Virgilio San Clemente, Jorge Torres y E. Galperin que canta su hermano Roberto: Dulce amargura. Lo grabó el 21 de diciembre de 1938 y lo traigo, porque luego Roberto sería director de orquesta con bastante fortuna. He ido a bailar varias veces a la Confitería Nóbel con su orquesta y el cantor Héctor de Rosas, y Roberto también tenía aspecto de galán y mucho arrastre entre las féminas.

     
Y termino con este tango tan especial: Para Osmar Maderna, de Miguel Caló y Orlando Trípodi que grabara el primero con su orquesta el 24 de mayo de 1963. Y tiene un sabor especial porque Maderna fue un puntal de esa orquesta y quien le dio el tono tan especial y milonguero. Terminaron mal las relaciones entre ambos y los demás muchachos de la orquesta debieron separarlo una tarde en que se fueron a las manos, luego de ardua discusión. Dejaron incluso varias obras preciosas compuestas entre ambos y ese final triste, no fue óbice para que Caló lo recordara con gran cariño en este tango que remeda un poco el estilo del Chopin del tango, gracias a la maestría de Trípodi, en esta ocasión a cargo del piano.

Orq. Miguel Caló- Todos vuelven (Arrieta-Iriarte)

Orq. Miguel Caló. Dulce amargura - (Roberto Caló)

Orq. Miguel Caló: Para Osmar Maderna

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