El buen gusto de Julio Martel

Ya hablé de mi predilección por su estilo, por la forma tan personal de interpretar los temas con su voz pequeña, gutural, pero que le servía para redondear los temas con esa personalidad tan especial.

Y hay que recalcar que triunfó en una época plagada de grandes cantores de orquesta. La mejor y más grande camada que ha tenido nunca el tango. La época de Fiorentino, Floreal Ruiz, Roberto Chanel, Alberto Morán, Alberto Castillo, Roberto Rufino, Jorge Durán, Alberto Podestá, Alberto Echagüe, Alberto Marino, Carlos Dante, Roberto Ray, Ricardo Ruiz, y una larga lista que no desmerecen en este catastro de voces inolvidables.

                                                                                                 
Martel tuvo una impresionante cantidad de seguidoras por su porte de galán, además, que incluso le permitió lucirse en el cine.

Se llamaba Julio Pedro Harispe y a su muerte en el año 2009, le realicé un sentido obituario en el Diario El País, de España.

El Glostora Tango Club fue quizás el programa más exitoso de la radio argentina, dado que permaneció en el aire veintidós años, nada menos, y era infaltable en la mayoría de los hogares. Alfredo De Ángelis fue la gran estrella de ese ciclo, aunque alternaron varias orquestas.

Martel estrenó muchos temas en dicho espacio. Algunos de ellos no llegaron al disco.

 Hoy que estoy nostálgico, les traigo dos temas de este cantor nacido en Baigorrita, Junín, Provincia de Buenos Aires, aunque afincado en Munro, vecino a la Capital.

El primero es un valsecito de Tito Rivero y Carlos Waiss,grabado el 24 de mayo de 1946: Esa noche.

Y el segundo, inédito, está extraído de dicho programa radial, y no llegó a los estudios de grabación: el tango Violetita.

Que los disfruten en esta linda mañana sabatina de setiembre.

Esa noche

Violetita