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domingo, 31 de agosto de 2025

Salgán y el Quinteto Real

 Horacio Salgán fue un músico reconocido por sus colegas, en su argamasa de vanguardia y conservadurismo. Ha sido original en sus planteamientos, y, al revés de Piazzolla, alcanza su objetivo desde un comienzo anárquico, por su obsesión de meterse dentro del tango, tocando al modo tradicional. 

Mientas Astor  lucha por salirse de los esquemas clásicos del tango, Salgán se aleja de sus fantasías primerizas -producto de su gran dominio de la música-, cuando acompañaba a su primera esposa, Carmen Duval, desde el piano, y en su desasosiego creador, pugna por zambullirse de lleno en las fuentes, consiguiéndolo plenamente, pese al rechazo inicial. 

Decían que lo que él hacía no era tango y desconcertaba a los expertos. Lo cierto es que a sus 13 años ya era un aventajado alumno del Conservatorio Municipal y consumado intérprete de Bach, Beethoven, Ravel, Debussy y Chopin. Tocaría en orquestinas, casamientos, organista en la iglesia y solista en las matinés de un cine de Villa del Parque. Tocó incluso música tropical.

                           


 

A fines del 2009 recordaba: "Yo me crié en el tango. Cuando era chico, cuando era joven, se tocaba tango como cosa principal, sin perjuicio de que hubiese otros géneros como valses y pasodobles. Pero el tango era la música nuestra y estaba a todas horas y en todos lados". Elvino Vardaro primero y Juan Caló luego, lo llaman a formar en sus orquestas típicas. 

El legendario Roberto Firpo deja el piano y empuña la batuta en su orquesta, dejándole el sitio a Salgán en su lugar.  A los veinte años ya había hecho su primer arreglo musical para la orquesta de Miguel Caló: el tango Los Indios. Fue incluso una de sus primeras orquestaciones porque entonces no se arreglaba. Y su primer tango "Del 1 al 5" ya le daba chapa de tanguero.

En 1944 debutó al frente de su propia orquesta, en la Confitería Diamante, de Rivadavia y Castelli. "En ese entonces actuaban muchas orquestas típicas pero yo tenía otro gusto. Posiblemente esa sensibilidad diferente provenga de mis orígenes. Dos o tres generaciones atrás, mis bisabuelos fueron negros. Quizás viene de ahí mi manera de sentir las síncopas".

Con su orquesta logró que los grandes del tango lo siguieran en sus noches de actuaciones.  aunque no haya una sola grabación de su primera orquesta. Tuvo tres cantorazos: Horacio Deval, Ángel Paya Díaz y Roberto Goyeneche. La perfección del sonido es su búsqueda vital. Lamentablemente, consuma  la disolución de su orquesta en 1957.

Se hace solista, toca en dúo con Ciriaco Ortiz, en trío, y funda el Quinteto Real. "Lo tomamos más bien como un divertimento y los arreglos eran míos", decía. Junto a Laurenz, Francini, Ferro y el guitarrista Ubaldo de Lío, con quien estuvo unido más de cuarenta años, aunque -y también en ésto es único- no se tutearan nunca.

                                 

Horacio Salgán, Pedro Laurenz, Enrique Francini, Ubaldo de Lío y Quicho Díaz


 El Quinteto Real, con el padrinazgo de Aníbal Troilo y la presentación de Antonio Carrizo, debutó en 1960 en radio El Mundo. Y los llamaron de todas partes, viajaron a Japón en varias ocasiones, grabaron con éxito y esos registros han cobrado valor histórico.

Por encargo de un sello japonés, el conjunto resucitó años más tarde llamándose "Nuevo Quinteto Real". Lo integraban De Lío, Salgán, Leopoldo Federico (le sucedió Néstor Marconi), Antonio Agri y Omar Murtagh. Hubo muchos cambios con el paso de los años. A principios del siglo XXI, Salgán se retira, dejando en su lugar su hijo César, en la ejecución del piano y dirección del conjunto. 

En el año 2004 la formación era la siguiente: Cesar Salgán (piano), Ubaldo de Lío (guitarra), Carlos Corrales (bandoneón), Julio Peressini (violín) y Angel Bonura (contrabajo). También esta formación tuvo nuevos ejecutantes que se fueron reemplazando a través de los años.

En el 2010 el Quinteto celebró sus 50 años con diversas giras por el mundo, mientras que en nuestro país participaron de eventos muy especiales como el Bicentenario de Argentina y El Festival de Tango de Buenos Aires. 

Podemos escuchar la versión del tango de Luis Brighenti: "Ensueños". grabada por el Quinteto Real en 1960

                         


 

Y también la milonga "La trampera" de Aníbal Troilo, llevada al ese año.

                                     


 

 

 

viernes, 29 de agosto de 2025

Jamás retornarás

Una de las tantas rarezas del tango. La sociedad musical Osmar Maderna-Miguel Caló se alió en este caso en los rubros: poeta-compositor, para crear el tema que resalta las peculiaridades de la yunta en la poesía y musicalización del tema. Como hicieran también con el tango Qué te importa que te llore y el valsecito Luna de plata.

Era la época en que el piano de Maderna sacaba roncha en la Orquesta de las estrellas, como se conocía entonces a la formación de Miguel Caló. Ese modus inconfundible del músico de Pehuajó,que a sus 21 años ya se había incorporado al grupo y no sólo como pianista sino incluso en función de arreglador, lo que le permitiría lucir tempranamente sus cualidades en esos capolavoros tan especiales.

Se trata de un caso muy especial, porque en general, los compositores trabajaban sobre la poesía de los escritores, y en este caso Maderna y Caló rompieron con el molde y lograron en 1942, éxitos como este en la doble función creativa. El tango que recuerdo en este caso no tiene muchos registros discográficos, pero la versión de Miguel Caló con Raúl Berón es gratificante y dan ganas de escucharlo una y otra vez.

                                          


El tema versa sobre el clásico déjà vu de la pareja que consagró tantos proyectos unidos y promesas luminosas que de repente, inesperadamente se quiebran. Los sueños reverberan esas circunstancias del adiós que parecía tener boleto de retorno, pero la realidad desbarata todas las perspectivas y el hombre, quebrado, recuerda esos momentos que se le hacen inolvidables y desgraciados.

Cuando dijo adiós, quise llorar...
Luego sin su amor, quise gritar...
Todos los ensueños que albergó mi corazón
(toda mi ilusión), cayeron a pedazos.
Pronto volveré, dijo al partir.
Loco la esperé... ¡Pobre de mí!
Y hoy, que tanto tiempo ha transcurrido sin volver,
siento que he perdido su querer.

Muchos poetas del tango retratan en algunas de sus creaciones, las vivencias personales y amorosas.  Leyendo los versos del tema que traigo hoy a la página, da la sensación de que hubiese una historia real, yacente en todo el espíritu del tema. Acorralado por la nostalgia, la fugacidad de los momentos de amor, deshilvanando su musa, el personaje confiesa que su vida está herida de muerte sentimental.

Jamás retornarás... lo dice el alma mía,
y en esta soledad te nombro noche y día.
¿Por qué, por qué te fuiste de mi lado
y tan cruel has destrozado mi corazón?
Jamás retornarás... lo dice el alma mía
y, aunque muriendo está, te espera sin cesar.

Cuánto le imploré: vuelve, mi amor…
Cuánto la besé, ¡con qué fervor!
Algo me decía que jamás iba a volver,
que el anochecer en mi alma se anidaba.
Pronto volveré, dijo al partir.
Mucho la esperé… ¡Pobre de mí!

Y hoy, que al fin comprendo la penosa y cruel verdad,
siento que la vida se me va.


Y el tango pegó. Pegó de tal forma que a ochenta y tres años de su creación, lo seguimos escuchando y bailando con ganas. También es cierto que la intepretación de Raúl Berón con la orquesta de Miguel Caló le suma muchos puntos al tema. Lo que sin embargo no deja de llamar la atención, insisto, es que los versos hayan sido creados por dos músicos de tango como Maderna y Caló.


El 9 de octubre de 1942, Miguel Caló con su orquesta lo llevó al disco. Y acá lo tenemos otra vez con la nostalgia que va creando en sus compases y el canto sentimental de Berón.



 




lunes, 25 de agosto de 2025

Una pintura de Pichuco

 

 

                                   

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 DOGOR
(Una pintura de Pichuco)

                                                                                   (No ves que está de olvido el corazón.)
                                                                                                                Homero Manzi

Se amasija de luna la piojosa
Pa’embroyarse en un raje batemusa.

Desenfunda la jaula calzándola a babucha
Franeleándola con mimo y en chancleta
La mano zurda jotrabando de barreta,
el espiro relojeándose en su trucha,
un blondo escabio que empuja y que lo scrucha
aunque el hombre sobrado de carpeta
las dibuja de prima a las aletas
del fueye roncador que desestucha.

Porque nació con destino de fueyero
y al lado un ángel ñericompa y porteñero
custodio de sus manos gardelianas.

El insomnio lo inunda de quimeras
La nostalgia entre grillos se entrevera
Y un espiche p’adentro, de sotana
la conversa con el cuore batilana.
Ensiya el alma, en puro sentimiento
como si fuera deschavando un testamento,
refalando en el teclado sus macanas:
De los orsay que acusa el manyamiento,
de falopas y faso, de timbas pecoranas…
Su fueye bate el justo a ese lamento
blanqueando al alba confesora su nirvana.

Y entonces Pichuco le refila melodías
a la ferramenta que lofió de guacho;
por Fiore, por Floreal, por los muchachos
por las Milonguitas que cantó en María.
Dando changüís, gatiyando entre güiscachos, 
y cincela, ensoñado, gloriosas troilerías.
La piedad está tayada en ese escracho
que enfarola la fetén tangomanía.

 JOSÉ MARÍA OTERO




domingo, 24 de agosto de 2025

Gólgota

 Rodolfo Biagi se acababa de independizar, y luego de destacar en la orquesta de Juan D'Arienzo, con su estilo pianístico, dio el paso adelante hacia su consagración entre las formaciones que alumbrarían los años cuarenta del tango. Su primer disco de 78rpm tenía de una cara el tango instrumental de Vicente Greco: El incendio, y en la otra faz este tango que acababa de componer con Francisco Gorrindo.

Lo cierto es que Gólgota fue toda una pegada y entró en el repertorio de orquestas y cantantes. Francisco Lomuto con su vocalista Jorge Omar, Héctor Mauré, Agustín Irusta y otros le dieron relieve grabándolo y Biagi con su orquesta y la voz de Teófilo Ibáñez le dio el impulso definitivo. Lo cierto es que muchas voces nuevas lo van renovando y demostrando que el tema tiene gancho.

                                               



El quilmeño Gorrindo, supo engancharse con varios temas suyos que echaron raíces fuertes como por ejemplo: Mala suerte, Ansiedad, Por tener un corazón, La bruja, , Verano, Perdón, Dos guitas. Su amistad con Biagi le sirvió para que entrambos compusieran éxitos como el tema que hoy comento y también:  Por tener un corazón, Perdón y Magdala. Éste último sería el primer registro discográfico de Armando Laborde con la orquesta del Rey del compás.

Hoy traigo a la palestra ese tema que crearon Gorrindo y Biagi en 1938. Su nombre, Gólgota, recuerda al Monte, cerca del exterior de la murallas de Jerusalén, donde Jesús de Nazaret exhaló su último aliento. Tan arraigado se encuentra el nombre en el seno de la Cofradía de la Expiración, , que incluso la revista o publicación de la Corporación recibe ese icónico nombre: Gólgota.

                                                 

Tangos al bardo: Francisco Gorrindo
   Francisco Gorrindo

Gorrindo también surca entre claridades melancólicas, diagnosticando, la ruptura del idealismo amoroso fracasado. Esas fases embrionarias de las cosas a través de la niebla del destino. El amante abandonado descubre una sociedad androcentrista, misógina y demasiado injusta en la que está sumergida la maraña afectiva. Y piensa que no hay virtud cívica posible. 

Yo fui capaz de darme entero y es por eso
que me encuentro hecho pedazos,
y me encuentro abandonao.
Porque me di, sin ver a quién me daba,
y hoy tengo como premio
que estar arrodillao.
Arrodillao frente al altar de la mentira,
frente a tantas alcancías,
que se llaman corazón;
y comulgar en tanta hipocresía,
por el pan diario,
por un rincón.

Virgilio decía "Bajar al infierno puede ser algo relativamente fácil, lo difícil es una vez dentro poder salir...". El alma receptora de emociones pasionales y de la agresión, renuncia a la aventura diaria y la bohemia lo arrastra con sus vicios, sobre todo el alcohol que lo acepta como si fuera el reemplazante del amigo. Y siente que el mundo que lo rodea es un circo ambulante.

Arrodillao, hay que vivir, 
pa' merecer algún favor;
que si de pie te ponés,
para gritar
tanta ruina y maldad.
Crucificao, te vas a ver,
por la moral de los demás;
en este Gólgota cruel,
donde el más vil,
ése, la va de Juez.

No me han dejao
más que el consuelo de mis noches,
de mis noches de bohemia,
mezclar sueños con alcohol.
Ni quiero más, me basta estando solo,
teniendo por amigo
un vaso de licor.
Que por lo menos con monedas he comprado,
a quién no podrá venderme,
quién me prestará valor
para cumplir en este circo diario,
con las piruetas
de tanto clown.

El 19 de agosto de 1938, con el cantor Teófilo Ibáñez llevan a la placa: Gólgota. el primer disco de 78rpm que graba Biagi en Odeón. En la otra cara tenía el tango de Arturo De Bassi: El incendio. Podemos recordarlo aquí.

                               



miércoles, 20 de agosto de 2025

Yo también soñé

 Este tango tuvo mucha repercusión por la interpretación que realiza Charlo en la película "Puerto nuevo", dirigida por la dupla Luis César Amadori-Mario Soficci, en 1936. El 31 de diciembre de 1935,  Pirincho Canaro lo lleva al disco con el propio Charlo, y tres meses más tarde lo vuelve a grabar, esta vez cantando Roberto Maida. En 1951 lo registra nuevamente, con su cantor Mario Alonso.

Evidentemente, aunque Canaro no tuviera los estudios necesarios para componer y para dirigir, está claro que supo adaptarse con mucha capacidad no sólo a esas especialidades, sino que brilló en el teatro y en el cine, logrando éxitos en todos estos rubros. Incluso musicalizando numerosos temas que pegaron fuerte como el que hoy traigo a la página.

                                      


Hay que tener en cuenta que además de tango, vals y milongas, grabó foxtrot, zamba, minuet, marcha, shimmy, ranchera, vidalita, canción, estilo, pericón, murga, mazurka, polca, marchinha, candombe, rumba, gato, corrido, baión, serenata o danza morena. Incluso intentó inventar nuevas formas con el tanguano, milongón o tangón. Pero, evidentemente el tango lo tuvo como puntal por muchos años.

También destacó como compositor de numerosos temas. Entre ellos, este tango que compuso con Luis César Amadori en el papel de poeta, que habla de los sueños y las realidades de la vida. Está bien desarrollado y muy bien musicalizado. Por eso pegó fuerte en su momento y todavía lo podemos escuchar en las versiones grabadas por Canaro con sus cantores.

Yo también soñé cuentos de ilusión                                                                                              Desde mi niñez                                                                                                                              Y fue un sueño azul el que me engañó                                                                                      En mi juventud.                                                                                                                              Yo soñé un amor y sentí el calor de un cariño fiel                                                                        los tesoros que forjé, locamente derroché                                                                                    Y entre sueños fui feliz al calor de esas caricias                                                                            Que después no conocí

Es más amargo el despertar
Cuanto más tierno fue el amor del sueño
Una mano de hierro
Nos llama a la realidad.
Y los sueños se cambian
En miserias y maldad
Yo quisiera soñar y dormir de una vez
Para no despertar

Hoy perdida ya toda mi ilusión
Vi una aparición
Linda como un sol me miró al pasar
Por mi soledad.
Se acercó hasta mí y escuché su voz hablando de amor
Mi esperanza renació y hoy que me siento feliz
Tengo miedo de soñar, porque si esto fuera un sueño
No podría ya vivir.


Escuchamos la versión grabada de la orquesta de Canaro con Charlo el 31 de diciembre de 1935.








martes, 19 de agosto de 2025

   He bailado tango en muchos países de América y Europa. 

                                                                                               Son sensaciones muy especiales.

        






domingo, 17 de agosto de 2025

Tita Merello

 por Francisco Canaro:

-He dejado a Tita Merello en último término para comentar en breves palabras su meritoria carrera artística. Salió de las filas del "bataclán" para cantar un tango mío, con letra de Juan Andrés Caruso, titulado: "Pedime lo que querés", allá por el año 1922, en el teatro "Maipo". 

A partir de entonces su trayectoria  escénica fue siempre ascendente. Transcurrido un tiempo, actuó conmigo en varias temporadas teatrales como actiz y cancionista, afianzando poco a poco su personalidad.

                                                                Canaro y Tita


Tita luchó con talento y dedicación, sin omitir sacrificios hasta alcanzar un cartel que la consagra en la actualidad como la actriz nacional más completa. No tiene cuerda definida, ni se especializa en ningún género, porque en realidad su temperamento se amolda a cualquier papel, ya sea dramático, cómico, festivo o arrabalero. 

Además de cantar y bailar, se viste con elegancia cuando lo requiere el personaje que desempeña, y todo lo hace muy bien y con singular entusiasmo. Tiene la virtud de una gran expresión y, cuando canta tango, le infunde sus eficaces recursos de actriz que sabe lo que dice, fraseando la letra con clara dicción, 

                                                     


                             

A mí, francamente, me agrada mucho su idiosincrasia escénica y soy sincero admirador de ella, pues es valioso fruto de su propia voluntad. En estos últimos tiempos ha comenzado a grabar discos conmigo, y aunque no posee una gran voz, en la interpretación vigoriza sus canciones con admirable fuerza de expresión, no común en otras cantantes criollas. 

Por tan relevantes cualidades, repito, la conceptúo en nuestros días, la más genuina figura de la escena vernácula, y para confirmar mi aserto, ahí están vivos sus éxitos en el teatro, cine, radio, sin excluir los de nuestro cancionero.


(Acá escuchamos a Tita Merello con la orquesta de Pirincho Canaro, cantando "Milongón porteño", de Manuel Romero y Alberto Soifer. Grabado el 3 de octubre de 1956)

                        




jueves, 14 de agosto de 2025

La cofradía tanguera

                                    En el café Petit Colón (Libertad 505) protagonistas de la                                                                                generación del cuarenta. 

                      De izq. a der.: Armando Pontier, Alberto Marino, Héctor Stamponi.                                              Raúl Berón, Horacio Ferrer, Julio Ahumada, Luis Adolfo Sierra,                                                    Alberto Podestá, Carlos Figari, Virgilio Expósito y Héctor Marcó.                                                                                                                       

                                                                                      (viernes 11 de mayo de 1979).

  

martes, 12 de agosto de 2025

Alfredo Le Pera

   (por Aníbal Troilo)


   Fijate que pocas veces se dice: "Gardel era un tipo muy inteligente...", aparte de todas las otras condiciones que ya le conocemos.  Y un síntoma de esa inteligencia es haber recurrido en el extranjero a una pluma como Alfredo Le Pera...

  Tené en cuenta que Gardel estaba solo, rodeado de franceses primero, luego de norteamericanos.

   Esa gente podía perderlo. Él tenía su voz (¡qué te parece!), esa polenta de su personalidad y sus ideas musicales. Pero no era letrista.

                                           

Carlos Gardel y Alfredo Le Pera

    

   Ahí aparece Le Pera, de quien me dijeron que no era buen tipo, pero ¡qué importa ya! Los dos hacen una trampa portentosa: conservan lo nuestro en un ambiente extraño.

   Yo no escribo y leo poco, pero eso del lenguaje para comunicarse con la gente lo entiendo bien.

   Le Pera apartó palabras nuestras, esas que solamente entendemos los porteños, y sin embargo no dejó de ser porteño. O argentino. Eso no es fácil. Toda una prueba de fuego. 

   Le Pera escribía y Gardel cantaba. La voz de Carlos no sabía de fronteras. En cuanto a Le Pera, su mérito era meterle lo nuestro a quienes no nos conocían.

   ¿Qué te parece "Melodía de arrabal" o "Volver"? ¿Y "Mi Buenos Aires querido"?

   Hay que recordar que no fueron estrenadas en la calle Corrientes, sino en París o Norteamérica. 

   En fin, por todo eso, hablando de letristas de tango, yo siempre pienso que Alfredo Le Pera no está lejos de Discepolín o de mi querido barbeta Manzi,

(Recogido por Jorge Couselo en Mar del Plata, febrero de 1970)

-Y podemos escuchar esta grabación inédita de la orquesta de Troilo con Fiorentino: Melodía de arrabal, de Le Pera/Battistella/ y música de Carlos Gardel

                                     

                                     


                       

  


lunes, 11 de agosto de 2025

Dos que se aman

Manuel María Flores (1840-1885), nació en San Andrés Chalchicomula, México. Estudió Filosofía en el Colegio de San Juan de Letrán hasta el año 1859, fecha en que abandonó sus estudios. Perteneció al Partido Liberal, luchó contra los franceses, estuvo preso en el Castillo de Perote. 

Cuando la república fue reinstaurada obtuvo el cargo de diputado, posteriormente formó parte del Liceo Hidalgo, además de pertenecer al grupo de escritores que encabezó Manuel Altamirano, quien escribió el prólogo de suprimer libro; "Pasionarias" que fue publicado en el año de 1874.

Este poeta  es considerado como uno de los más grandes  representantes del Romanticismo Mexicano, Manuel, sostuvo una relación sentimental con Rosario dela Peña, mujer por quien se suicidó Manuel Acuña. Falleció este insigne poeta en el año de 1885. Después de su muerte, aparecieron sus "Poesías inéditas" en el año de 1910 y en el año de 1953 "Rosas caídas" (su diario).
                                       
                                          

"Amémonos", una bella poesía romántica de este gran creador mexicano  fue musicalizada por Antonio Tormo en 1948, convirtiéndose en el vals "Dos que se Aman", una de las bellas piezas del género, con la particularidad que autor y compositor, jamás se conocieron, ya que ni siquiera fueron contemporáneos.

 Antonio Tormo, usando el seudónimo Mburucuyá, registró la música en SADAIC como recopilación y arreglo, porque era una antigua composición mendocina que no estaba registrada. Los versos originales de "Amémonos" comprenden doce cuartetas, pero Tormo las redujo primero a seis y luego agregó una séptima. 

En SADAIC también está registrada una recopilación de Carlos Montbrun Ocampo y otra de Alfredo Gobbi, ambas con letra de Manuel María Flores, probablemente con arreglos diferentes.

Osvaldo Pugliese con Alberto Morán, lo grabó el 15 de septiembre de 1948, y acá lo reproducimos:

                                     


 
Podemos escuchar la versión de José Basso con sus cantores Fiorentino y Ricardo Ruiz. Lo grabaron también en 1948.

Y la de Ricardo Tanturi con sus cantores Osvaldo Ribó y Roberto Videla. Llevado al disco el 25 de junio de 1948.                                                                                                                                                                                          


                             

                                 


martes, 5 de agosto de 2025

Nada más

 Luis Rubistein vivió a los ponchazos y a los 11 años ya entonaba tangos, milongas y canciones criollas en el Parque Goal, de Avenida de Mayo y Sáenz Peña, donde lo conocían como el Petit Gardel, por su voz y su manera de entonar. Cantando disimulaba su tartamudez congénita, que le daba un aire más simpático aún. Decía que sus diálogos con Agustín Magaldi parecían propios de un sainete por la misma causa.

Tuvo muchos problemas de jovencito en casa, porque los padres le reprochaban que llegaba de madrugada a su casa, pero al día siguiente volvía repetir la escapada noctámbula para escaparse a cantar. De todos modos su conducta, en cuanto al trabajo, fue manifiesta, nunca faltó a sus obligaciones porque sabía las necesidades de la prolífica familia. 

                                                        


Sus padres Motl y María Kaplán -zapatero remendón y maestra de hebreo-, huyeron de Ekaterinoslav (Ucrania), ante la ola de antisemitismo, arribando a Buenos Aires en 1906 con tres hijas. En su nuevo refugio llegarían a tener hasta siete hijos más. Luis sería el segundo de esta prole argentina, en la que se inocularía el berretín tanguero, a tal punto que tres de los Rubistein porteños plasmarían recordadas páginas.

Entre Oscar, Elías (Randal) y Luis crearían esos temas que nutrirían con éxito a orquestas y cantantes. Al fallecer el viejo Motl, Luis pasaría a ejercer una especie de paternidad sosbre sus hermanos. Conocería a Anselmo Aieta en un café de la Corrientres angosta y el gran bandoneonista-compositor, se lo llevó a vivir a su casa. Luis ni siquiera había terminado la escuela primaria. 

Quiso ser cantor, probó con D'Arienzo a sus 17 años (de esa manera tapaba su tartamudez coingénita), pero le tiraba mucho más la aventura constante. Empezó a componer tempranamente mientras controlaba los pasos de sus hermanos. En 1926, crea con D'Arienzo el tango Rodolfo Valentino, dedicado al gran actor que acababa de fallecer. Lo firma como Nietsibur (Su apellido al revés).

Dos años más tarde ganó dinero en el hipódromo apostando por un caballo que conducía el jockey conocido como "El Tigre" Callejas.  Le cambiará la letra a su tango  y lo titula "Callejas solo", dedicado al jockey.  Lo graba Juan D'Arienzo con su cantor de entonces, Carlos Dante, a un ritmo mucho más lento que el que tendría más tarde. 

                                       

 Y en 1938, a pedido del "Rey del compás", vuelve a cambiar los versos del tango, titulándolo: "Nada más" que sería todo un suceso con la orquesta de D'Arienzo. La letra es un ruego apasionado, como él los vivía, del personaje, a una muchacha que lo abandona. Seguramente es un caso que vivió de cerca y lo transmite al papel, pensando en el pedido suplicante del hombre, que le dice a ella:

No quiero nada, nada más
Que no me dejes frente a frente con la vida.
Me moriré si me dejás
Porque sin vos no he de saber vivir.
Y no te pido más que eso
Que no me dejes sucumbir...
Te lo suplico por Dios
No me quités el calor
De tu cariño y tus besos,
Que si me falta la luz
De tu mirar que es mi sol
Será mi vida una cruz.

Y el tango fue un golazo para D'Arienzo  que lo llevaría al disco en tres oportunidades con sus cantantes: Alberto Echagüe en 1938, en 1958 con Jorge Valdez y en 1971 con Mercedes Serrano.  El drama amoroso del personaje llega a extremos poéticos que le dan profundidad a la historia.
 
¡Cuánta nieve habrá en mi vida!
Sin el fuego de tus ojos
Y mi alma ya perdida
Sangrando por la herida
Se dejará morir...
Y en la cruz de mis anhelos
Llenaré de brumas mi alma,
Morirá el azul del cielo
Sobre mi desvelo
Viéndote partir...
 
No quiero nada, nada más
Que la mentira de tu amor como limosna.
¿Qué voy a hacer si vos te vas
con el vacío de mi decepción?
No, no te vayas... te lo ruego...
No destrocés mi corazón...
Si no lo hacés por amor
Hacelo por compasión
Pero, por Dios, no me dejes,
Jamás te molestaré
Seré una sombra a tus pies
Tirada en algún rincón...


La versión grabada de D'Arienzo con Echagüe, el 8 de julio de 1938, suena en la milonga y te lleva en volandas por la pista, porque engancha que da calambre.