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jueves, 28 de septiembre de 2023

Canillitas y bailes en el Tabarís

                                  


   

   Los canillitas eran una verdadera institución, en modo especial el elenco bullicioso y pintoresco que giraba alrededor de la reventa de los diarios, sobre todo a la hora de la quinta edición, en las puertas de los talleres, en las calles, en los cafés vecinos.

    Entre los diarieros de todas las categorías, desde el gran picotero al simple peón de la reventa, desde el encargado de reparto, al gorrión callejero, había muchos ejemplares notables por su calidez humana y su simpatía, ¡eh! 

   Recuerdo especialmente a Arístides Gutiérrez, llamado el gordito Liceo, porque siendo pibe, antes de llegar a poseer su propio reparto, tenía la parada en la esquina del teatro. También al ruso Lima, que le habían puesto así porque era pelirrojo y había vendido en la esquina de Avenida de Mayo y Lima.

   A los hermanos Panchiquito chico y Panchiquito grande. a los hermanos Milonga y Milonguita. Al Dotor de Boedo, más tarde empresario teatral. Al Rana, al Madre, al Sopo, a Trompa de Hacha, al Sábalo, a Pelito Verde, a Manolo Monteagudo, y a tantos otros.

   Nos querían mucho y nosotros los queríamos y los respetábamos. Era mutuo, ¿sabés?. Cuando en 1928 mi hermano Enrique y yo obtuvimos premios municipales, nos ofrecieron un gran banquete, con discursos, recitado de poemas y repartija de cigarros Santos al final. ¡Qué noche de garufa! La terminamos en el Tabarís.

   -¿Eran muy bailarines ustedes?

   -Muy bailarines, pero no solamente de tango, sino también, y por eso después de los banquetes, como el de los canillitas, el rito era ir al Tabarís. A Oliverio Girondo y a Güiraldes les encantaba. Güiraldes siempre tomaba un palco, pedíamos champagne y yo bajaba a la pista a bailar con Norah Lange.

   En ese entonces, ¿sabés?, Marechal y yo éramos dos rivales. Rivalizábamos en bailar el tango. Yo creo que bailaba mejor que él. Pero como él está muerto, retiro lo dicho, porque no me puede desmentir.

 

RAÚL GONZÁLEZ TUÑÓN


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