Pocho Palmer

Me acaba de llamar desde Buenos Aires, el violinista y Director de orquesta, Fabián Bertero, para darme la triste noticia: Ha fallecido el notable bandoneonista Pocho Palmer, que, entre otras muchas cosas, era pieza fundamental de su formidable orquesta.

Además de la sensación  de la tremenda pérdida para el tango, tengo muy buenos recuerdos de este músico, muy respetado por todos sus colegas, que viajó con su bandoneón por medio mundo y estuvo radicado en Colombia muchos años, donde era tratado como ídolo.

Incluso volvió una y otra vez acompañando a cantantes como Alberto Podestá, Juan Carlos Godoy, Lidia Borda, Armando Moreno, María Graña y otros. Lo disfruté en La casa de Aníbal Troilo, donde fue director musical, en la compañía Tango x dos  de Miguel Ángel Zotto y el espectáculo de este gran bailarín en Buenos Aires. No sólo deja su recuerdo como músico, sino que además supo sembrar amigos por todas partes y seguía estando en plena forma.

                                     

Hace un par de años, lo vi como integrante de la Big Band de tango de Fabián Bertero en Los 36 billares, de la Avenida de Mayo, atestado de gente del ambiente y tangueros recalcitrantes. Tenía amigos y admiradores y estuve charlando un largo rato con él. Luego Bertero me diría que para la orquesta , la presencia de un músico como él, resultaba fundamental.

Me contó de su admiración por bandoneonistas como Aníbal Troilo y Leopoldo Federico entre otros. Pensaba como Troilo, que más allá de la técnica o el dominio del instrumento, "cuando se toca un instrumento uno tiene que cantarlo e interpretar lo que está tocando". Todo pasa por la sensibilidad y el respeto por la melodía, aseguraba.

Con la Big Band Tango de Bertero. Pocho es el 5º, arriba de izquierda a derecha

                                
Supo acompañar también a Alicia Pometti en el Trío que constituyeron con ella; a Lidia Borda, se lució en el espectáculo Puro Tango y deja una historia llena de recuerdos lindos y una ristra de amigos que lo acompañan en este imprevisto final.

Lo traigo a este espacio, hoy tristón como la mañana madrileña que aparece en mi ventana, tocando en La Orquesta Color Tango Tolosa, como primer bandoneón, secundado entre otros por el que fuera bandoneonista de la orquesta de Osvaldo Pugliese, Alejandro Prevignano. Interpretan La bordona, de Emilio Balcarce.

Y como primer bandoneón de la Big Band Tango de Fabián Bertero, la milonga del Director, Milonga de la calle.