Se llamaba Mario Celestino Corrales (1920/1987) y tenía un aire a su madre que era de ascendencia irlandesa. Incluso en una oportunidad, en el Bar Mi refugio, junto a Radio El Mundo, lo escuché entonar una canción en inglés en la mesa de unos amigos.
Desde que debutara con 18 años con Scorticatti, fue pasando por numerosas formaciones: la Típica Víctor, Miguel Caló, Joaquín Do Reyes, Francisco Rotundo, Antonio Rodio, Osmar Maderna, Carlos Di Sarli y Los señores del tango (una escisión de la orquesta del maestro de Bahía Blanca).
Muy buen fraseador, cantor al que le iban de maravillas los temas dramáticos, de buen gusto interpretativo, siempre utilizó su verdadero nombre: Mario Corrales, hasta que el maestro Di Sarli le sugiere su nuevo apellido artístico.
El notable pianista y director venía de un alejamiento del medio, cuando vuelve al ruedo y arma una orquesta con el estilo que tanto lo definió, hasta convertirlo en un ícono. El otro cantor escogido fue el mendocino Oscar Serpa, que ya había militado anteriormente en la formación.
Mario Pomar a la izquierda junto a Serpa y Di Sarli |
Canyengue. A.Rodio
Desesperanza- Típica Víctor
Tormenta. Carlos Di sarli
Maravilloso, maravilloso, un cantor extraordinario, particularmente yo, lo descubrí medio tarde. Acostumbrado casi siempre a escuchar al gran maestro con Rufino, Podesta, Duran, cuándo empezé a poner el oido en la decada del 50 me encuentro con este cantoraso, (igual que Horacio Casares, otra gran voz, gran cantor) que me sorprende y me sedujo inmediatamente. Gran timbre de voz, afinación, mucho sentimiento, mucha calidad. Lamentablemente creo, si no me equivoco, no está valorado o sobrevalorado en su verdadera dimensión, muy tapado por los super grandes de la decada del 40. Muy buena la biografía. Gracias
ResponderEliminarExcelente felicitaciones
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