Como casi todos aquellos músicos de su época, Brignolo debió trabajar para ayudar a la manutención del hogar materno, al fallecer el progenitor, y lo hacía como colocador de azulejos. Tenía dieciocho años cuando acudió con amigos a un Café de Suárez y Necochea, del barrio de la Boca, donde estaba tallando fuerte el tango, con los parroquianos sentados en torno a las mesas, y el palco donde se ubicaban los músicos, por lo general intuitivos.
Ricardo Luis Brignolo en 1934 |
Esa noche tocaban el Tano Genaro (Genaro Expósito) con su bandoneón, junto al pianista norteamericano negro Harold Philips, y el joven Brignolo se sintió atraído fuertemente por el sonido del fueye y los movimientos que realizaba el Tano en la ejecución. Por eso en un intervalo de su actuación, se le acercó a Expósito para pedirle que le diera algunas lecciones, porque le gustaba mucho ese instrumento. El Tano no sabía música y le dijo que no podía enseñarle, pero ante la insistencia de éste, aceptó darle algunas lecciones, como también haría con Anselmo Aieta, aunque años más tarde el Brujo comentaría que el "maestro" lo tenía para cebar mate.
Así comenzó Ricardo Brignolo su carrera ascendente y estudiaría solfeo para ampliar sus conocimientos. En 1914 decidió dedicarse exclusivamente a la música y debutaría en una café de Entre Ríos, entre Cochabamba y San Juan, a 100 metros de "El estribo". Lo acompañaban el pianista Nicolás Irulegui y el violinista Pascual Gnochi. El año que permaneció en ese palco le sirvió de lanzadera para escalar posiciones rápidamente, para lo cual estudió a fondo los secretos del fueye y terminaría escribiendo un Método para aprender a tocar el bandoneón, algo que se echaba en falta porque muy pocos conocían a fondo las características tonales del fueye en su totalidad.
Además de sus dotes musicales, no estaba exento de inventiva poética y lo demostraría al escribir sobre la música de Alfonso Lacueva, la letra del tango Íntimas que Carlos Gardel consagraría y grabaría en 1926 y 1930. Y entre los varios temas que le dieron lustre como compositor, destaca sin duda Por seguidora y por fiel, con letra de Esteban Celedonio Flores, que Gardel registró en el disco en 1930 y que trascendió a su época en la voz de distintos cantores.
Pero su apellido quedaría grabado en la historia del tango por su exquisito tema instrumental: Chiqué. El nombre del mismo produjo en principio algunos interrogantes, pero él mismo le aclararía a Francisco García Jiménez el significado. Es de la época en que tocaba en "La olla popular", una Academia de baile situada en la Calle Sarmiento entre Cerrito y Libertad. Se llamaban así remedando con retintín a las colas de gente sin trabajo que acudía a buscar comida en esos sitios de ayuda.
En la noche de Buenos Aires de entonces, como resultado de primera guerra mundial, muchas mujeres francesas habían sido traídas al país por maquereaux franceses que colocaban a sus pupilas en prostíbulos y que también se ganaban la vida acompañando a los bailarines que debían pagarles diez centavos por pieza bailada. En ese salón Brignolo escuchó a una de ella recriminarle a su acompañante ocasional: "No hagas chiqué", cuando bailaban. Brignolo le preguntaría luego por el significado de la palabra en cuestión y cuando ella le explicó con movimientos exagerados de su cuerpo lo que quería decir, entendió que se refería a los aspavientos teatrales del bailarín en cuestión.
Y entonces relataría luego como surgió el nombre de este tango que pegó fuerte de entrada:
-Yo había volcado en la pieza un fantaseo que me parecía de muchas ínfulas para un bailable. Sonaba bien aquello, pero lo encontraba pretencioso. Y como para curarme en salud, le puse Chiqué de título..
El tema pasó con nota el examen de la oreja de músicos y milongueros y fue grabado por numeros conjuntos. Entre otros: Julio De Caro (con quien tocaría Brignolo en su orquesta gigante), Francisco Canaro, Sebastián Piana con un trío vocal, Cátulo Castillo (1929), Francisco Lomuto, Aníbal Troilo (en dos oportunidades), Francini-Pontier, José Basso, Osmar Maderna, Roberto Zerrillo, Eduardo Del Piano, Juan D'Arienzo, Nicolás D'Alesandro, Lito Escarso, Roberto Pansera, Osvaldo Pugliese, Osvaldo Requena con su cuarteto, Ciriaco Ortiz con su trío, Ástor Piazzolla o la selección Nacional de Tango, entre muchos otros. Cabe recordar que durante la dictadura de 1943, la censura prohibió numerosos tangos que debieron cambiar el título o diversas palabras, y Chiqué fue retitulado entonces como El elegante.
Hoy recuerdo a este tangazo con dos de esas grabaciones. La de Aníbal Troilo del 3 de marzo de 1944, que fue todo un suceso. Y la de Francisco Canaro, del 11 de septiembre de 1929.
Chiqué - Aníbal Troilo
Chiqué - Francisco Canaro
jose maria este es un tangazo.lo tengo grabado por todos los nombrados,en especial una de zerrillo ,no la discografica,sino una toma radial que consegui con 40 musicos ,algo espectacular ,nunca pude saber quien era el pianista que esta fenomeno,estoy entre parodi o juan c howard que en los albores del 40 estaban en la orquesta .las versiones de pugliese y el gordo me colman salute juan
ResponderEliminarEl que estaba también por esa época con Zerrillo era Emilio Barbato, que luego tuvo una Tienda de música en Caseros y Luca, cerca de casa. Y el cantor de esa orquesta era Jorge Cardoso, un cantor pampeano que después se estableció en España y tenía un boliche en Alicante donde se guitarreaba y se cantaba. Lo conocí ahí, estuve varias veces y me contó unas cuantas historias de su época. Otro pianista que estuvo con Zerrillo en esa época fue el potrillo Zagnoli. Y los fueyes principales eran Alberto "Pajarito" García y Alberto San Miguel. Salute
ResponderEliminarEstimado Otero
ResponderEliminarEscuche la versión de la Selección del tango y hay una impronta de Baffa como adicional de Berlingieri. Tengo entendido que el solo de violín antes era para violoncelo la puso el alemán Fritz allá a lo lejos.
El quinteto de Astor hizo su versión y tengo una por Maderna.
Habrá alguna grabación donde intervino Brignolo.
Debe ser un tango muy tocado en las milongas de Europa.
Gracias por tantos aportes.
Saludos
Gustavo Lencina