Sin la menor duda, fue uno de los grandes bandoneonistas que pasaron por las filas del tango, y nos dejó hace cerca de cuatro años. Pero sigue vigente en sus grabaciones con Salgán, con Piazzolla, con Gobbi, Maderna, Salgán, Di Sarli, con Grela, con Julio Sosa y tantos otros en su extensa carrera. Además, quienes tuvimos la suerte de conocerlo, de tratarlo, comprobamos que detrás del excelente músico, director y compositor, había una persona sumamente agradable y sobre todo muy modesto. Nunca dejó de ser la persona normal que charlaba con sus seguidores, periodistas y otros, con el afecto que siempre lo caracterizó.
Tuvo unas largas charlas con Horacio Ferrer y entre otras cosas, es importante lo que dice sobre la categoría musical de Aníbal Troilo:
-En cierta época no me atraía. No se puede creer... ¡Y era lo más grande! En la época que Pichuco estaba entero físicamente, ¡a sacarse el sombrero! Vos sabés que compraba sus discos, lo sintonizaba en los programas de radio, y lo seguía nota por nota, en un afán de crítico, esperando que metiera la pata,. Y nunca, lo que se dice, nunca, lo pude pescar en un fallo con su bandoneón. ¡Que fenómeno! Y además qué hombre, qué clase de hombre...
-Estábamos juntos en el programa "Yo te canto Buenos Aires". Como es de uso, los presupuestos para el Tango eran chicos. Entonces yo acompañaba a Julio Sosa con guitarras y bajo, en lugar de la orquesta. A mí no me gustaba, lógicamente. Pero, ¡qué iba a hacerle! Y un día se me acerca Troilo y me dice: "Lo veo tristón a usted. Y lo veo así, y sufro yo. Dígame Leopoldo: la semana que viene tráigase los arreglos de su orquesta". Y a la semana siguiente, por su intervención, toqué Tango del ángel y Mala junta, integrada mi orquesta con los músicos de las orquestas de Pichuco y de Pontier. ¡Qué grande!
-Si tuvieras la mágica posibilidad de elegir entre los músicos de todas las épocas para formar tu orquesta ideal, ¿a quien llevarías?
-¡Al diablo! Esa sí que es difícil... Creo que puedo elegir sin mayores dudas, porque siendo director de semejante orquesta, de acuerdo a cada tango repartiría los solos. En unos casos, por ejemplo, lo elegiría a Gosis, en otros a Di Sarli, hablando de pianistas.
- Y después, anotá: Bandoneones: Aníbal Troilo (talento, calidad y técnica exquisita); Ástor Piazzolla (excepcional y con una calentura que contagia); Abelardo Alfonsín (que es la perfección); Antonio Príncipe (tan admirable seguidor de un primero es, que se equivoca cuando te equivocás); Pajarito García (flor de bandoneón); Osvaldo Rizzo Pichuquito (un músico que escucha cualquier cosa, una tos, un insulto y sabe en que tono está), y dos maestrazos Antonio Ríos y Roberto Di Filippo. ¿Son muchos?
-Seguí, seguí con la cuerda.
-Violines, con adecuados solos, según los arreglos y los temas: Enrique Francini, Elvino Vardaro, Antonio Agri, Roberto Guisado, Enrique Camerano, Mauricio Mise y Fernando Suárez Paz. Viola: Mario Lalli. Cello: José Bragato. Contrabajo: Kicho Díaz. También Omar Murtagh.
-¿Y los pianistas?
-Tres. Orlando Goñi, Carlos Di Sarli y Jaime Gosis.
....como para discutirle los musicos que menciona...!!!!
ResponderEliminarSin palabras !! Imposible de olvidarlos..