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lunes, 2 de octubre de 2017

Los arregladores

Fueron  fundamentales en la etapa que la evolución del tango dejaría atrás al empirismo inicial y fundador del género. Se trataba de músicos profesionales que se dedicaron de lleno a la escritura de los arreglos en las grandes orquestas. Los vanguardistas en ese sentido fueron Osvaldo Fresedo, Juan Carlos Cobián y Julio De Caro, que encargaron dichos trabajos a especialistas, buscando las formas precisas adecuadas a su orquesta.

El excelente organista belga radicado en Argentina, Julio Perceval, resultó decisivo en los arreglos que hiciera para Julio De Caro, de los temas: Flores negras, Copacabana, Un poema e Ideal. El mismo De Caro me lo explicó una mañana en el programa que yo tenía en radio Argentina. Cuando Julio De Caro, en noviembre de 1936, realizara un concierto matutino en el cine Ópera, con la orquesta sinfónica de  radio el Mundo, las orquestaciones estuvieron a cargo de tres ilustres: Julio Perceval, Julio Rosenberg y Alejandro Gutiérrez del Barrio.Por su parte, Fresedo contaba con el talento de Alejandro Gutiérrez del Barrio y Sebastián Lombardo. Años más tarde sería Roberto Pansera, el bandoneonista y arreglador del hombre de La Paternal.

                        
Julio Rosenberg, Julio De Caro, Luis Díaz y Francisco De Caro

¿En qué consiste el arreglo? Se trata de un trabajo musical realizado en la adaptación de un tema original a determinada manera de interpretación -instrumental y/o vocal, mediante la distribución de las voces, la combinación de los sonidos y la introducción de aquellas variantes -rítmicas, melódicas, armónicas, contrapuntísticas o de otro carácter- que resulten necesarios para la creación propuesta y el estilo de la orquesta, y/o vocalista, en cuestión.

Notamos en alguna ocasión que saltan chispas cuando se habla del arreglo que hiciera Roberto Firpo en Montevideo, de La cumparsita, de Matos Rodríguez, adaptándolo a su orquesta y mejorando su escritura. El mismo Matos Rodríguez, en el libro biográfico que escribiera su sobrina nieta Rosario Infantozzi Durán, viene a decir:

                                    

   -El tango ya pentagramado se lo llevaron los muchachos y mi tío Armando Matos a Roberto Firpo, quien precisamente ese año actuaba en el famoso café La Giralda, que se encontraba donde hoy se levanta, majestuoso, el Palacio Salvo. 
   -Firpo casi se muere cuando vio la obra de mi querida Becha (hermana de Matos), porque me enteré que la música se divide en compases y que los sostenidos y bemoles que tan prolijamente anotó mi hermana delante de cada nota, deberían, por una ley conocida por todos menos por mí, ponerse al principio de cada pentagrama.

Y también conviene recordar, como Roberto Frpo arregló el vals-Boston de Rosita Melo: Desde el alma, transformándolo con su concertación instrumental en el valsecito criollo que sigue emocionando en las pistas de baile, provocando hermosos giros y arreboles de las parejas danzantes. O que grandes creadores como José Martínez o Anselmo Aieta, y hasta el gran Roberto Grela, desconocían la notación y debían recurrir a otros músicos para plasmar las partituras de sus hermosas obras.

                         
 Osvaldo Pugliese, Ariel Ramírez, Carlos Guastavino, Lucio Demare y Argentino Galván.



Héctor María Artola y Argentino Galván también fueron decisivos en el tema de los arreglos que han hecho, transformando obras y adecuándolas a la orquesta o cantante que requerían su trabajo. Y es muy real incluso que Aníbal Troilo u Osvaldo Fresedo borrasen muchas de las anotaciones de estos especialistas, cuya meritoria labor no se ha visto reconocida en los discos, como ellos justamente pretendieron durante años. El mismo Piazzolla arregló muchos temas para Pichuco. Y también para otras orquestas como Basso o Francini-Pontier, de sus renovadores tangos que iban calando en el ambiente.

Osvaldo Pugliese tuvo el enorme mérito -entre muchos otros- de crear entre los músicos de su orquesta, el hábito del arreglo, ya fuere de los temas personales de cada uno, o de otros que se incorporaran a su repertorio. Y así surgieron interpretaciones maravillosas como Gallo ciego o Adiós Bardi, arreglados por Víctor Lavallén. O Suipacha, Emancipación, Quejumbroso, trabajos magistrales de Mario Demarco. La mariposa, arreglado por Julián Plaza es otra joya.

                                   
Plaza, Balcarce, der. arriba y Lavallén abajo, centro


Y ni hablar de lo que hizo este último con su obra instalada en los atriles de la orquestas del citado Pugliese o de Aníbal Troilo. Lo mismo que su compañero Emilio Balcarce, reflejando su gran tealento en composiciones inmortales. Troilo le grabó La bordona, tema suyo como el arreglo, en tres oportunidades. También, claro, interpretó y llevó al disco Pugliese esta obra genial de Balcarce.

Martín Darré, fue un caso especial. Porque fue bandoneonista de la orquesta de Francisco Lomuto, con tan sólo 16 años. Luego sería pianista y arreglador de la mejor orquesta de jazz que hubo en Buenos Aires en aquellos años, la de Héctor Lomuto, hermano de Francisco. También fue arreglador de la orquesta de Dajos Bela, de la Banda Sinfónica de Buenos Aires y de la "Gran Orquesta-lírica y popular" de Mariano Mores, durante años.

                                     
Mariano Mores y Martín Darré


Argentino Galván y el tangólogo Luis Adolfo Sierra  formaron la "Sociedad Argentina de Orquestadores y Arreglador de Música". Ellos aspiraban a que en las etiquetas de los discos, junto al nombre de los auotres, constara en el del arreglador. Pero hasta hoy, ello no ha sido posible y lo considero una verdadera injusticia. La lista de estos músicos es muy larga y en la nota me he limitado a poner algunas muestras de su trabajo.

Creo que como ejemplo, vale la pena escuchar el tango de Eduardo Arolas: Suipacha, por la orquesta de Osvaldo Pugliese y el arreglo de Demarco, grabado el 27 de octubre de 1956. Curiosamente, Ástor Piazzolla, manifestó públicamente su desdén por La cumparsita, descalificándola por su carencia de méritos. Sin embargo la grabó en cuatro oportunidades. En esta ocasión, con su arreglo personal y orquesta de cuerdas lo registró en Music-Hall, en 1957.  Escuchamos ambos temas.

Osvaldo Pugliese - Suipacha

Ástor Piazzolla - La cumparsita





1 comentario:

  1. salute jose maria muy buena nota la tuya y a partir de la misma en mi programa radial mencionare al arreglador aunque mas bien lo anunciare como orquestador,claro siempre que obtenga referencias de su cooperacion en la gestacion de hermosear la partitura. de todos modos yo estimo que el primer arreglador es el propio director que como pichuco les decia con anticipacion que es lo que pretendia de la partitura y y asi supongo que muchos ,y luego venia la tarea de orquestar,dificil tarea, pero que hacia posible que un mismo tema sonara distinto por las diversas orquestas. un abrazo juan de boedo

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