El sueño del pibe

Es un tango con letra sencilla de Reynaldo Yiso y música de Juan Puey, que en 1945 grabaron Osvaldo Pugliese con la voz de Roberto Chanel y Ricardo Tanturi, cantando Enrique Campos.

Describe el sueño de tantos purretes que soñaban con recibir la citación del club de sus amores para realizar una prueba y así fichar por ese club, subir las distintas escalas, llegar a primera y marcar el gol salvador que los lanzara a la gloria.

Reynaldo Yiso (Ghiso), fue un fecundo letrista que publicó unos 500 temas y muchos de ellos, con diversos músicos, representaron sonados éxitos. Además fue presentador de Osvaldo Pugliese. Nacido en el Barrio porteño de Liniers, fue uno de los fundadores del Club Oeste Argentino, uno de los tantos clubes de barrio, que entre otras cosas permitían a los pibes de la zona, tener su propio equipo de fútbol.

Yiso llegó a jugar en Vélez Sarsfield y conoció de primera mano la historia que describe en este tango. No sólo en lo que le atañía en lo personal, sino porque uno de los chicos de la barra recibió un día la citación del Club San Lorenzo de Almagro y provocó en todos ellos una envidia sana. Se trataba de José María Arnaldo, que llegaría a jugar en la primera división de San Lorenzo, Newell's Old Boy e Independiente.

El tango fue realmente un golazo y acá podemos escucharlo y verlo ilustrado con imágenes, por Osvaldo Pugliese con la voz tan entrañable del Turco Chanel (Alfredo Mazzochi), que era hijo de italianos.

En este caso, el realizador del video se regodea con la estampa de Messi, el nuevo crack argentino y lo enlaza con dos ilustres antecesores: Diego Maradona y Alfredo Di Stéfano, señalando con ello a la prolífica cantera de nuestro fútbol, la gran pasión del pueblo.

Pero, como aporte complementario podemos ver a Diego Armando Maradona, en sus jovencitos años cantándolo con la ingenuidad de su época y a su manera.

Al fin de cuentas, se trata de proyectar el sueño del pibe que sigue latiendo en el mundo entero, por parte de aquellos chicos que tienen el deseo ferviente de ocupar un día el lugar de sus ídolos actuales. Y vestir esa camiseta tan querida por cada uno de ellos.

Al fin de cuentas, también yo pasé por ese tipo de experiencias y pude firmar por un club. Sé lo que es eso.