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lunes, 3 de abril de 2017

Horacio Deval

Entre aquella runfla de cantores que vistieron las galas del tango con inusitada maestría, la voz de Horacio Deval no desentonó y supo ganarse un lugar  de privilegio, con su voz de barítono y la sobria musicalidad que imprimía a los versos. Aunque su alejamiento final del país y los bucles del tiempo hayan desteñido notoriamente sus huellas dentro del género que supo cultivar con pasión.

Porteño del barrio de Boedo, fue uno de los ocho hijos de un matrimonio italiano inmigrante. El padre, obrero de la fábrica de calzados Grimoldi, también atendía a los vecinos del barrio como zapatero remendón para poder mantener a la familia, pero a sus 42 años, los agobios de la vida y un infarto terminaron con su existencia. Y los varones debieron largarse a la calle a ganar el pan que hacía falta en casa. Entre otras cosas el pequeño Horacio se agenció un cajón de lustrar zapatos y ahí comenzó su lucha por la existencia.

                                           
Horacio Deval

Le tiraba el canto, como a su hermano mayor, Aquiles,  que con el tiempo cantaría en la jazz Santa Anita ("Ritmo en el alma"). Recuerdo que a éste, que actuaba con el nombre de Alberto Deval, lo encontré varias veces en el estadio de San Lorenzo de Almagro, cuando estaba en Avenida La Plata y charlé con él en un par de ocasiones, dado que me conocía por mi trabajo de periodista. Y me contaba que Horacio viajaba por toda América y le iba muy bien en Estados Unidos

Adolfo Tudisco -tal su nombre- fue un gardeliano natural, que sentía interiormente la forma de cantar del Morocho, y en algunos momentos de su carrera como solista, se acercó mucho al estilo del ídolo máximo, por lo que recibió críticas y plácemes en partes iguales. Sobre todo cuando estuvo en radio El Mundo, en horarios centrales, presentado por María Esther Vignola, la reconocida locutora con quien tuvo un fuerte relación sentimental.

                                                     
                               
Era una época muy propicia para Horacio, que había pasado por conjuntos de su barrio de Boedo, como el de Enrique Mora, y más tarde por los de  Jorge Argentino Fernández, la orquesta Sucher-Landi, Miguel Caló  o Joaquín Do Reyes, donde por fin llega al disco con dos temas: Ventanita de arrabasl y Lloró como una mujer. Había ganado un concurso de cantores en radio Splendid, que le devino en un contrato con la emisora y ello robusteció su berretín de llegar lejos como cantor de tango.

Adolfo Tudisco adoptaría el mismo apellido artístico de su hermano y da un salto en su carrera cuando lo convoca Horacio Salgán para su orquesta. Hará dupla con Ángel Paya Díaz y dejará tres temas en registros discográficos que serán su definitiva carta de presentación: Sueño querido, Pobre colombina y Yo te bendigo, donde da muestra cabal de su maduración como intérprete y dueño de un estilo que le permite ganar enteros en la admiración popular y sus posteriores actuaciones en confiterías y lugares nocturnos.

                                      
Con Libertad Lamarque en Miami

Ello le permite lograr un contrato como solista en el recién inaugurado sello TK, en el que grabará durante el año 1952, dos tangos de gran impacto: Arrabal amargo y Esta noche estoy de tangos, acompañado por la orquesta dirigida por Argentino Galván. Fue su gran momento, porque años más tarde grabará en el sello Magenta un CD de temas gardelianos, acompañado por la orquesta de Roberto Pansera, pero el mismo no tuvo el impacto de los anteriores.

Actuó fugazmente con Mariano Mores, sin llegar al disco, y sus ansias viajeras le llevaron a Estados Unidos en varias ocasiones, decidiendo radicarse en aquel país. El clima de Miami y las perspectivas de trabajo que allí encontró, además de una nueva pareja de vida, lo alejaron definitivamente de Buenos Aires, donde el tango había entrado en un declive imparable.

                                        

Hoy quiero recordar a este cantor, que tuvo una media voz muy grata para expresarse cantando y se afirma con sus discos en la reviviscencia de un tiempo compartido y una geografía íntima. Moriría en Miami con sus sueños de cantor cumplidos y lo escuchamos en dos de los temas que patentaron su imagen.

Con la orquesta de Horacio Salgán  en el tango de Juan de Dios Filiberto y Juan Andrés Bruno: Yo te bendigo, grabado el 17 de diciembre de 1951. Y acompañado por la orquesta dirigida por Argentino Galván, el tango de Homero Expósito y Argentino Galván: Esta noche estoy de tangos, grabado en 1953.

Yo te bendigo- Horacio Salgán-Horacio Deval

Esta noche estoy de tangos - Horacio Deval

2 comentarios:

  1. cantorazo.......cantorazo con salgan y do reyes,lastima que grabo poco con ellos.su etapa solista no fue prolifica en el disco,pero tenia un color de voz hermoso.muchos lo broncaban porque decian que imitaba a gardel,pero su voz tenia un timbre parecido y ademas adornaba las canciones de prima. su disco con canciones del morocho fueron un intento algo fallido porque busco imitar los giros de gardel y sonaron mas como un defecto,esta entre mis preferidos y cuando pongo alguna de las siete versiones con las tres orquestas que grabo-evito las gardelianas- la gente me llama y lo recuerda como un excelente cantor .grata recordacion jose maria. saludos juan de boedo

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  2. Lo recuerdo de su etapa en radiO el Mundo. Me gustaba mucho su manera de cantar, imponía. Tenía mucha fuerza transmisora y lo de Gardel lo perjudicó bastante. Pero fue una pena que no dejara más registros, aunque tengo varios con guitarra que están hermosos. Como Milonguera, con las guitarras de Grela. Es hermosa la versión.

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