Ahora me gusta destacar este homenaje que le realizan en Montreal, Canadá para que palpemos el alcance que tuvo Aníbal Troilo con su música, sus tangos, y todo lo que significó en vida, para convertirse a partir de su muerte, en un verdadero mito, que trasciende a nuestras fronteras..
Reynaldo Nichele, que fuera violinista de Troilo desde su primer orquesta, la que debutó en Marabú, el 1º de julio de 1937, decía que "Pichuco tenía el tango en la piel, para él era una caricia tocarlo, una caricia cantarlo. Él tocaba como bailaban los bailarines de antes, resbalando sobre el piso encerado. Eso no se lo enseñó nadie. Eso no se aprende. Eso viene del alma".
También en Mar del Plata, uno de sus lugares preferidos y donde alguna vez charlamos en la terraza del Re-Fa-Si y en el Bar Ricardito, le hicieron este año un homenaje.
Pichuco recordaba cuando Juan Serrat lo llamó para actuar en un cabaret que habían inaugurado con su socio Capone "en la calle Corrientes "entre Talca y Libertad -como hablaba el Gordo-. D'Arienzo y D'Agostino rechazaron la oferta de inaugurarlo porque tenían otros trabajos, "...y fue cuando Juancito pensó en este gordo. Y agarré. ¡Mirá que no! se iba deshilachando el 40. Las noches del Tiubidabo están embauladas en un rincón de mi corazón. Hubo éxitos de indiscutible gravitación, taladrados a fueyes, nurmurados en el piano de Goñi, en el susurro de la voz de Fiore..."
Esa gran cantante y hermosa mujer que es María José Mentana, con quien estuvimos recordando los tiempos de Canal 9, hace un par de años en Los 36 billares de la Avenida de Mayo, donde actuaba el orquestón de Fabián Bertero, también se anotó en el recuerdo de Pichuco y me place destacarlo. Lo ubicó como un homenaje a Las minas de Troilo, que son las cantantes que alguna vez compartieron escenario o grabación. Y Zita, la griega que adosó su vida a la del Gordo, con todos sus avatares.El apoyo de Gabriel Soria fue una garantía de éxito al emprendimiento de María José que además lo hizo con su enorme profesionalidad y el calor que pone en el empeño. Las "minas" son Aída Luz, Virginia Luque, Elsa Rivas, Zita Troilo, Nelly Vázquez y Elba Berón. Obviamente algunas de ellas sólo están en el recuerdo, pero María José supo "ponerlas en escena" con su brillante actuación.
La noche del sábado 16 de agosto de 2008
un grupo de artistas, algunos muy jóvenes y otros no tanto, subieron al escenario
del Teatro Avenida para homenajear a la orquesta de Aníbal Troilo debido a que
ese año se cumplían 70 años de su primera formación orquestal e hicieron una
perfecta recreación de la misma. Los 14 temas interpretados fueron los
siguientes: "Comme il faut", "Tinta verde",
"Cachirulo", "Guapeando", "Milongueando en el '40",
"Una carta", "Te aconsejo que me olvides", "Yo soy el
tango", "Tabernero", "Toda mi vida", "El bulín de
la calle Ayacucho", "Con toda la voz que tengo", "Mano
brava" y "Pájaro ciego".
Los intérpretes fueron: Federico Pereiro,
Lautaro Greco y Marcelo Nísinman (bandoneones), Fernando Suárez Paz, Miguel
Ángel Bertero, Carlos Sanguino y Pablo Agri (violines), Horacio Cabarcos
(contrabajo), Andrés Linetzky (piano y dirección), Guillermo Fernández y Ariel
Ardit (canto - Ardit sólo el dúo en "Pájaro ciego"). Ernesto Baffa y
Raúl Garello (bandoneones), José Colángelo (piano) y José Votti (violín) (este
último fallecido a sus 82 años en 2009), se les unieron para la
recreación de las dos primeras grabaciones de 1938 en el sello Odeón:
"Comme il faut" y "Tinta verde".
Podemos recordar de aquel insólito pero hermoso homenaje, uno de los temas interpretados esa noche. Se trata del tango de José María Contursi y el propio Pichuco: Toda mi vida, un bellezón de creatividad que interpreta la orquesta con Guillermo Fernández en el canto. La sapiencia de Andrés Linetzky en el piano nos recuerda al gran Orlando Goñi y Marcelo Nisinman nos transporta en el tiempo maravillándonos con las variaciones que realizaba Pichuco y que nos iluminan en la pista.
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