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lunes, 4 de marzo de 2024

Lo mismo que ayer

     Hoy nos toca hablar de Juan D’Arienzo, “El rey del compás” como lo bautizara acertadamente “El Príncipe cubano” (Ángel Sánchez Carreño) y los milongueros sabemos cuánta importancia ha tenido  y tiene esta orquesta para los bailarines. Cuando suena su ritmo contagioso, golpeando en los cuatro tiempos del compás, los pies despegan acelerada y rítmicamente en la pista convertida  en un remolino. 

   Y a nadie le gusta “planchar” en esos momentos, como se dice en la jerga milonguera al hecho de quedarte varado por no encontrar compañía para bailar esos cuatro temas que te incitan como muy poquitos.
                         

                                          Héctor Varela cuando era primer bandoneón de D'Arienzo

   Ya sabemos que D’Arienzo batió récords de venta de discos. Que algunos temas como Paciencia, de Gorrindo y el propio D’Arienzo  por ejemplo, lo registró 4 veces entre 1937 y 1961. Que en la grabación que realizara del tango de Juan Maglio Pacho, “Sábado inglés”, el  18 de noviembre de 1935, agregó a los fueyes de Aníbal Troilo y Ciriaco Ortiz para darle más polenta al tema. 

   Su carrera está trufada de anécdotas de todo tipo. Recuerdo en una oportunidad que yo estaba  jugando a la ruleta en el Casino de Montevideo. De repente cuando el crupier iba a anunciar: “No va más”, llegó él a toda mecha y entró a repartir fichas en el paño. Yo le dije: “¿Qué ritmo, maestro!”, y él mientras seguía repartiendo, respondió sin mirarme: “Compás pibe, compás!!!”

   Mi hermano coleccionaba todos sus discos, así que de pibe tenía metido a D’Arienzo en el cuerpo. Y ya veterano de la milonga sigo bailándolo con un tinte especial. Y quería recordar que como compositor, también supo trajinar esa cuerda y compuso 36 temas, la mayoría de ellos en sociedad con poetas y músicos.   

   Como dato destacado vale la pena recordar uno de esos temas suyos, el valsecito: “Lo mismo que ayer”.  Lo crearon en 1946 con su bandoneonista Héctor Varela. Pero lo más notable del caso, es que en este tema, su intervención no es solamente como compositor, ya que  también escribió los versos. Algo inédito en su trayectoria. Y la letra no es ninguna pavada. En la primera parte dice:

Has muerto en el silencio
igual que muere un eco,
lo mismo que un murmullo
tu voz ya se apagó.
Durmiéronse los cisnes
de blancas ilusiones
y en un lago de olvido
naufraga el corazón.

   En algunas informaciones dan a Héctor Varela como autor de los versos, algo que también sería digno de asombro. Pero he hurgado en todos los datos posibles y figura D'Arienzo como poeta y compositor, rubro éste último en el que interviene también su primer bandoneón. Y si nos fijamos en la segunda y tercera parte del valsecito de marras, sigue llamándonos la atención por su descripción poética del final del romance. 

Quizás ha sido un sueño
temblando en el pasado,
mi vida por tu ausencia
parece contemplar.
Pupilas donde un día
tu amor se ha reflejado,
y buscan los caminos
que no han de retornar.
 
Tu recuerdo está
en mi vida sin fe,
y al golpear y golpear
va diciendo: “Se fue”.
Yo no sé dónde estás,
y tú nunca sabrás
cuánto, cuánto te amé.
Y el pasado, hecho sombras,
te nombra y te nombra
lo mismo que ayer.

  Lo mismo que ayer fue grabado por la orquesta de D'Arienzo cantando Alberto Echagüe y Armando Laborde, el 3 de mayo de 1946. ¿Lo escuchamos una vez más?

                           



  

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