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domingo, 19 de agosto de 2018

Raúl Kaplún

Las otras noches me llamó la atención el comentario de una muchacha que estaba bailando conmigo al compás de Carlos Di Sarli. Entre pieza y pieza de la tanda, y respondiendo a una pregunta suya, le hablé de la conducción y marcación del director desde el piano y los violines dibujando la melodía, prevaleciendo sobre los bandoneones, que era la característica de la orquesta. Y entonces, ella, que tiene apenas experiencia en el tema me dijo:
-El otro día escuché unas hermosas variaciones de violín de Raúl Kaplún en el tango "Tierra querida"...

Claro, mientras la acompañaba a su mesa, vecina a la mía, y ante su requerimiento le estuve explicando lo que fue Kaplún en el tango, su categoría de músico, y su importancia dentro de la escuela virtuosista del violín. En la cual numerosos instrumentistas de origen judío, como Kaplún, dejaron su maravillosa impronta: Bernardo Stalman, Szymzia Bajour, Simón Resnik; José Nieso, Mauricio Mise, Jacobo y Julio Dojman,  Leopoldo Schiffrin, Sammy Friedenthal, Jaime Tursky, Natalio Finkelstein, Pedro Sapochnik, José Stilman o Leo Lipesker sirven como ejemplo.

                                           
Raúl Kaplún

Se llamaba Israel Kaflun y nació el 11 de noviembre de  1910, en el porteño barrio del Once, hijo de Eliezer Kaflun y  Clara Finkel. Los padres lo orientaron hacia la música y el pequeño escogió el violín. Tendría como profesores a Marcos Sadovsky, José  Farga y  Edmundo Weigard. Comenzaría a los 13 años acompañando en una orquesta, en los cines, a las películas mudas de entonces.

Contaba 16 cuando comienza a merodear en las filas del tango. Para ello hizo falta que Miguel Caló lo viera con su violín en la orquesta de jazz de Julio Rosemberg, que amenizaba la presentación del Cine Astral en Corrientes y Callao. Caló dirigía la típica y le pareció que ese chico encajaría perfectamente en su sexteto. A partir de allí formaría con Caló y Domingo Cuestas en bandoneones,  Estanislao Sabarese y Raúl Kaplún en violines, Luis Pucherito Adesso en contrabajo y  y Armando Baliotti al piano. El cantor era Roberto Maida.

                               
Raúl Kaplún, izq. es el primer violín de la orquesta. A su lado Enrique Francini


Cuando Caló se va a España con la orquesta de Cátulo Castillo, Kaplún se integra en el conjunto de su amigo Armando Baliotti, con el que estaría durante seis años. Incluso, en el famoso certamen que organizó el vespertino Crítica en 1933, obtendrían el segundo premio por detrás de El mareo de De Caro, con el tango El tábano (de Baliotti y Ginzo).  Al volver Miguel Caló de Europa le ofrece ser el primer violín de la orquesta y ello se materializa, por fin, en 1933. Lo esperan la radio, actuaciones en salas varias y el disco.

El musicólogo Luis Adolffo sierra analizó con sabiduría y mucho acierto esa nueva etapa del tango.

-En 1937 tuvo la orquesta de Miguel Caló un momento excepcional, cuando Argentino Galván tomó a su cargo los arreglos instrumentales de la misma.  Entre las novedosas  innovaciones interpretativas surgió el llamado virtuosismo violnístico en el tango.  Predominaba entonces la forma clásica de "cantar" las melodías, cuyos exponentes más significativos fueron -como ya se ha dicho- Agesilao Ferrazzano, Cayetano Puglisi, Julio De Caro, Manlio Francia y Elvino Vardaro. Con Raúl Kaplún, primer violín de la orquesta de Miguel Caló, explotó Argentino Galván las notables aptitudes técnicas de aquél, escribiéndole los pasajes solistas con dificultades tales que exigían al máximo su gran destreza interpretativa. Y esa revolucionaria forma virtuosista de ejecución del violín en el tango -cuyo precursor fuera Antonio Rodio- y que Raúl Kaplún exaltara con nuevos perfiles en los arreglos de Argentino Galván, tuvo su máxima culminación luego en el prodigioso tecnicismo de Enrique Mario Francini, y posteriormente en Simón Bajour.

La orquesta de Lucio Demare lo reclamaría en 1942 y en su paso por este conjunto vuelve a dejar la marca de su capacidad musical. Los bandoneones eran Máximo Mori (arreglador), Santiago Cóppola, Domingo Capurro y Nicolás Pepe. Bastaría con escuchar los registros discográficos de este gran pianista con su conjunto para volver a valorar el sello de Kaplún como primer violín del mismo.

                       


 Aunque Raúl Kaplún no fue un compositor de gran obra, en la orquesta de Demare pudo ver cómo algunos de sus tangos cobraban vida con la la hermosa melodía del conjunto. Allí se estrenaría con Canción de rango (cantado por Roberto Arrieta), Una emoción, que cantó Berón y Nos encontramos al pasar (cantado por Horacio Quintana), los tres con  con letra de José María Suñé. Y otro tema suyo de gran recorrido y que me encanta es Qué solo estoy, que lleva versos del locutor Roberto Miró, y canta maravillosamente Berón.

Por fin dará el salto y forma orquesta propia. Es cuando Lucio Demare recibe una invitación para viajar a Cuba, donde aún brotaba el recuerdo de la actuación del célebre trío Irusta-Fugazot-Demare.  Entonces  Kaplún dio el paso, instado por sus propios compañeros, el cantor  Horacio Quintana y el representante José María Suñé. Con este último compondrían para la nueva orquesta el tango: La mesa de un café.

Corría el año 1946 y en sus filas estaba Julio Ceitlin, como violinista y arreglador. Incluso alternó algunas veces Máximo Mori, pero los músicos del conjunto  no eran figuras destacadas. El cantor Horacio Quintana dejó el conjunto y desfilaron varios cantores por el mismo. Incluído un adolescente dieciochoañero  Roberto Goyeneche, a quien Kaplún probó y quedaría asombrado, en el tango Corrientes y Esmeralda. Luego diría:

-No lo puedo olvidar. Estaba yo tocando el violín, mientras él cantaba Mi tango triste y me corría un sudor frío por la espalda, de la emoción, por cómo lo hacía...

                        
Raúl Kaplún, de blanco, al frente de su orquesta típica
                                
Entre los años 1950/51, la orquesta de este crack del violín dejó apenas ocho escuálidos registros discográficos, entre los que destacan sus instrumentales Estaño, Recuerdo y el citado al principio: Tierra querida, de Julio De Caro. Una verdadera pena, porque la orquesta sonaba muy bien y los solos de violín del director, de complejos e inesperados dibujos nos siguen llamando la atención en esas raquíticas grabaciones.

En 1952, con sus jóvenes pero maduros 42 años, resolvió disolver la orquesta y retirarse de la música. Quería estar más tiempo con su esposa y sus dos hijas y sólo esporádicamente volvería para grabar con la orquesta de algún amigo por una llamaba de urgencia.

Y volviendo al comienzo de la nota, trayendo el comentario de la joven milonguera, los invito a escuchar el tango Tierra querida, que Julio De Caro compusiera en Río de Janeiro, en un momento en que la nostalgia por su tierra lo estaba eanvolviendo.

Tierra querida - Raúl Kaplún .




7 comentarios:

  1. Maestro, es un placer leerte (recién descubro tu blog) y hablar contigo sobre tango. Es incalculable el valor de tener amigos milongueros que no alimenten mi baile a base de pasos y figuras analíticas, sino de abrazos emocionados y del conocimiento que aporta toda una vida de experiencia.

    Acerca del post. No sabía que Kaplún había compuesto la música de Una emoción y menos aún que la tocó con la orquesta de Lucio Demare, cantado por Raúl Berón. Nada más terminar de leer he ido a escucharla... ¡qué violines! Yo que idolatraba la versión de Tanturi y Campos, ahora tendré que hacer un huequito a ambas en mi corazón.

    Sobre los pocos tangos que llegó a grabar Kaplún con su orquesta, ¿me pdrías decir cuáles son? Quisiera recopilarlos e inundarme con su magnífico violín...

    Te mando un gran abrazo, maestro, espero que volvamos a vernos pronto.

    Firmado: la joven milonguera de la otra noche.

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    1. ¡Hola estimada milonguera! Un placer que andes por aquí. Las grabaciones que dejó Kaplún con su orquesta fueron ocho y acá te las detallo: Audacia, Estaño, La mesa de un café, Recuerdo, Secreto, Tierra querida, Estrellita del Sur (V) y Tierrita. Los dos últimos son de 1951 y los seis primeros de 1950.

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    2. Qué lindo, José María. Me hice con las grabaciones y las estuve escuchando esta tarde. Lo repito, qué violín más maravilloso. Otro abrazo milonguero para ti. :)

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  2. Dear Jose Maria, do you know where José Judkovski got this information that the surname was Kaflun? I cannot find any Kafluns in CEMLA immigrants lists or in BsAs telephone directories, but I see many Kapluns...

    Kaflun is a very rare misspelling of the name in Kishinev. I could see one 1905 Kishinev marriage of Layzer Kaflun and Khaya (who would be Eliezer and Clara in emigration) but what would be the odds?

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    1. Mira, en SADAIC, donde están los autores con nombres y apellidos reales, figura como Israel Kaflun. Ahí te exigen los documentos de identidad para poder cobrar los derechos. Incluso en los libros de Horacio Ferrer figura como Israel Kaflun. Está muy claro que ése era su nombre real.

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    2. Thank you! Now I see that he's buried under the same name, Israel Kaflun, at the Tablada cemetery. And his father is buried there. Leizer Caflun, died 1961. Clara Finkel Kaplun buried at Berazategui 1978.
      The surname is very rare and so it's very easy to find where they are originally from, before Kishinev. It is a small village of Mstibovo in Belarus.

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