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viernes, 11 de septiembre de 2015

Flores negras

La belleza de tango romanza, que ideó Francisco De Caro allá por 1927, es una muestra cabal del talento indiscutido de este pianista que fue el puntal  de los conjuntos que iría formando su hermano Julio, a lo largo de su historial tanguero. Aunque lleva letra de Mario César Gomila, ha sido preferentemente tratado como pieza instrumental, sobre todos por los solistas que pueden lucirse a piaccere, por la concepción romántica del tango, propio de la época en que fue concebido.

Raúl Scalabrini Ortiz, ese gran pensador argentino, filósofo, escritor, poeta,  decía, en el nacimiento de esta página:

   -Como siempre, igual que en cualquier arte, la única verdad incontrovertible del Tango no es el tamaño sino la inventiva genuina: los 32 compases de Flores negras, sobrevivirán también cuando sea olvidado el antiporteñismo de los "ilustrados", contraventores del Tango -porque lo son -antes de nuestro estilo en la vida...


                                          

   - El hombre de Corrientes y Esmeralda se reconoce más en las letras de tango que en los fatuos ensayos o novelas o poemas  que interfolian la antepenúltima novedad francesa, inglesa o rusa", escribe Scalabrini Ortiz, y concluye:

- Estas no son horas de perfeccionar cosmogonías ajenas sino de crear las propias...

Lo cierto es que Francisco De Caro, aunque haya estado muchos años a la sombra de Julio, ha sido reconocido unánimemente como un renovador y un creador excepcional. Como autor dejó innumerables páginas de alto nivel. Pichuco comentaba a propósito de este pianista y compositor:

   -Si no hubiese existido, habría que inventarlo. Lo que hizo por el tango, ha sido fundamental porque le dió una jerarquía evolutiva indiscutible. Y sus páginas son maravillas...

                                            
Francisco De Caro


Horacio Ferrer expresaba sobre Flores negras:

   -Define una época, pues lleva implícita toda una manera de sentir el tango y tiene, además, el derecho inexcusable de postularse como manifestación de un Buenos Aires ya extinguido. Pero en modo alguno está fijada a una época de tango o una estancia de la ciudad: es una obra permanente. Jamás fue un tema de gran divulgación sino una página de iniciados, una cuestión de músicos. Raro es el ejecutante solista que no lo cuente entre las de ese puñado muy selecto de composiciones que se reserva para la audición íntima.

   -Estructurado en dos partes, su gran belleza y su inseparable concepción armónica admiten influencias de música española, italiana y francesa, pero asociadas en una creación enteramente original y esencialmente nuestra.

                             
Julio Rosenberg, Julio De Caro, Luis Díaz y Francisco De Caro
     

Lo grabó Julio De Caro con su Sexteto el 12 de septiembre de 1927 y luego repetiría con su Orquesta en 1942 y 1952.  Y César Salgán, pianista, hijo del legendario Horacio, rescata al frente de  la Gran Orquesta TangoVia Buenos Aires, unas "raras partituras" de su padre, y graba entre otros temas, una relectura para piano y cuerdas de: Flores negras, que se conoce por primera vez en 50 años.

Uno de las escasos registros de la letra de Gomila fue el realizado por el cantor Carlos Lafuente, acompañado por la Orquesta Victor Popular en 1931. Este buen cantor sostenía que era su mejor logro como vocalista.

Escuchamos en primer término la versión de Julio De Caro de 1952, a continuación la de César Salgán y la TangoVia. Y cerramos con la de Lafuente.

08- Flores negras - Julio De Caro

Flores negras - César Salgán-TangoVia

Flores negras - Carlos Lafuente (Orquesta Victor Popular)


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