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martes, 15 de abril de 2025

ERNESTO FAMÁ

 Pese a no alcanzar el suceso de otros cantores, este intérprete con el que vuelvo hoy, dejó más de 300 grabaciones. Lo curioso es que en su apogeo, lo que utilizaban las orquestas era el estribillista, es decir: el que cantaba solamente la segunda parte del tema, o refrán, o estribillo. Si bien este porteño del barrio de San Cristóbal comenzó cantando en el teatro, pasaría por la orquesta de Osvaldo Fresedo y el sexteto de Carlos Di Sarli con el que grabó 9 temas entre 1930 y 1931.

La consagración le llegó con Francisco Canaro, cuyo arrastre era realmente notable. Aunque su estilo era muy similar a los chansonniers de entonces, e incluso no afinaba del todo bien, tuvo su cuarto de hora de fama. Porque apenas cantó durante catorce años y cuando contaba 35 años de edad ya estaba retirado del mundo del espectáculo.

Soy un arlequín" by Carlos Di Sarli
Ernesto Famá cuando cantaba con el quinteto de Carlos Di Sarli

En el mes de julio de 1977, el historiador tanguero Oscar Zucchi le realizó una entrevista en la cual el cantor le dice: "Nací en la zona del mercado Spinetto y de muy pibe ya estudiaba canto con el maestro Francisco Corbani. Ocurría que era mi maestro de música en la escuela primaria... Y también era profesor del teatro Municipal infantil "Lavardén", en el cual yo era  el primer actor y cantor...".

"De muchacho pretendí ser escribano pero duró muy poco. Abandoné por el gran rey del tango que fue Carlos Gardel. Lo admiraba sin conocerlo personalmente. Mi primer experiencia profesional fue en una obra del teatro Nacional. Mi padrino era Jefe de Policía, quien me consiguió una prueba en el Teatro. Fui un día al escritorio de Pascual Carcavallo, que era el director, estaba detrás del escenario y allí me presentó a Claudio Martínez Paiva y al músico Atilio Supparo.

Se apareció el guitarrista Rafael Iriarte ("El Ratita"), que le decían así porque era muy chiquito de cuerpo, y canté su tango "Trago amargo". Acto seguido, como sabía recitar -en el Lavardén tuve de maestra a Alfonsina Storni-, me mandé "Las tristezas del Inca", de Santos Chocano. Me aceptaron. Había necesidad de estrenar una nueva obra porque la que estaba en cartel debía bajarse por el embarazo de Libertad Lamarque, que ya era una gran estrella.".

Osvaldo Fresedo viajaba con su orquesta a París en 1928 para actuar en en el cabaret "El Garrón", donde Gardel ya se había ganado a numerosos admiradores. El Garrón estaba en el segundo piso de la Rue Fontaine numero 10. Era la re inauguración del famoso cabaret y el dueño ofrecía 35 mil francos semanales a la orquesta que estaba integrada por Fresedo, Alberto Rodríguez y Luis Minervini en bandoneones, . Adolfo Muzzi y Jean Koller en violines, el bajo Humberto Constanzo, José María Rizzutti al piano y Ernesto Famá. También actuarían en España. 

            En la sección Rinconcito arrabalero escucharemos la voz de Ernesto Famá –  Hasta que el Cuerpo Aguante                    Francisco Amor y Ernesto Famá con el director de la orquesta: Francisco Canaro

Al regreso Famá grabó unos temas para la RCA Victor y también tres tangos con el sexteto de Carlos Di Sarli. Francisco Canaro lo estuvo buscando para tratar de incorporarlo a su orquesta, una vez comprobada su evolución, y aprovechando aquellas temporadas en que lo orquesta estaba presente en las Comedias Musicales de los años treinta.

Así fue que intervino con la orquesta en "La muchachada del centro" (1932), "La canción de los barrios" (1934) y "Rascacielos" (1935). Algunos de esos temas que cantó en el teatro fueron llevados al disco: Te quiero, Toda mi vida, El tango de la mula, El Tigre Millán. Y ya su fama había crecido lo suficiente como para independizarse, con el visto bueno de Canaro que lo aconsejó en ese aspecto.

A partir de allí, Famá haría varias giras por distintos países de América. Trabajó en cine, aportando su experiencia teatral como actor y cantor: "Ídolos de la radio", "El alma del bandoneón", "Loco lindo", y también regresaría a la orquesta de Canaro, donde haría dupla de voces con Francisco Amor. Incluso con éste formaría su propio conjunto que dirigía musicalmente Federico Scorticati. También lo haría Alberto Gambino.

Se retiró muy pronto de los escenarios y del tango. Apenas contaba 35 años. Una tarde en el Café "El Águila" de la calle Lavalle, yo estaba con Julián Centeya, llegó él y se sentó un rato con nosotros. Le pregunté por que dejó de cantar tan joven. Sonriendo, me respondió: "¡Es que había cada nene ya en el tango!" Y además de su admiración reverencial por Carlos Gardel, manifestó su especial gusto por Ángel Vargas: "Lleva el barrio en el alma y lo dice como nadie...", remató.

Dejó grabaciones con varias orquestas de los sellos discográficos. Con Fresedo, Francisco Canaro, Juan Canaro y otras formaciones dejaría en total unos 320 temas en el disco. Acá lo recordamos con la orquesta de Pirincho Canaro en este valsecito de Miguel Bucino: "Cuatro palabras", grabado el 9 de mayo de 1941.

                            


 Y también en este tango de Manuel Romero y Francisco Lomuto "Tango amigo", llevado al disco el 25 de octubre de 1939.

                                          






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