Príncipe azul

Su nombre artístico representaba toda una invocación a los sueños y le confería una especie de atracción extra porque se trataba de un cantor que cargaba consigo estudios de medicina y filosofía y letras, aunque no hubiese terminado ninguna carrera, pero para la época era extraño.

Además desempeñaba el oficio de locutor lo cual hablaba de un correcta dicción. Y no andaba mal de percha.

Como cantor, tenía un tono abaritonado y confluía en la larga lista de aspirantes a ese "algo más", que significa trepar en el escalafón de estribillistas de orquestas o chansonniers que concurrían en aquellos momentos finales de la década del veinte, dado que había nacido en 1901.

Se llamaba en realidad Emiliano Herberto da Costa, era hijo de inmigrantes portugueses,  y en 1924 se largó a la aventura de cantar como solista, acompañado por la orquesta que dirigía un jovencito José Tinelli, explotando el tirón de su seudónimo.                      

Viajó a Brasil, contratado por un empresario, grabó allí con la orquesta del bandoneonista José Luis Andreoni,  y al retorno Francisco Lomuto le hizo un sitio en el micrófono de su orquesta con el que llegaría también a la placa impresa. 

Príncipe azul

Roberto Firpo entrevió sus posibilidades y lo convocó para su formación, con la cual grabaría unos cuarenta temas, en el sello Odeón. El pianista de Las Flores era punto alto en radio y actuaciones y ello le sirvió para iluminar sus aspiraciones.  Y para ganar buen dinero en sus presentaciones.                          
Incluso para trabajar con él,en la pieza teatral Hoy te llaman Milonguita, en el Teatro Apolo en 1932. Porterioremente también aportaría su estampa y su voz en la película Canillita junto a la actriz y cantante, Amanda Ledesma.

La cantante Dorita Davis que haría dúo con él en la orquesta de Firpo

 Aparentemente tuvo una propuesta de Nueva York para trabajar en radio y cine, y hacia allí se embarcó con el pianista Héctor Quesada (el autor de esa maravilla disarliana: Indio manso). Pero, durante el viaje enfermó de gravedad, como si hubiese partido con un problema que ignoraba. Quizás el estrés de su aventura aceleró el problema y hubo que desembarcarlo en la Isla Trinidad para internarlo en un hospital. Fallecería en dicho lugar el 9 de setiembre de 1935, como si el destino lo aliase en el triste final con su admirado Carlos Gardel.

Podemos escucharlo en dos temas con el conjunto de Roberto Firpo. Pensando en ti, haciendo dúo con Dorita Davis y coro, y Eco melodioso, ambos de Firpo, grabados en 1931. Y con la orquesta de José Luis Andreoni en 1928, cantando el  tango de Percuocco y De Biase: Piedad.


Pensando en ti

Eco melodioso

Piedad (José Luis Andreoni)