lunes, 28 de agosto de 2023

Postales milongueras

Muchachos, comienza la ronda
que el tango invita a formar.

El conventillo luce su traje de etiqueta
Las paicas van llegando, dispuestas a mostrar
Que hay pilchas domingueras, que hay porte y hay silueta
A los garabos reos deseosos de tanguear

¡Qué lindo es bailar
un tango dormilón,
gozar, soñar, vivir, sentir
las vibraciones del corazón!

Dócil tu mano en mi mano
mi brazo oprimiendo tu talle liviano,
y en tanto mi acento muriendo
en el lento girar del valsar.




Bailás en la milonga con aires de importancia
luciendo la elegancia y haciendo exhibición.

Siempre fueron mi mejores compañeros
los muchachos milongueros.

Para bailar se necesita más que nada
amar la vida. 

Silenciosos van los dos
y dejás que hable por vos
la milonga en sus floreos.
Viejas quejas de pasión
renovando parejas
con este son...

Bailar, sintiendo con su aliento el metejón
es incendiar la vida en un compás de amor.

Tu conoces el secreto de los tangos
y es por eso que los bailas como nadie.
Y en los brazos que te abrazas,
que mística que pasas,
danzando en el salón.
                                                                       

 

El tiempo pasa de largo
cuando te abrazo en un tango.

Al gemir de los violines
los bailarines
van suspirando.

Tu corazón era un tango
Y un bandoneón tus caderas.

Vamos morocha a bailar
este tango sin par que rezonga en la orquesta

Siguiendo huellas de tango no me perdí 
ni una noche, siempre bailando, bailando...

Bailes de matinée, juramento al bailar
amando en tiempo presente.

Sobre el fino garabato de un tango
nervioso y lerdo, se irá borrando el recuerdo.

El último tango perfuma la noche,
un tango dulce que dice adiós...

¡A bailar, A bailar
que la orquesta se va!


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