martes, 13 de octubre de 2015

Mi cantar

Este tango de Homero Expósito y Héctor Stamponi, refleja en su letra, con elocuencia arrebatadora y con magistral tono poético, las desventuras del amor, el fracaso de la pareja y el dolor testimonial de ese abandono. ¿Quien no ha vivido en sus carnes el folletín sentimental que atravesamos en esas instancias?. Homero Expósito lo expresa de una manera difícilmente superable por otros poetas del género, a la vez que desliza el dolor que tejió en su vida aquel trance de la ruptura amorosa.

Mi cantar
es un canto de esperanza,
flor de yuyo, rabia mansa, soledad...
Mi cantar
lo robé de las estrellas
con mis manos, con mis penas,
con tu adiós, con tu adiós...
Callejón
de caricias y sonido
que llegando del olvido
dan motivo a la canción.
Mi cantar
es un canto de esperanza,
es un grito de dolor.

                                          

Homero Expósito fue el gran renovador del lenguaje y la temática del tango. Una gran cantidad de sus obras siguen en el candelero con una fuerza imponente, por la distinción y calidad poética de sus creaciones. Fue además poseedor de un tremendo sentido de la exigencia consigo mismo, y podía ir retocando sus versos hasta el infinito, antes de darles el pase para que el compositor de turno le agregara la música.

En algunos de sus tangos se ocupa del desamor, con una pasión desvelada. Es cierto que la poesía es un arte concentrado que refina la belleza y ello la da más vuelo aún a la obra de Expósito, que resalta de manera luminosa y dolida en temas como Yuyo verde, Naranjo en flor, Humano, Flor de lino, Sexto piso, Loco torbellino, Quedémonos aquí, Pequeña, Maquillaje, Pedacito de cielo, Pigmalión, Pueblito de provincia, Tu casa ya no está...

La música de todos estos temas fueron firmados por compositores de primera línea, como Stamponi, Ástor Piazzolla, Armando Pontier, Domingo Federico, Enrique Francini, Osmar Maderna, Emilio Barbato, Eladia Blázquez, Argentino Galván, Aníbal Troilo, Atilio Stampone, Osvaldo Pugliese, Roberto Nievas Blanco, Miguel Caló, Roberto Grela, Héctor Varela y otros.

                                             
Virgilio Expósito


Pero su hermano menor, Virgilio, pianista y compositor, fue también coautor de varias de sus páginas más celebradas y quien mejor lo conoció en la faceta artística.
   -Era un escritor de trabajo -decía-, y no de mesas de café. Cuando éramos pibes, a él le gustaba analizar cómo se hacían las canciones, qué errores se cometían, antes de lograr la versión definitiva. Así aprendimos a hacer música, a componer y trabajar juntos.

Y a la vez desveló ese secreto que palpita en sus canciones.

   -Homero era un poeta de trabajar mucho, de hacer y rehacer noventa veces un texto. Usaba una máquina de escribir y con su trabajo no era para nada bohemio. Tenía quizás esa imagen porque era poeta y porque le gustaba mucho la noche a él y a su perro, y le encantaba caminar junto a él. Pero no era de pararse en los boliches a hablar de cualquier cosa.

   -Era también un poeta  limpio, aunque en sus letras siempre asoma alguna cosa fatal, algo que nunca se le dió.  Cuando era muy jóven, allá en nuestro pueblo de Zárate, tuvo una novia y estuvo muy enamorado de ella. Incluso ella le correspondía pero de repente, un día, ella decidió terminar el romance y lo dejó. Fue un dolor muy grande y es posible que en su obra a la largo de tantos años haya influido sobremanera aquel rechazo juvenil.

                                             
Homero Expósito, Piazzolla y Ariel Ramírez en casa de Ástor


Esa llaga está expresada poéticamente de manera sublime y la perduración de su obra también revaloriza esa paleta y eleva la historia cotidiana de su vida a un filón de alto nivel creativo. No hay más que ver como ejemplo el tango que hizo con Piazzolla: La misma pena, en 1951. O el tema de hoy.

Mi cantar
cofre azul de lo imposible,
noche siempre, noche horrible,
noche así, como yo...

Mi cantar no ha engrosado mayormente  los atriles de orquestas y cantantes, pero nos dejó una grabación muy valiosa del mismo Miguel Caló con su orquesta y el cantor Jorge Ortiz. Lo llevaron al disco el 21 de mayo de 1943. En la partitura del mismo, editada por Julio Korn, Stamponi dedica el tema "a mi madre y a mi hermana Irma Teresa". Regresa permanentemente por obra y gracia de las milongas donde lo bailamos con ganas porque es muy rítmica la música y la interpretación. Y muy lograda  la intervención de Jorge Ortiz, un cantor que mereció mayor trascendencia.

¿Lo escuchamos?

12- Mi cantar - Miguel Caló con Jorge Ortiz

2 comentarios:

  1. para mi fue el mas grande entre los grandes.cuando en la radio anuncio un tango o vals que lo tiene como autor no digo tango tal musica de y letra de tal,sino musica de y poesia de homero exposito y poara muestra te mando esta genialidad en el tango te llaman malevo dice un fragmento asi: dicen que dicen que una noche zurda,con el cuchillo desangro la espera.... te das cuenta? una noche " zurda" claro... una noche siniestra si la derecha es la diestra en fin,, primero hay que saber sufrir despues amar despues partir y al fin andar sin pensamiento,dejame que llore y te recuerde con el llanto mudo del adios.... si era mas blanda que el agua que el agua blanda......trenzas... seda dulce de tus trenzas... un arrabal humano con leyendas que se escriben como tangos... cruel la propaganda brilla cruel en el cartel... fenomenal homero abrazo juan

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  2. Coincido: Tiene tantas frases geniales y metáforas justinianas que uno no puede menos que admirarlo. En "Polos" le dice a la mina:
    Si vos naciste rica, yo en cambio en la pobreza,
    y si es por apellidos, que el mío hable por mí.

    Claro era expósito (Niño abandonado por su padres y criado en un hospicio). Era el apellido de su padre que sufrió esa condena y supo salir adelante, pero lo dejó marcado para siempre en el apellido.

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