sábado, 14 de marzo de 2015

BIEN MILONGA

Utilizo el nombre del tango de Ismael Spitalnik, y toda la artillería musical de la década del cuarenta con el fin de armar una milonga para exquisitos. Para aquellos que saben degustar la música y los inspira para bailar. Pero además tenemos un piso que está a tono con la música y la milonga, porque no hay nada como un buen piso de madera, bien cuidado y lustrado, para dibujar armonías en el piso.

Si en algo se destaca BIEN MILONGA es en estos apartados fundamentales para el desarrollo de unas noches a tutiplén. Los tesoros hay que saber cuidarlos y los códigos, las formas y el elemento vital que aprendimos en los clubes porteños y alimenta las veladas bailables: La música, es en lo que más tiempo me demoro para no errarle a la Selección y alimentar la fiebre milonguera de los que acuden al cálido recinto.


                                         



Y para todos aquellos que dice que "Pugliese no se puede bailar", les traigo esta demostración que hicieron en 2004, esa entrañable pareja de Javier y Geraldine, en Porteño y bailarín. Se despachan con una maravillosa creación en el suelo, del tango de Mario Soto y Jorge Caldara: Pasional, por Osvaldo Pugliese con la voz del flaco Alberto Morán.

                                       
                                      

Y a continación se mandan con la milonga de Santini y Planells del Campo: Flor de Monserrat, por Rodolfo Biagi, cantando Alberto Amor.

Bellezas.

                                                  
          

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