Astillas de Recuerdo

Es uno de los tangos más logrados de la historia del género y si tengo que elegir obligadamente uno, me quedaría con este super tango de Osvaldo Pugliese. Circulan muchas historias sobre esa autoría, pero estas cosas siempre sueceden cuando algo alcanza categoría de mito y se presta para todo tipo de elucubraciones, teorías y comentarios.

Yo entraría a dudar si nunca más Pugliese hubiese creado temas de largo alcance, pero uno escucha La yumba, Malandraca, Negracha, La Beba, Adiós Bardi, El encopao, o Recién y calibra el nivel de compositor del hombre de Villa Crespo. Los puntos que calzaba escribiendo. Alcanzaría con esa línea media que creó en la década del cuarenta, que integran los primeros tres temas citados en la lista, para consagrar a un compositor. Y a Pugliese le sobró carpeta para engalanarse con ellos.

                         

Sobre Recuerdo, insisto se hablará siempre y con toda justicia. En este blog conté la gran experiencia del autor escuchándolo a Horacio Salgán y la emoción que le produjo no sólo a Pugliese, sino incluso a todos los que estaban en el Café Nacional, el 24 de julio de 1947, día del debut de la orquesta de Salgán en el histórico bastión del tango, en la calle Corrientes.

El tango fue estrenado por el bandoneonista Juan Bava en el Café Mitre en la confluencia de las calles  Acevedo y Burruchaga. Un lugar pequeño donde sonaría por primera vez, debido a que Bava era primo de la madre de Osvaldo.

Pero en 1925, Pugliese estaba alistado en el cuarteto de Enrique Pollet, apodado "El francesito" por el origen de sus padres, que se presentaba en el Café ABC de Canning y Rivera (Hoy Scalabrini Ortiz y Avenida Córdoba). El mismo lo componían  Emilio Marchiano y Francisco Perrone en violines, Pugliese  al piano y Pollet en bandoneón.

                                         

Enrique Jorge Pollet ("El francesito")

Allí recibió su bautismo definitivo este tangazo y Pollet le recordaba a Zucchi el suceso: "Yo escribí los arpegiados de la segunda parte durante estas actuaciones en el ABC; el éxito era tan grande que debíamos bisarlo 8 o 9 veces cada noche".

De allí se trasladarían al Café "El Parque" de Talcahuano y Lavalle, con el conjunto modificado. El director y primer bandoneón seguía siendo Pollet y a su lado Francisco Diodatti. Violines: José De Grandis y el zurdito Fernando Franco. Piano: Osvaldo Pugliese. A pocas cuadras de allí actuaba el sexteto de Julio De Caro, y cuando éstos terminaban  su actuación, se corrían hasta El Parque para escuchar al conjunto de Pollet.

                                  

Según este último, Pugliese le sugirió que le diese su tango Recuerdo a Julio De Caro, cosa que éste hizo. Luego Francisco De Caro lo ensayó al piano, no le gustó, hizo un bollo con el papel y lo arrojó a un costado. Pero a continuación lo escucharían por la orquesta de Pollet, se entusiasmarían con el tema y le pidieron a Pollet que les pasara la partitura.

                                     

Según Pugliese, fue Pedro Laurenz, ex integrante de la orquesta de Pollet, y muy amigo de su antiguo director, quien le pidió la partitura para llevársela a De Caro. Éste se entusiasmaría con el tema y lo grabaría con su famoso y exitoso Sexteto el 9 de diciembre de 1926, para que entrara en la posteridad. El disco se vendería de manera asombrosa y todo el Buenos Aires tanguero lo silbaba por las calles.

El mismo Pedro Laurenz diría luego que al finalizar esa grabación histórica, los técnicos y directivos del sello Victor presentes, se largaron en un cerrado aplauso, que emocionó a los integrantes del Sexteto. Julio quería grabarlo de nuevo, por las dudas, pero los técnicos lo convencieron de que estaba impecable, y quedó así nomás. 

Podríamos renovar aquellos momentos y escucharlo otra vez. Atenti.

Recuerdo. Julio De Caro sexteto