martes, 4 de junio de 2013

Francisco Amor

Cantor de tango con arrestos criollazos, este artista de Bahía Blanca, llegó a la Capital con su bagaje de folklorista, actor y despuntando en algunos tangos, a los que dotaba de una esencia sutil y distinta, con aquel aroma campesino y romántico de los Magaldi, Corsini o Héctor Palacios.
 Francisco Canaro le dio la posibilidad de integrarse en su gran orquesta, después que el muchacho destacase en teatro con la compañía de César Ratti, y en una gran película de aquellos tiempos, Viento Norte, estrenada el 13 de octubre de 1937, que dirigiera Mario Soffici. Era un guión de Alberto Vacarezza y Soffici sobre un libro de Lucio V. Mansilla, el sobrino de Rosas,  y en la cual cantaba un par de canciones.
Cantando temas criollos con Canaro y su batuta a su izquierda
 Luego de filmar Pampa y cielo, un año más tarde, en la cual también intervenían Edmundo Rivero y su hermana Eva, y enterado de que Canaro buscaba un cantor para formar dupla con Roberto Maida, Vacarezza le recomendó a Pirincho que se fijara en Amor (Francisco Iglesias Amor). En este sentido, Canaro que siempre se adelantaba a los acontecimientos, había decidido inaugurar una nueva modalidad, con dos cantores en lugar de uno, y darles oportunidad de mayor lucimiento, al interpretar no sólo el estribillo sino la primera y segunda parte, como mínimo.

Y así debutaría este bahiense en la orquesta de Francisco Canaro, grabando lo que iba a ser su especialidad en la orquesta: los valsecitos. El 29 de noviembre de 1938, registra sus primeros dos temas en este rubro: Dime que sí, de Alfonso Esparza Oteo y Alfonso Espriú Herrera, y Farolito de Agustín Lara, y María Teresa Lara.
                                                         

 Era una época en que se tocaban todos los ritmos y Canaro fue un especialista en ello. Por eso Amor se vio obligado a cantar polkas, marchas patrióticas, rancheras, estilos, chacareras,  gatos, corridos y demás. Y sobre todo valses a los que le daba esa entonación sentimental que prevalecía en aquella Buenos Aires y en la que destacó netamente. Recién en su décima grabación pudo cantar un tango. Y era del pianista de la orquesta, Marianito Mores, en dupla con Mario Battistella, el que luego sería el célebre: Cuartito azul. Mores había hecho lo que sería luego la segunda parte, como una introducción para La cumparsita, Batistella la escuchó y le dijo: "Pero esto es un tango, terminalo que le pongo letra". Lo grabó Amor con la orquesta el 14 de setiembre de 1939.

Francisco Amor estuvo cuatro años con Canaro, dejó 47 registros, de los cuales 18 son valses. Algunos temas los hizo en dupla con Maida y luego con Famá que reemplazó a éste último cuando se marchó de la orquesta.

Al desvincularse junto con Famá, formaron rubro propio bajo la batuta de  Federico Scorticati, que se fue con ellos y luego de diversas giras por Chile y Uruguay, de haber tenido éxito como solista en emisoras importantes, decide radicarse con su familia en Montevideo, donde dará rienda suelta a otra de sus grandes pasiones artísticas: el dibujo y la pintura. En ese sentido dió muestra de una gran sensibidad y exponiendo con éxito sus creaciones en Uruguay y países vecinos, incluida la Argentina.
Con su hijo Rafael y su esposa
Su afición canora se la transmitió a su hijo Rafael Amor que retomó aquellos inicios de su padre, consagrándose con mucho éxito al folklore, en el que sigue militando y dando rienda suelta a  su inspiración como compositor y a su voz de trinchera.

Francisco Amor también lució en esta faceta autoral y entre sus obras más conocidas están: El estrellero (Con Mariano Mores), Frente a una copa (Elías Wainer), A mí dejame en mi barrio, Aníbal bandoneón (Arturo Gallucci), La vida se va (Sebastián Lombardo), Mi viejo gringo (Sebastián Piana), Alta noche (José Luis Anastasio), Un cacho'e tango (Alfredo De Angelis) y algunos más.
Con Fiorentino y Hugo del Carril en 1951
Lo desempolvamos de entre tantos lindos recuerdos y lo escuchamos con Canaro en dos temas. El tango: A mi no me hablen de penas, de Enrique Cadícamo, grabado el 19 de junio de 1941. Y el valsecito Morocha triste de Enrique Maciel y Horacio Sanguinetti, registrado en el disco, el 14 de octubre de 1940.

A mí no me hablen de Penas - Fco. Amor con Fco. Canaro

Morocha triste - Fco. Amor -Fco. Canaro

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