miércoles, 23 de octubre de 2024

Pan comido

    Este tango de Enrique Dizeo y el cantor-guitarrista Ismael Florentino Gómez, fue compuesto en 1927 y Carlos Gardel lo grabó con sus guitarristas José Ricardo y Guillermo Barbieri en febrero de dicho año, con gran suceso. Pero debieron pasar diecinueve años para que Juan D'Arienzo con la voz de Alberto Echagüe lo llevara de nuevo al disco y a la popularidad, grabándolo en mayo de 1946

   Siempre me gustó este tema por las expresiones que utiliza Dizeo, un poeta especializado en la sensibilidad literaria que utilizaba su cofrade Celedonio Flores. Incluso como bardo supo describir la cofradía del barrio, el lenguaje, las peculiaridades y el trazado de ambientes. Ya he realizado su biografía y hablado de su extensa y consagrada obra tanguera, en estas páginas.

                                             


   Y hoy precisamente escuchando "Pan comido", podemos encontrar como puede habitar poéticamente su propia vida. Porque para escribir estos versos, tiene que haber sido burrero, o sea, aficionado a las carreras de caballos en el hipódromo de Palermo, como su gran amigo Gardel, jugándose el dinero a las patas de algún pingo, en ese recinto. 

   Los que hemos visitado muchas veces tanto el hipódromo de Palermo como los de San Isidro o La Plata (podría seguir nombrando los de Lima, San pablo, Rio de Janeiro, Colombia, Maroñas...), entendemos perfectamente su lenguaje popular en este tango imperdible por cómo va definiendo a un jugador de poca monta que va perdiendo su dinero y sin embargo la juega de ganador.

Sos un caído de la cuna, un pobre gato, un maleta
En los handicaps corridos siempre quedaste para'o
Te has perdido el vento al póquer porque no tenés carpeta
Y, sin embargo, en la vida nunca falta un güey corneta
Que haga correr la bolilla que sos un tigre menta'o

El hombre en pista liviana
En barrosa y en pesada
Si tiene sangre en las venas
Jamás se debe achicar
Y a vos te han visto hacer buches
Amainando en la parada
Tendrás muy buenos aprontes
Sos de mucha atropellada
Pero en finales reñidos
Sos mandria, sabés temblar
   


     Los versos constan de cinco partes aunque la tercera, la cantaron Gardel o Jorge Vidal, pero en la versión de D'Arienzo fue eliminada, seguramente por su extensión. Y sigue dándole leña al inexperto que la va de piola, lanzándole frases bien burreras como puede verse en la letra. Lo trata de "botija", que significa "niño". Una fija viene a ser un dato de ganador seguro. Potrillo representa al novato. Roncador es el caballo que se ahoga con el viento de frente. La corrida es el ensayo previo del animal.

Si no hay clase, ¿por qué causa la vivís dándote dique?
Al fin y al cabo, ¿qué hazaña en tu cartilla cayó?
Seguí nomás bellaqueando, creyéndote un buen dorique
Que, si me apurás un poco, vas a quedar en el pique
Pa' que chillen los muchachos que en todo primero yo

Lo que uno sabe de viejo
A vos te falta, botija
Sos potrillo de dos años
Recién darás mucho sport
Cuando andes como yo anduve
Como bola sin manija
Tenés que nacer de nuevo
Para correrte una fija
Aunque te jugués el resto
No llegás al marcador

No servís pa' acompañarme ni siquiera en la partida
No tenés chance ninguna, pa' mí que sos roncador
Nunca marcaste buen tiempo, es muy pobre tu corrida
Si no te abrís en el codo, te mancás en la tendida
Te falta más performance pa' salir de perdedor.

  Vale la pena escuchar otra vez la versión de Juan D'Arienzo con su cantor Alberto Echagüe. Lo grabaron el 3 de mayo de 1946.

                               


                      

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