jueves, 1 de marzo de 2018

David Roccatagliata

Cada tanto le echo una mirada hacia atrás, a la llamada Guardia vieja del tango, por los valores que nutrieron sus filas, por lo mucho que aportó al futuro del género, por las piezas que fueron generando en ese granero que hoy alimenta las milongas del mundo entero, y por los personajes que estuvieron desfilando a lo largo de su variopinta historia.

Entre ellos está el destacado y respetado violinista y compositor Tito Roccatagliata, como siempre se le conoció en el ambiente. Pilar en la evolución del instrumento dentro del tango, que se movía en los ambientes de los recreos de Palermo, y estilísticamente ubicado en primera fila por los propios músicos. Incluído Julio De Caro que fue uno de sus seguidores y se apoyaría precisamente en su estilo y calidad de ejecución.

David Tito Roccatagliata
                                         
Descendiente de inmigrantes italianos que amaban la música, Tito Roccatagliata aprendió de niño a tocar el violín con profesores de su barrio y fue evolucionando con otros de mayor jerarquía hasta lograr, en su completa formación, integrar algunos conjuntos de música clásica. Nacido en  enero de 1891, el tango se le fue haciendo familiar en el barrio, a tal punto que decidió seguir ese camino popular, pese a las reticencias de su progenitor.

En aquellos tríos iniciáticos del tango, debutaría este violinista, junto a Roberto Firpo en piano y Juan Carlos Bazán en flauta, allá por 1908, en El Tambito palermitano.  El camino se presentaba muy favorable y realmente su capacidad pronto le permitiría abrirse camino y ser respetado por los colegas de entonces. Un año más tarde, se lo verá en un cuarteto con Eduardo Arolas en el fueye, Luis Astudillo en flauta y Emilio Fernández en guitarra.

                                 
Trío de Roberto Firpo, Tito Roccatagliata y Juan Carlos Bazán

En 1910, año del Centenario, el tango encuentra más abiertas sus puertas, y Tito destaca en un cuarteto del Juan Carlos Bazán. Lo convocan algunos directores y va alternando en formaciones varias, hasta llegar al disco con el cuarteto de Eduardo Arolas. Roberto Firpo da sus primeros pasos al frente de un conjunto y lo convoca a Roccatagliata  para actuar en el cabaret Tabarin y enseguida pasan también  a los registros discográficos.

En aquella famosa fusión de las orquestas de Francisco Canaro y Roberto Firpo que se presentó en los bailes de carnaval del Teatro Colón de Rosario -año 1917-, Eduardo Arolas con su bandoneón y Roccatagliata con el violín, lograr sobresalir con sus particulares estilos. A este último le encantaba lucir sus celebrados pizzicatos y con Agesilao Ferrazzano en las filas de la orquesta de Firpo, encandilaban a los parroquianos con sus diabluuras, dado que no tocaban al unísono. Harían escuela y años más tarde, esas diferencias en los dúos de violines se establecerían en las orquestas generando un mayor musicalidad en la melodía.

                                   
Tito -centro- en el sexteto de Fresedo. Están Francia, Cobián, Rodríguez, Thompson y un saxo

Sobre la base de bandoneón, piano y violín se asentará la definitiva conformación de la orquesta típica. Precisamente, un año más tarde de aquella aventura en Rosario, se conforma el trío que integran Juan Carlos Cobián al piano, Osvaldo Fresedo en bandoneón y Tito Roccatagliata en violín.
En 1919, con su compañero Ferrazzano, Fresedo y Enrique Delfino, lucirían un cuarteto de maestros que hace escuela y da que hablar.

Precisamente, a raíz de aquel éxito, son contratados por la RCA Victor para actuar en Estados Unidos y grabar allí bajo el nombre de Típica Select. Estarán tres meses en dicho país, refuerzan el conjunto con otro violinista y un cello que les presentan allí. Actúan en distintos sitios,  dejan 54 placas grabadas,y regresan con problemas por falta de atenciones. Incluso Roccatagliata tiene problemas de adicciones alcohólicas y drogas que van minando su salud.

                              

Al regreso se conforma el cuarteto con Delfino, Fresedo, Ferrazzano y Tito, que actúan en el cine Capitol y otros lugares. Delfino dejará su sitio a Cobián . Roccatagliata también formará en la orquesta de Canaro durante los carnavales de 1921, en el Teatro de la Ópera y posteriormente se integrará en el Sexteto de Osvaldo Fresedo que arranca con fulgor su carrera artística como director.

Los altibajos en su salud y sus adicciones van encogiendo la carrera de Tito Roccatagliata. Se lo verá fugazmente  en la orquesta de Antonio Scatasso, allá por 1924 y en octubre de 1925 lo encuentran muerto en su casa de la céntrica calle Rodríguez Peña. El médico que firma el parte de defunción  dictamina que la muerte se debe a un síncope cardíaco y la causa es la sobredosis de droga.

                                         


Tenía apenas 34 años, cuando falleció. Aunque muchos de sus amigos músicos preveían el desenlace, su fallecimiento provocó muchas muestras de empatía con Tito. Julio De Caro no dudó en afirmar: "Siento una gran pena. Fue un grande con el violín. Sus floreos, verdaderas creaciones de su gran alma tanguera, pude admirarlos en todo su valer. Años después tuve el honor de ser felicitado por tan gran maestro".

No dejó muestras de su capacidad como compositor. Apenas una media docena de temas, entre las que destaca el tango Elegante papirusa, por su valor melódico y armónico. Precisamente podemos escucharlo por la orquesta de Miguel Caló, en su registro del 27 de diciembre de 1943. Y por Edgardo Donato y su conjunto, grabado el 20 de noviembre de 1935.

Elegante papirusa - Miguel Caló

Elegante papirusa - Edgardo Donato


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