lunes, 12 de junio de 2017

El metejón

Hermoso vocablo de nuestro léxico lunfardo, que, al contrario de ir desapareciendo, se extiende a otros países y continentes por la riqueza de expresión en su contenido. En España, por ejemplo, ya nos hemos acostumbrado a leer en prensa o escuchar por radio o televisión palabras como escrache, piba, caño, milonga y otras que han ganado su espacio, precisamente por la fuerza que contienen en su original semántica.

                                         


El metejón define como pocas especies del género, la fuerza de una pasión que desborda los prejuicios, el tino, las fuerzas que oponemos a esa sensación que alguna vez nos domina y nos deja rendidos a los pies de la persona que nos ha enamorado. En general, los amores son densos, fuertes, difíciles de controlar en ocasiones. Y el metejón precisamente diseña cabalmente esa entrega total.

El tango, así llamado, que grabó Roberto Goyeneche con la orquesta de Aníbal Troilo, fue rescatado por Pichuco de su ostracismo, porque era un tema que no había sido difundido mayormente. Y la interpretación del Polaco le dió el pasaporte final hacia el éxito. Antes de este tema, ya se había conocido la citada expresión en unos versos de tango que musicalizó Osvaldo Fresedo en 1927: Arrabalero. La letra le pertenece al empresario teatral español Eduardo Calvo, que era nacido en Padrón - Galicia- como mi padre. Y dice en el estribllo:

-"Ahora aunque me faje, /purrete arrabalero, /ya sabe que lo quiero /con toda mi ilusión. / Y que soy toda suya, / que suyo es mi cariño / y nuestro será el niño / obra del metejón."


Incluso Homero Manzi, en su Milonga sentimental que compuso con el pianista Sebastián Piana en 1931, recurre también a esta palabra para definir la situación del enamoramiento sin frenos:

-"Es fácil pegar un tajo / pa'cobrar una traición, / o jugar en una daga / la suerte de una pasión. / Pero no es fácil cortarse / los tientos del metejón / cuando están bien amarrados / al palo del corazón".

El tango que me ocupa hoy lleva versos de Florencio Chiarello y música del pianista Roberto Goyheneche. Chiarello fue un prolífico escritor, guionista de teatro y cine, con destacadas creaciones en ese sentido. También fue poeta y dejó algunos tangos. En El metejón, comienza describiendo así la pasión enfermiza del protagonista:
Florencio Chiarello

Por el daño que me hiciera tu mirada,
yo ya no puedo vivir más, nena divina,
si hasta toda mi familia preocupada
ha ido a consultar a una adivina.
Ya nadie puede curar mi metedura
vivo muy triste y mi guitarra ya no canta,
hago fuerza pa'dormirme pero el sueño,
está metido con vos...y se me pianta.

Es original el planteo y el texto que reinvindicó el Polaco con Troilo. La música del tema le pertenece a un músico homónimo del cantor que murió muy jovencito, cuando apuntaba alto en el ambiente. aunque en ocasiones su apellido se escribe como Goyheneche y en otras, sin la hache intermedia, como sucede en el registro de SADAIC.

Este pianista ya tocaba con 14 años en la famosa Glorieta. Acompañó con el piano a películas mudas en el cine Cabildo e integró muy jovencito la Típica Royal junto a algunas figuras como Bachicha Deambroggio, Juan Carlos Bazán y otros. Su primera orquesta tocaba en el café El Parque y se uniría a Pedro Laurenz en otra formación. Viajaría  a España con la compañía Muiño-Alippi. Al regreso a Buenos Aires, volvió a incorporarse al medio, pero su salud estaba deteriorada por una tuberculosis que lo destruiría tempranamente, ya que falleció con apenas 27 años y pobre de solemnidad.

                                         
Roberto Emilio Goyheneche en los años veinte


Le dió tiempo, empero, para construir tangos que hicieron camino, como De mi barrio (letra y música) que consagrara Rosita Quiroga. Con Enrique Cadícamo compusieron Pompas de jabón y Yo te perdono, que grabara Gardel.  Entre otros temas Goyheneche dejó Pobre vieja, letra y música suyas que también llevó al disco el gran cantor, Que te vaya bien, El Mono y el tema que hoy me ocupa..

Aníbal Troilo lo grabó el 16 de diciembre de 1958,  con la voz de Roberto Goyeneche (que no tenía parentesco con el músico) interpretando los versos. Y me encanta traerlo de nuevo a escena.

El metejón - Aníbal Troilo-Roberto Goyeneche















6 comentarios:

  1. Un cantor que nos enseñaba lo que queria trasmitirnos el autor
    del tango....un fuera de serie... Sus interpretaciones con
    H.Salgan (fui un privilegiado al escucharlo en el Marzotto) eran
    atrapantes....junto con el cantaba Angel Diaz (otro fenomeno).. Ahora, debemos conformarnos con escuchar sus
    grabaciones..... EPOCA INOLVIDABLE y efimera..!!

    ResponderEliminar
  2. Bueno; Ronald, no tan efímera... Si los estamos escuchando ahora y nos atora el cuore... Al Paya Díaz lo vi con Gobbi.
    Estuvieron 7 grandes noches de Carnaval en Huracán y no nos perdimos ni una con la barra. ¡que cantorazo! y no dejó una gran muestra de su nivelazo.

    ResponderEliminar
  3. Jose Maria: TAMBIEN completamente de acuerdo respecto al
    "PAYA"... Con A.Gobbi, barbaro....

    ResponderEliminar
  4. Jose Maria: TAMBIEN completamente de acuerdo respecto al
    "PAYA"... Con A.Gobbi, barbaro....

    ResponderEliminar
  5. Jose Maria: Cuando dije EFIMERA me referi a sus cortas
    vidas.... Tengo algunos discos , llamados "Larga Duracion" y
    por sus contenidos .....Barbaros..!!

    ResponderEliminar
  6. Entendido. Un abrazo y saludos a la donna.

    ResponderEliminar