sábado, 10 de junio de 2017

Chiqué


            En el salón quedó mi juventud,
            lejana juventud...
            Siguiendo huellas de tango
            no me perdí ni una noche
            siempre bailando y bailando.
                   Leopoldo Díaz Vélez


 La milonga del sábado se presenta con todo su bagaje musical, bien milonguero y las orondas alternativas que se pueden vivir, degustar y disfrutar en una noche a puro tango. Cuando concurren los elementos imprescindibles para sentir esta música en la íntima profundidad y el nivel de los bailarines es óptimo, tenemos asegurada la velada ideal. Y nosotros te ponemos el resto.

Entre muchas otras ventajas, en la Casa de Aragón, que es donde nos citamos -Plaza República Argentina, nº 6-, se puede aparcar con el coche, prácticamente en la puerta. Y Madrid es una ciudad, como tantas de Europa donde resulta sumamente difícil tener semejante comodidad. La impecable pista de madera es otro aliciente  para sentirnos maravillosamente cómodos en la ronda de la milonga.

                         


Y para abrir boca, o sea para alimentar las expectativas  nocturnales de este sábado de junio, me mando otro voyage milonguero y merodeo distintas pistas, visitando Festivales y Encuentros del género que ha enganchado a tanta gente en los distintos hermisferios de este mundo.

Arranco por Belgrado, la capital de Serbia, donde he pasado muy lindos momentos y guardo gratos recuerdos. En este caso, se trata de la pareja turca integrada por Zeynep Aktar y Sercan Yigit, que tienen su academia de baile en Estambul. En esta cita festivalera,  se bailan el tango El pañuelito, por la orquesta de Osvaldo Pugliese, cantando Jorge Maciel.

                                           


Y de allí salto a los pagos de  los Patos Donald y Trump. En este caso se trata del festival Valentango, en Portland (Oregon). Aquí, Homer y Christina, que además también son pareja en la vida real, se mandan el valsecito: Cuando estaba enamorado, por la orquesta de Francisco Canaro cantando Francisco Amor.

                                     

Y voy a terminar la tournée en la France. Con la impagable Sigrid Van Tilbeurgh. En este caso baila con Daniel Carlsson, una milonga por la orquesta de Juan D'Arienzo: Milonga vieja milonga.

                                          


Ya te di la papita. Ahora prepará los tarros y venite a la milonga que un fueye rezonga como llamandoté.

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